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Trump une a los mexicanos en Estados Unidos
Sábado, Marzo 26, 2016 - 13:32

Los ataques del republicano han desatado el interés de mexicanos de obtener la doble ciudadanía para frenar su llegada a la Casa Blanca mediante las urnas

Chicago. Centenares de compatriotas acudieron al Consulado de México el pasado sábado 19 de marzo para emprender sus trámites de ciudadanización estadunidense en los talleres que ahí comenzaron a impartirse con el propósito de asesorar a los interesados.

La convocatoria rebasó las expectativas, al grado de que las citas programadas se extenderán hasta los siguientes cinco sábados —28 de marzo, 2, 9, 16 y 30 de abril—, cuando continuará desplegándose el proyecto "Juntos Podemos en Chicago".

Es la respuesta de la comunidad migrante a la campaña de racismo de Donald Trump. Esta vez, quienes han adquirido el derecho a ser ciudadanos están dispuestos a romper con el sentimiento de traición que, entre los mexicanos, ha tenido históricamente la idea de asumir la nacionalidad americana.

En la convocatoria participan activistas, voluntarios y abogados de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados en Illinois (ICIRR), el Consulado de México, el Consejo Hispano de la Arquidiócesis, el Instituto del Progreso Latino y  federaciones de clubes (Michoacanos en Illinois, Guerrerenses, Veracruzanos, el Instituto de los Guanajuatenses, Durango Unido y Chihuahua).

La campaña para favorecer la doble nacionalidad es parte de una estrategia encaminada a transformar el poder numérico y económico de los mexicanos en el poder político.

"El Trompas ha logrado lo que el corazón nos impide hacer. Porque tomar la ciudadanía estadunidense es una cosa que duele mucho. Y es algo que hay que superar", afirma Artemio Arreola, director de ICIRR.

Al frente de la Casa Michoacán, el activista celebra la suma de esfuerzos y "el giro de 360 grados del gobierno mexicano" al respaldar el proceso de ciudadanización.

"Era un tema intocable. Pero el cambio no ha venido solo. Han sido años y años de presión", afirma Artemio.

Su esposa, Rosa Arreola, lamenta vivir este momento de temor e impotencia. Nunca lo había experimentado en sus más de cinco décadas en EU. Le duele doblemente, dice, porque ella siempre ha sido republicana. "Hoy no podemos votar por quien nos patea", aclara.

La conversación transcurre en el restaurante Manjares —de comida guerrerense—, donde Jaime di Paulo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de La Villita —zona comercial mexicana— lamenta el escaso poder político que la comunidad tiene, pese a constituir 25% de la población. "Sólo tenemos 2% de las autoridades", señala.

Esta baja representatividad se relaciona con la resistencia de los compatriotas a asimilarse a la política de EU. "No puedo convencer a mi hermano de hacerse ciudadano. Le han dicho que es como escupir la bandera de México", confiesa Carmen Paniagua, promotora comunitaria.

En promedio, los mexicanos tardan diez años en gestionar la ciudadanía. Los chinos y los centroamericanos lo hacen justo al cubrir la residencia requerida.

La coyuntura Trump está desencadenando la concientización de que ha llegado el momento de darle votos a la fuerza económica y cultural de los mexicanos.

Trump está sacando a la gente de la apatía electoral y del enfrentamiento interno.

Así lo consideran los impulsores de esta iniciativa, quienes confían en que ésta es la forma de demostrarle al republicano el alcance de las contribuciones de los mexicanos a este país.

"La incertidumbre de lo que viene en las elecciones y la posibilidad de que vengan restricciones a la residencia permanente ha generado esta reacción. No sabemos qué va a hacer este Trompas. Por eso es que ahora sí se quieren hacer ciudadanos", resume Arreola.

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Excelsior.com.mx