Pasar al contenido principal

ES / EN

Tribunal confirma en segunda instancia la condena por corrupción contra el ex presidente brasileño Lula da Silva
Miércoles, Enero 24, 2018 - 14:03

La decisión tomada por el Tribunal Regional Federal, inhabilitaría al ex mandatario de cara a las elecciones presidenciales de este año, quien aun no pasará a cumplir la pena hasta que sus abogados agoten todos los recursos.

Porto Alegre. El Tribunal Regional Federal de la 4a Región (TRF-4) en Porto Alegre en el sur de Brasil, encargado de analizar apelaciones y recursos judiciales, ratificó por unanimidad este miércoles la condena que recibió el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) en el marco del caso Petrobras, tras recibir al menos dos votos de los tres posibles favorables a la condena.

Los tres jueces que integraban el tribunal ratificaron la condena de 9 años hecha por el juex Sergio Moro, quien halló culpable de los delitos de corrupción y lavado de dinero al expresidente.

El juez Víctor Laus, tercero en emitir su voto, también falló en línea con la decisión que habían tomado sus dos antecesores.

Más temprano, el juez revisor, Leando Paulsen, -el segundo en votar- consideró a Lula culpable por haberse beneficiado de la trama de corruptelas en la estatal Petrobras, en concreto, por haber recibido supuestamente un apartamento en el litoral de Sao Paulo de manos de la constructora OAS a cambio de favorecerla desde el poder.

Antes de Paulsen, el relator del caso en segunda instancia, Joao Pedro Gebran Neto, también votó a favor de la condena contra Lula e incluso pidió aumentarla a 12 años de cárcel y una multa para Lula da Silva, al considerar como agravante la condición del ex presidente, así como las consecuencias políticas y sociales de sus actos.

El ex mandatario brasileño fue condenado en primera instancia en julio pasado a 9 años 6 meses de prisión por el juez Sergio Moro, por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, con referencia a "ventajas indebidas" recibidas de una constructora.

La acusación apunta que el ex presidente habría recibido un inmueble de la constructora OAS en la ciudad de Guarujá, litoral de Sao Paulo, a cambio de beneficios en contratos con la petrolera estatal Petrobras.

Lula, sin embargo, no pasará previsiblemente a cumplir la pena hasta que sus abogados agoten todos los recursos, que pueden llevar el caso hasta el Tribunal Supremo en los próximos meses. Tampoco está claro en qué momento podría concretarse su inhabilitación política.

La defensa pidió la absolución de Lula da Silva, al alegar que el inmueble en todo momento permaneció bajo propiedad de OAS, y enumeró una serie de supuestas irregularidades en el proceso contra el ex presidente, por lo que pidió su nulidad.

"Lamentablemente, Lula se corrompió", dijo durante el juicio de este miércoles el fiscal del Ministerio Público Mauricio Gerum, quien agregó que es difícil imaginar que un sistema de drenaje de los cofres de la petrolera haya ocurrido sin que el entonces presidente de la república lo supiera.

"Estoy extremadamente tranquilo y consciente de que no cometí ningún crimen", había dicho Lula la mañana de este miércoles en su cuenta de Twitter antes de que hablaran los jueces.

La defensa tiene ahora un plazo de 15 días para presentar ante el Supremo Tribunal de Justicia un recurso especial en el que pida discutir el mérito de la acción o su nulidad.

En tanto, ante el Supremo Tribunal Federal la detensa también dispondrá del mismo plazo para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso con un recurso extraordinario.

La aceptación del pedido de nulidad obligaría a realizar un nuevo juicio de primera instancia.

Decenas de miles de partidarios han protestado en las calles de Porto Alegre contra lo que ven como una persecución política al ícono de la izquierda brasileña, quien fue condenado en primera instancia por el juez Sergio Moro.

 

Líder en intención de voto. "La única cosa de que estoy seguro es que sólo dejaré de luchar el día en que muera", dijo el expresidente de Brasil, quien este miércoles se mostró vestido con una camiseta roja en la sede de sindicato metalúrgico, donde recibió el respaldo de sus seguidores.

El carismático expresidente (2003-2010) podría quedar fuera de las elecciones presidenciales de octubre, en las que quiere ganar un tercer mandato.

Lula lidera actualmente todas las encuestas con un 36% de los apoyos, casi 20 puntos porcentuales más que el segundo colocado, el legislador de extrema derecha Jair Bolsonaro, cuya campaña se ha visto impulsada por el sentimiento antiLula.

Lula acusó a sus enemigos de intentar sacarlo de laarena política, tal como a su juicio lo hicieron en 2016 con susucesora Dilma Rousseff, cuya salida del gobierno puso fin a 13 años en el poder del Partido de los Trabajadores.

**Con información de Xinhua, Deutsche Welle, Reuters y El Observador de Uruguay.

Autores

AméricaEconomía.com