Durante la convención nacional del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Temer admitió los graves problemas que enfrenta Brasil.
Río de Janeiro. El vicepresidente brasileño Michel Temer aseguró hoy que la crisis política y económica que vive el país es "gravísima", por lo tanto consideró que no es el momento de dividir y "calentar los ánimos" de la población.
Durante la convención nacional del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Temer admitió los graves problemas que enfrenta Brasil.
"No podemos ignorar que el país enfrenta una gravísima crisis política y económica. Pero no podemos dejar, y esta es la tarea del PMDB, que los graves problemas comprometan los logros sociales alcanzados en los últimos tempos", comentó el vicepresidente brasileño, quien que debe ser reelegido como líder de su partido.
"Ahora hay que construir puentes, que es lo que el PMDB está y estará haciendo. Saldremos de aquí hoy unidos para rescatar los valores de nuestra república y reencontrar la vía del crecimiento económico y desarrollo social", insistió.
En los últimos meses, las voces dentro del PMDB que piden romper con el gobierno han aumentado, algo que admitió el propio vicepresidente del país.
"El PMDB siempre tuvo divergencias internas, pero siempre ha convergido cuando es preciso cuidar al país", subrayó el vicepresidente.
Temer es el primer hombre en la línea sucesoria en caso de que prospere un juicio político que la oposición promueve en el Congreso contra la presidenta Dilma Rousseff, aunque las denuncias por irregularidades fiscales que denuncia la oposición pueden incluirlo.
La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, afirmó ayer que no renunciará al cargo a pesar de las presiones crecientes a que se enfrenta por parte de la oposición por la crisis política y por el caso de corrupción que ha involucrado a su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Antes de comenzar la convención del PMDB, el sector que pide romper con el gobierno repartió un documento en cual defiende su postura, al alegar que Brasil vive "la más grave de sus crisis".
El PMDB ocupa siete de los 31 ministerios que tiene el gobierno brasileño y representa la segunda minoría en la Cámara de Diputados y la primera en el Senado.
El partido gobierna en siete de los 27 estados de Brasil, mientras que en el plano municipal tiene aún más presencia con 1.041 de las 5.570 alcaldías del país.
