Llegando la mitad del año, el Parlamento no sancionó leyes importantes y algunas ni siquiera llegaron al organismo legislativo.

El presidente José Mujica dijo, hasta el cansancio, que este es el año “bisagra”, el año de concreciones, el año en el que los proyectos importantes para el gobierno deben ser aprobados. “Sí o sí” eso debía pasar este año, y así se lo transmitió a sus legisladores en la primera reunión del año, al iniciar el mes de enero.

Sin embargo, cuando el 2012 va llegando a la mitad, no se han promulgado las leyes que la izquierda considera fundamentales y prioritarias. Ya sea porque el Poder Ejecutivo no mandó aún algunas de las iniciativas, o porque los parlamentarios demoran en su análisis, las urgencias esperan . El único proyecto de los considerados “fuertes” convertido en ley este año fue el de los ajustes tributarios que permitirán la rebaja del IVA en distintas situaciones. De todas formas, esa norma había sido catalogada por el gobierno como prioridad para el año pasado y no para este, por lo que se convirtió en otro de los demorados.

En lo que va de la actual legislatura los parlamentarios utilizaron largas horas en interpelaciones, llamados a sala, homenajes, cuartos intermedios en las sesiones para salir en televisión y debates somníferos sin conclusiones.

Pero además, decidieron tomarse la Semana Santa entera para descansar porque, según dijeron a El Observador varios integrantes del Poder Legislativo, no había temas urgentes para abordar.

El Frente Amplio (FA), en especial, decidió postergar además el tratamiento de proyectos de ley como el de despenalización del aborto porque estuvo abocado en las últimas semanas a la campaña electoral por la presidencia de esa fuerza política. A pesar de conocer las reacciones que tendría esta decisión en especial por parte de la oposición, la bancada oficialista no dudó en priorizar la elección de sus autoridades.

Compromiso. En verano, luego de haberse reunido con el presidente y escuchar sus deseos, los legisladores del gobierno definieron cuáles serían las iniciativas a las que darían primacía. Así es que en febrero comenzó a circular un correo electrónico entre los parlamentarios oficialistas con unos 50 proyectos a los que habían resuelto atender este año (ver recuadro). “Compromisos 2012” es el título del correo.

La idea era que todos los tuvieran presentes para impulsarlos en las distintas comisiones a medida que fueran llegando, o presentarlos en el caso de que fueran iniciativas legislativas. Algunos, incluso, ya estaban ingresados en el Parlamento.

Los seis meses que restan para terminar el año “bisagra” parecen poco como para dar trámite a las decenas de normas que se pretende llevar adelante. La página web de Presidencia de la República delata la situación. Allí están publicadas las 29 leyes que el gobierno promulgó en lo que va del año.

Se aprobaron gran cantidad de acuerdos de cooperación entre países, acuerdos bilaterales, designaciones de nombres a centros de estudios o poblados, autorizaciones para salidas o ingresos al país y modificaciones fiscales entre otras cosas. También se promulgaron extensiones del seguro de paro para dos grupos de trabajadores y la ratificación del convenio internacional de trabajo decente para los trabajadores domésticos.

Sin embargo, de las prioridades, nada. Proyectos como el de tenencia responsable de armas, el Instituto Universitario de Educación (IUDE), la regulación de los juegos de apuestas, la de regulación de pensiones graciables, la de maternidad y lactancia y la de empleo juvenil, entre otras, ingresaron al Parlamento y están siendo analizadas en las comisiones respectivas.

Pero otras ni siquiera llegaron.

Pero en las otras tareas no legislativas, que fueron asignadas como prioritarias, tampoco hubo grandes avances. En la reunión de enero entre el Ejecutivo y los legisladores, Mujica dijo que “sí o sí” se deberá construir la planta regasificadora, con o sin Argentina. También habló de concretar la interconexión eléctrica con Brasil y lograr que un tren llegue desde Montevideo a San Pablo. También insistió con darle más fuerza a la UTU y mencionó otras medidas a tomar como la reforma de la ley orgánica policial, la ley de telecomunicaciones, la regionalización del país y actualizar la política de inmigración.

Por eso el presidente les reclamó a sus diputados y senadores que “trillen” todo el país y defiendan la gestión del gobierno.