Para entender el fenómeno Donald Trump en Estados Unidos no hay que compararlo con los populistas europeos, opina un politólogo de la Universidad de Georgia, experto en populismo y democracia.

-En su opinión, para intentar comprender a Donald Trump no es útil compararlo con los políticos de la derecha europea. ¿Por qué?

-Uno de los motivos principales de su atractivo es el hecho de ser un hombre de negocios con éxito. En Estados Unidos, sobre todo en el Partido Republicano, existe la fuerte convicción de que el presidente es como el director de una empresa y debería dirigir el país como una empresa. Es un punto de vista muy estadounidense que, no es nada popular en Europa. También el insólito ascenso dentro del partido y su personalidad televisiva son temas más típicos de Estados Unidos. En Europa, la mayoría de los políticos ascienden como representantes de sus partidos y con frecuencia incluso como representantes de una subcultura. Trump, por el contrario, es solo un individuo.

-Donald Trump ha logrado lo que no han hecho todavía muchos políticos de derecha en Europa, dirigir un país. ¿Qué espera usted de la presidencia de Trump y qué papel desempeñará el Partido Republicano?

-De su presidencia espero un gobierno republicano muy de derecha. Si miramos la lista de miembros de su futuro gabinete, la mayoría es muy conservadora, con un enfoque económico liberal y en contra del aborto. Esta parte del gobierno está en sintonía con el Partido Republicano que controla ambas cámaras del Congreso.

El aspecto más importante es ¿cómo puede lidiar el mundo, por decirlo de forma suave, con un presidente muy poco ortodoxo? Y es que este es el mayor peligro de la presidencia de Trump. No es una persona previsible.

-Esa es exactamente mi siguiente pregunta, ya que usted investiga sobre la ultraderecha y el populismo ¿Cómo debe actuar el mundo y Estados Unidos con un presidente como Trump?

-Trump es, en comparación con la mayoría de los líderes populistas de otras democracias consolidadas, realmente peculiar. Desde esta perspectiva lo podríamos comparar como mucho con Silvio Berlusconi, un hombre de negocios y el cabecilla de su partido. Pero la gran diferencia es que Trump es el presidente de Estados Unidos y Berlusconi, de Italia.

El problema de Trump es que cada tuit que envíe, simplemente por su cargo, se convertirá en una noticia mundial. Y ya que envía mensajes imprevisibles, las bolsas y los gobiernos reaccionarán. Lo que supone un gran problema. La cuestión es si él aprenderá y entenderá que todo lo que haga tendrá consecuencias en el mundo real. Yo lo dudo.

-Este fin de semana en la repetición de las elecciones presidenciales austriacas se enfrentan los candidatos de Los Verdes y el FPÖ. ¿Espera usted un efecto Trump?

-No creo que vaya a haber un efecto Trump, pero creo que ganará Norbert Hofer, el candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ). Los europeos no votan a los candidatos de derecha porque los estadounidenses votaron a Trump. Votan a los candidatos de derecha por motivos de política interna. Hofer encabeza la mayoría de las encuestas. Por eso creo que ganará. Pero no creo que Trump tenga que ver con la decisión de los austriacos.

-Cas Mudde es politólogo en la Universdad de Georgia. Investiga sobre extremismo y democracia. Su nuevo libro "On Extremism and Democracy in Europe" fue publicado este año.