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Sucesión de Hugo Chávez: antes un asunto impensable, hoy un tema vital
Viernes, Julio 8, 2011 - 11:06

"Con Chávez todo, sin Chávez nada", rezan los seguidores del presidente venezolano. Pero su enfermedad puso por primera vez sobre la mesa la necesidad de tener lista una sucesión para continuar con su proyecto socialista, sea un hombre o un equipo entero.

"Con Chávez todo, sin Chávez nada", rezan los seguidores del presidente venezolano. Pero su enfermedad puso por primera vez sobre la mesa la necesidad de tener lista una sucesión para continuar con su proyecto socialista, sea un hombre o un equipo entero.

Sorprendiendo a los venezolanos, Hugo Chávez desde Cuba reveló a fines de junio que había sido operado de un tumor canceroso, después de más de 12 años de gobernar el país petrolero con ojos hasta en el menor detalle, sin nadie que le hiciera sombra.

Con la eventualidad de que Chávez, conocido por su energía inagotable, encendidas declaraciones y largos discursos, tenga que apartarse de sus obligaciones por cuestiones de salud, el escenario político venezolano ha cambiado.

"La gran lección que esto deja es que no puede seguir tan altamente concentrada la orientación estratégica y la definición de las grandes orientaciones de política en la figura de una sola persona", dijo Víctor Alvarez, un ex ministro de Industria de Chávez.

A pesar del silencio del Gobierno sobre los detalles del padecimiento, el presidente de 56 años dijo que tendrá que someterse a un estricto y largo tratamiento y bajar su ritmo. Una fuente cercana a su equipo médico reveló a Reuters que sufría de un cáncer de colon y que necesitará de quimioterapia.

Mucho depende de qué tan bien evolucione el mandatario. Una cosa sería que tuviera que volver a Cuba para el tratamiento y otra cosa completamente distinta si pudiera seguir con la mayoría de las tareas del cargo en Venezuela.

"En este momento político sin duda es importante pensar en ese problema, pero no por el hecho de la enfermedad del presidente sino por la necesidad de continuidad de un proyecto político socialista", dijo el analista político Nicmer Evans, profesor de la Universidad Central de Venezuela.

Mientras tanto, los opositores -unidos por la aversión a Chávez en la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- intentan capitalizar la situación buscando adelantar primarias y difundir una propuesta concreta que sea una alternativa real.

El hombre sin sombra. Venezuela vive dividida por el amor y el odio a Chávez, aunque todos coinciden en algo: no hay alguien que lo pueda opacar, ni dentro de su partido ni en las filas opositoras.

"El problema del lado interno es que el liderazgo del presidente Chávez es uno de los liderazgos más fuertes en esta nación (...), sería difícil conseguir a alguien que compitiera en ese liderazgo", dijo Jesse Chacón, ex ministro del Interior de Chávez y ahora director de una encuestadora.

Pero algunos ya barajan soluciones alternativas.

Si el presidente designara abiertamente a un sucesor, eso podría reducir la incertidumbre actual y dolores de cabeza hacia los comicios del 2012, aunque no sería lo mismo sin el magnetismo de Chávez como candidato.

Además el espaldarazo a una figura, podría frenar las pugnas internas y fricciones en el partido oficialista si el mandatario se tuviera que ausentar.

Y es que Chávez es el principal factor que mantiene alineadas a corrientes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), una heterogénea agrupación donde militares y civiles se codean con ex guerrilleros y hasta empresarios.

Otra respuesta a la posible ausencia de Chávez es un Gobierno donde varias figuras tengan protagonismo. Eso puede resolver uno de los puntos flacos del movimiento: el hecho de descansar sobre una sola espalda.

Un gabinete operativo que maneje lo cotidiano, dejando a Chávez como estratega, podría llevarse parte del peso.

"No creo que se trate de buscar un nombre y apellido que sea el sucesor, creo que sería aportar a la misma debilidad", dijo el ex ministro Alvarez. "La gran tarea por delante es hacer que el proceso de renovación y cambio pueda descansar sobre un liderazgo colectivo", acotó.

Generando espacios. El problema es que hasta el momento el mandatario tampoco ha dejado demasiado lugar para ello y mantiene la rienda corta a sus colaboradores. Las rotaciones en el gabinete son habituales y dispone de los funcionarios cuando cometen un error o algo no le cae en gracia.

Ni siquiera cuando estuvo en Cuba convaleciente por tres semanas delegó su poder en el vicepresidente, Elías Jaua.

El modelo de Chávez se basa en un marcado gasto social, masivas nacionalizaciones de industrias -desde el petróleo hasta el comercio- y un crecimiento del aparato estatal.

"Los inversores pueden en realidad encontrar que el chavismo sin Chávez podría ser peor que con Chávez", dijo en un reciente reporte UBS sobre la agitación en los mercados que traería un eventual paso al costado del mandatario.

Cuando volvió a su tierra el lunes sorpresivamente para encabezar las celebraciones del bicentenario de la independencia, Chávez recordó a todos quién es el hombre a cargo. Y exhortó a acabar con las divisiones y conspiraciones.

"Lo que ha sido más revelador de todo este episodio es la poca confianza que Chávez puso en su círculo cercano", dijo en un reporte Reva Bhalla de la firma estadounidense Stratfor.

A pesar de todo, el jueves por la noche en un encuentro de ministros que fue televisado, el líder socialista ratificó a su vicepresidente, a todo su gabinete y a la cúpula militar, sugiriendo que las cosas por ahora siguen como siempre.

"No habrá sucesión mientras no sea absolutamente inevitable. Y no parece serlo en el muy corto plazo", dijo Luis Vicente León, director de Datanálisis, por la red Twitter.

Autores

Reuters