Más tarde el domingo, Angela Merkel descartó alzas de impuestos para ayudar a lidiar con la mayor afluencia de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Berlín. Más de un millón de refugiados llegarán a Alemania este año, dijo el domingo el vicecanciller germano, Sigmar Gabriel, mientras que un sondeo mostró que casi la mitad de los alemanes cree que la canciller, Angela Merkel, está manejando mal la llegada de inmigrantes que buscan asilo.
Las autoridades alemanas tienen dificultades para lidiar con los aproximadamente 10.000 solicitantes de asilo que llegan cada día. Pese a eso, el Gobierno alemán aún estima oficialmente que recibirá 800.000 solicitudes de asilo en 2015, mientras que los medios calculan que podrían llegar hasta 1,5 millones de inmigrantes.
"Alemania recibirá más de un millón de refugiados este año", dijo Gabriel en un evento del Partido Socialdemócrata (SPD) en Mainz. Agregó que es importante crear las condiciones adecuadas para asegurar que Alemania pueda hacer frente al reto.
Más tarde el domingo, Merkel descartó alzas de impuestos para ayudar a lidiar con la mayor afluencia de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
"Podemos estar contentos de que nuestra economía haya sido bien gestionada durante años y que nuestra situación económica sea buena actualmente", declaró Merkel en un avance de una entrevista que será publicada en la edición del lunes del diario Bild.
Cuando fue consultada si podía dar su palabra de que no habría aumentos de impuestos en relación con la crisis de los refugiados, Merkel respondió: "Sí, definitivamente".
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung informó el sábado de que el Gobierno alemán y la Comisión Europea estaban considerando aplicar un impuesto solidario para recaudar dinero a través de un recargo sobre el impuesto al petróleo o mediante una subida del Impuesto el Valor Agregado (IVA).
Funcionarios alemanes y de la Unión Europea negaron la veracidad de dicho informe.
Reportes de incidentes violentos en los refugios y en comunidades locales sobrepobladas han incrementado el escepticismo de la opinión pública y han mermado al apoyo a los conservadores de Merkel, además de provocar rupturas dentro de sus propias filas.
Un sondeo de Emnid para Bild am Sonntag sitúa el apoyo al bloque conservador gobernante en un 38 por ciento, dos puntos menos que la semana pasada y su nivel más bajo desde las elecciones federales de hace dos años.
Al mismo tiempo, el apoyo al partido antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD) subió al seis por ciento, según un sondeo entre 1.871 votantes realizado entre el 1 y el 7 de octubre.
