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Sospechosos de complot del 11-S vuelven a corte en Guantánamo
Jueves, Mayo 3, 2012 - 13:44

Si los cinco acusados están interesados en declararse culpables, tendrán la oportunidad de hacerlo este sábado cuando vuelvan a enfrentar cargos que podrían acarrear la pena de muerte.

Miami. La última vez que Khalid Sheikh Mohammed estuvo en la corte de alta seguridad en la base naval de la bahía de Guantánamo hace más de tres años, el arquitecto confeso de los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos estaba tratando de confesar, declararse culpable y convertirse en mártir.

Antes de que el juez pudiera determinar si las reglas permitían a los acusados declararse culpables y ser ejecutados, algo que no está permitido en las cortes marciales regulares de Estados Unidos, el presidente Barack Obama cerró los tribunales de Guantánamo.

Si Mohammed aún está interesado en declararse culpable, él y los otros cuatro acusados tendrán la oportunidad de hacerlo este sábado cuando vuelvan a enfrentar cargos que podrían acarrear la pena de muerte.

Ellos enfrentan siete cargos por los ataques con aviones secuestrados que acabaron con la vida de 2.976 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania en el 2001 y que llevaron a Estados Unidos a librar una guerra mortal y costosa contra Al Qaeda y sus simpatizantes.

"Lo que está en juego es tan alto como puede llegar en cualquier juicio. Estos son los juicios del siglo", dijo Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles y un observador y crítico de los tribunales desde hace mucho tiempo.

Desde que los cinco acusados aparecieron por primera vez en la corte en diciembre del 2008, la ley que autoriza los tribunales de crímenes de guerra de Guantánamo fue reformada y la ambigüedad sobre las declaraciones de culpabilidad, resueltas.

"Los cambios a los estatutos permiten al juez militar aceptar declaraciones de culpabilidad en un caso capital y a realizar hallazgos de acuerdo a eso", dijo un portavoz del Pentágono, el teniente coronel de Ejército Todd Breasseale.

"Si los miembros (del jurado) votan sobre una sentencia en forma unánime, entonces un acusado que se haya declarado culpable de un cargo capital podría ser sentenciado a muerte", agregó.

"Terroristas hasta el hueso". Mohammed y los otros imputados, Walid bin Attash, Ramzi Binalshibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa al Hawsawi, son acusados de conspirar con Al Qaeda, de atacar a civiles y a blancos civiles, de asesinato en violación a las leyes de guerra, de destrucción de propiedad, secuestro y terrorismo.

En una carta del 2009 enviada al tribunal previo, los acusados dijeron que eran "terroristas hasta el hueso" y que consideraban las acusaciones en su contra "placas de honor" que llevaban con orgullo.

Mohammed comentó en una audiencia que "buscó ser martirizado". En noviembre del 2008, los acusados enviaron una nota al juez diciendo que los cinco estaban listos para "anunciar nuestras confesiones" y declararse culpables.

El gobierno de Obama detuvo el juicio y trató de llevar el caso a una corte federal de Nueva York a sólo cuadras del lugar donde cayeron las Torres Gemelas durante el ataque, pero cedió ante presiones políticas y devolvió el caso a los tribunales de Guantánamo.

El sábado, la mayoría de los ojos estarán sobre Mohammed, quien en audiencias previas cantó versos del Corán en árabe, sermoneó al juez e insistió en que el dibujante de la corte lo redibujara con una nariz más delgada.

Descrito con los que han tratado con él como egoísta y manipulador, parecía disfrutar ser el centro de atención.

Los cinco acusados fueron retenidos por más de tres años en prisiones secretas de la CIA antes de ser enviados a Guantánamo en el 2006 y todos han dicho haber sido torturados allí.

Un sexto acusado, Mohammed al Qahtani, fue retirado del caso porque el representante del Pentágono que supervisaba los tribunales descubrió que había sido torturado durante interrogatorios en Guantánamo, que incluyeron largos períodos de aislamiento y exposición al frío, a la privación de sueño, desnudez y humillación sexual.

Si los acusados se declaran culpables esta vez o si son finalmente sentenciados en juicio, probablemente pasarán muchos años antes de que se completen las apelaciones y se cumplan las sentencias.

Correspondería al secretario de Defensa decidir cómo serán ejecutados.

Autores

Reuters