En el congestionado aeropuerto de Cancún, operado por Asur, tuvieron que ser cancelados al menos 141 vuelos entre llegadas y salidas. No se habían suspendido tantos vuelos desde que se paralizó la actividad turística en México en abril del 2009 por una epidemia de influenza H1N1.

Playa del Carmen/Cancún, México. La tormenta tropical Rina descargaba el jueves lluvias sobre la costa mexicana del Caribe y, a pesar de haberse debilitado, obligó a paralizar actividades en centros turísticos clave como Cancún y Playa del Carmen.

En el congestionado aeropuerto de Cancún, operado por Asur, tuvieron que ser cancelados al menos 141 vuelos entre llegadas y salidas.

No se habían suspendido tantos vuelos desde que se paralizó la actividad turística en México en abril del 2009 por una epidemia de influenza H1N1.

Las cancelaciones, la gran mayoría el jueves, dejaron a turistas varados en el balneario, pero unos 13.000 lograron adelantar sus salida el miércoles, en medio de un caos en la terminal aérea.

A pesar de que el ciclón representa una amenaza menor a la que se preveía, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México anticipó precipitaciones de fuertes a torrenciales en las costas del estado de Quintana Roo, donde se ubican los centros turísticos.

Rina, que alcanzó el miércoles fuerza de huracán categoría 2 y el jueves se degradó a tormenta, se desplazaba hacia el norte a una velocidad de 11 kilómetros por hora (kph), con vientos máximos sostenidos de 95 kph, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.

En Playa del Carmen, en donde los hoteles se prepararon antes de la llegada de Rina asegurando ventanas y amarrando palmeras, caía lluvia intensa y el mar estaba agitado.

"Escuchamos de la tormenta poco antes de llegar, no podemos suspender este viaje corto (...) Nos quedaremos, amo las tormentas, los tornados, entonces aquí estamos y ya veremos qué pasa", dijo Janet Calvert, una turista de Dallas que viajó a México con su esposo.

Evacuaciones y cierre de comercio. Restaurantes, centros comerciales y otros negocios cerraron sus puertas hasta que pase la tormenta.

El centro de Rina, que se ubicaba a las 0000 GMT del viernes a unos 55 kilómetros al sur-suroeste de la isla de Cozumel, famosa por sus centros de buceo y sus arrecifes coralinos, estará moviéndose sobre la costa este de la península de Yucatán desde la noche del jueves y durante el viernes, dijo el CNH.

Por las lluvias y oleaje elevado, estaban suspendidos los traslados de turistas entre Isla Mujeres y Cancún, y entre Cozumel y Playa del Carmen.

Más de 4.000 personas, entre residentes y turistas, fueron evacuados de Isla Mujeres, ubicada frente a Cancún, así como de la región sur del estado de Quintana Roo y de la paradisiaca isla de Holbox, debido a que se trata de un territorio bajo, muy propenso a inundaciones.

"Que haya degradado su intensidad no implica que dejemos de estar en alerta, estamos preparados para recibir personas en refugios", dijo Julián Ricalde, alcalde del municipio de Benito Juárez, donde está Cancún.

Cancún, importante fuente de divisas para México, fue azotado en el 2005 por el huracán Wilma, que provocó daños millonarios y deterioró sus famosas playas de blancas arenas, que todavía se encuentran en recuperación.

En hoteles del popular balneario se ofrecían a los viajeros, a cambio del uso de la playa, actividades como juegos de mesa, concursos o películas. Mientras tanto, en la zona de discotecas y restaurantes no había servicio hasta nuevo aviso.

"Por Rina está muy muerta la venta, no hay turismo, no hay gente. Está todo cerrado por todos lados", dijo Elías Aguilar, un vendedor de artesanías en Cancún.

El gobierno de Quintana Roo mantenía suspendidas las clases en todos los municipios a lo largo de la costa norte del estado para evitar el tránsito de vehículos y facilitar las labores de Protección Civil.