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Sostienen que cambio de DF a Ciudad de México es más de índole política que social
Martes, Febrero 2, 2016 - 14:00

"No le veo gran beneficio para el común de los habitantes de la ciudad de México. Seguramente habrá un muy buen efecto para quienes se dedican a la política, porque habrá más cargos y más gastos", explicó el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Javier Urbina.

México DF. La reforma política para cambiar el nombre de Distrito Federal a Ciudad de México es más de naturaleza política que social, afirmó hoy el académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Urbina.

El profesor agregó que más como ciudadano que como especialista, percibe que no va haber una gran diferencia que se llame Distrito Federal o Ciudad de México.

"No le veo gran beneficio para el común de los habitantes de la ciudad de México. Seguramente habrá un muy buen efecto para quienes se dedican a la política, porque habrá más cargos y más gastos", explicó.

Señaló que los primeros cambios que habrá serán para la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la del jefe de Gobierno del Distrito Federal, por el de Cámara de Diputados y seguramente jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Por el momento se está en una situación intermedia.

"No somos un estado, una entidad federativa como la más chiquita que tiene el país, como Aguascalientes que tiene su ciudad capital y sus municipios. Nosotros vamos a seguir siendo una ciudad y no un estado", comentó.

Por lo tanto, añadió, "las 16 delegaciones, a menos que la redacción de la constitución establezca pasen a ser el equivalente a municipios, pero de ahí a que pasen a denominarse alcaldías no se sabe. Habría que ver si de veras funcionan como municipios".

El profesor de la Facultad de Psicología explicó que los cabildos en los municipios se integran de acuerdo a la distribución proporcional de votos y aquí no. El que gana la elección se lleva todo. Todavía hay muchas cosas que se necesita conocer. No hay la suficiente información, comentó.

En el caso del gentilicio que ha sido tema recurrente en redes sociales indicó que él propone mexicas.

Nadie lo va a aceptar, pero fueron los que llegaron aquí. Son nuestros ancestros", señaló.

Comentó que la Real Academia Española ya reconoce el término "mexiqueño" para el habitante de la capital y el de mexicano para todo el país.

Sobre qué tanto va a repercutir el cambio de nombre en la apreciación que tienen quienes viven en otras regiones del país, expresó que seguirán viendo con recelo a quienes habitan en la capital del país.

Refirió que hubo un fenómeno psicológico después del sismo de 8,5 grados en 1985.

"Muchas personas se fueron a vivir a otros lugares cercanos a la capital y no tan lejanos. Muchos de ellos, a la larga, regresaron "porque no se hallaron" y no se sintieron cómodos.

Agregó que esos capitalinos "no fueron incorporados a la comunidad que llegaron, se sintieron rechazados y terminaron regresando a la ciudad. Algunos otros encontraron la forma de quedarse por allá, más o menos aceptados y está haciendo su vida en otras latitudes".

El psicólogo Urbina también se refirió al encono hacia los capitalinos.

"En realidad creo que ha disminuido. Ya no nos tratan tan mal. La forma en la que hoy somos percibidos y tratados es muy diferente de aquellos que decían 'Haz patria. Mata un chilango'", indicó.

Para el especialista en la conducta de los individuos en temas ambientales y movilidades urbanas ,la situación ya no es la misma.

"Hay o no razón para este cierto encono o una forma especial de ver a quienes vivimos por acá, creo que sí lo hay y es porque los capitalinos hemos sido beneficiados en muchos aspectos sociales, materiales y económicos y que no han llegado al parejo en todos los sitios de la República", comentó.

Consideró que al tener como sede los tres poderes puede ser una razón y es que en la capital del país se mueven algunas iniciativas que no se prevén para otros sitios.

"Tenemos ciertas ventajas, pero pagamos el precio y no es económico. Por un lado se tienen comodidades como centros educativos, atención especializada médica, lugares de diversión y un sistema de transporte que es el 'patito feo', pero que es mejor que otros", señaló.

El especialista indicó que hay elementos que pueden aumentar la calidad de vida, pero hay otros que la disminuyen. Mencionó la inseguridad, conflictos de roce social por la movilidad, tiempo por desplazamientos, ruido excesivo, poca estética y carencia absoluta de áreas verdes.

Desde hace 30 años el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente recomendó que el número de metros cuadrados de área verde por habitante es de 15, sin embargo "la estadística más generosa para la Ciudad de México es entre cuatro y cinco metros cuadrados de área verde por habitante".

El académico destacó que cuando se refiere a área verde habla de un lugar apreciable, agradable y tranquilo, no simplemente pastito o árboles maltratados o parques en franco deterioro.

Autores

Xinhua