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Todas las miradas se pusieron en Donald Trump durante el debate presidencial republicano en EE.UU.
Viernes, Agosto 7, 2015 - 09:29

Además del magnate, que se convirtió junto a Hillary Clinton en el blanco de las críticas de sus contricantes, participaron en el debate otros nueve, del total de 17 candidatos a las primarias republicanas.

Ante el elevado número de precandidatos republicanos, la cadena de televisión conservadora Fox News decidió invitar sólo a diez de ellos al debate de máxima audiencia: el empresario multimillonario Donald Trump, el exgobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Wisconsin Scott Walker, el senador Ted Cruz, el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, el neurocirujano afroamericano Ben Carson, el senador Marco Rubio, el senador Rand Paul, el gobernador de Ohio John Kasich y el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie.

Todas las miradas estuvieron este jueves puestas en Trump, que parte como favorito en las encuestas de intención de voto y que nunca antes había participado en un debate frente a experimentados políticos con años de carrera a sus espaldas.

"Dos temas dominaron el debate: EE. UU. y Trump". El multimillonario dejó claro que su campaña presidencial será atípica: "Creo que el gran problema de este país es ser políticamente correcto. No tengo tiempo para lo políticamente correcto y, seamos honestos, este país tampoco lo tiene", dijo el Trump, quien advirtió de que Estados Unidos se está quedando por detrás de rivales como China.

"Sí, es el show de Trump", concluía el portal Político tras el debate. "Dos temas dominaron el debate: Estados Unidos y Trump", titulaba la edición digital de The Washinton Post. "Trump domina un debate ruidoso", resumía el diario especialidado en política The Hill. El magnate dejo la puerta abierta a presentarse como candidato independiente si finalmente no resulta elegido por los republicanos como su candidato a las elecciones de 2016. Trump señaló que sólo podría garantizar su voto al postulante que emergiera de la votación primaria si fuera él mismo el candidato.

Credenciales conservadoras. En cuanto al contenido del debate, los representantes republicanos atacaron las políticas del presidente Barack Obama, criticaron a la candidata demócrata Hillary Clinton, mostraron su ayoyo a Israel, se comprometieron a derrotar al Estado Islámico, prometieron bajar los impuestos, exhibieron sus creencias religiosas y se mostraron en contra del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo. Como era de esperar, tras las polémicas declaraciones de Trump contra los inmigrantes indocumentados mexicanos, en el debate salió a relucir también el tema de la inmigración.

Bush, que está casado con una mexicana y habla muy bien español, advirtió que el lenguaje "divisorio" que utiliza Trump puede pasar factura en las urnas a los republicanos. "Vamos a ganar si unimos a la gente con un mensaje esperanzador y optimista", señaló este hijo y hermano de expresidentes. La inmigración será probablemente uno de los temas centrales de la campaña presidencial de 2016, en la que el voto latino puede tener la llave a la Casa Blanca.

Autores

Deutsche Welle