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Víctimas llevan a La Habana el drama del secuestro y la desaparición en Colombia
Martes, Septiembre 9, 2014 - 16:33

De las 12 víctimas que componen este nuevo grupo, ocho han padecido alguno de estos delitos, mientras que tres representan a víctimas de homicidio en persona protegida y uno por haber sufrido violencia sexual.

El drama del secuestro, del reclutamiento y la desaparición forzada serán expuestos a los negociadores del Gobierno colombiano y de las FARC por la segunda delegación de víctimas que viajó este martes a La Habana para participar en una audiencia de las negociaciones de paz.

De las 12 víctimas que componen este nuevo grupo, ocho han padecido alguno de estos delitos, mientras que tres representan a víctimas de homicidio en persona protegida y uno por haber sufrido violencia sexual.

"Hay víctimas de varios victimarios. Aunque hubo graves crímenes de las FARC en este conflicto también hubo graves crímenes de otros actores, de los paramilitares y del Estado", dijo el coordinador residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, en una rueda de prensa en Bogotá en la que explicó la composición del grupo.

Los escogidos serán escuchados este miércoles en La Habana por los delegados del Gobierno y las FARC que desde noviembre de 2012 buscan una salida negociada al conflicto armado del país.

Las partes discuten actualmente el tema de víctimas, cuarto punto de la agenda de negociación, y la participación de los afectados, que serán 60 personas en total, es un ejercicio para ayudar a que haya verdad, justicia, resarcimiento y garantía de no repetición de estos hechos.

Nueve de los integrantes de esta delegación son mujeres, y eso "refleja una dura realidad de este conflicto armado, que las mujeres y las niñas han pagado el costo más alto", agregó el representante de la ONU, que junto con el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional selecciona a quienes van a Cuba a hablar en nombre de 6,5 millones de víctimas.

"La composición de esta delegación es especial. Además de que amplía la cobertura de las regiones del país, amplía la presencia de las mujeres en el grupo, en el que son mayoría, y con ello se quiso expresar el dolor y lo que significan en este conflicto", dijo a Efe el sacerdote Darío Echeverry, representante de la Conferencia Episcopal en el proceso de selección.

Una de ellas es la ex congresista Consuelo González de Perdomo, que fue secuestrada por las FARC en septiembre de 2001 y liberada en febrero de 2008, periodo en el que esa guerrilla tomó cautivos a centenares de policías, militares y políticos para presionar un "canje humanitario" por rebeldes presos que nunca se hizo.

González es la primera persona que estuvo secuestrada por las FARC que tendrá la ocasión de hablar cara a cara con los líderes de ese grupo guerrillero en la mesa de paz.

También forma parte del grupo Marleny Orjuela, miembro de la Asociación de Familiares de Policías y Militares Secuestrados por la Guerrilla (Asfamipaz), que durante años fue el rostro de los integrantes de la fuerza pública cautivos de las FARC.

En la primera delegación que se reunió con los negociadores, el pasado 16 de agosto, predominaron víctimas de los casos de homicidio y ejecución extrajudicial y sólo hubo un representante de los familiares de los secuestrados lo que causó polémica en sectores que no se sintieron representados.

"Cada delegación tiene su aspecto propio, su peculiaridad, y cada delegación podrá expresar su dolor y su deseo de que esos hechos tan crueles que sucedieron nunca más se repitan en la historia del país", agregó Echeverry.

Esta vez también viajó Marisol Garzón, hermana del humorista y crítico político Jaime Garzón, asesinado por paramilitares con la complicidad de agentes del Estado el 13 de agosto de 1999, crimen que permanece impune.

Con ellos viajaron, entre otros, Juanita Barragán, reclutada a la fuerza por las FARC cuando tenía 13 años de edad; Teresita Gaviria y Gloria Luz Gómez, parientes de desaparecidos, y Reinel Barbosa, víctima de minas antipersona, explosivos que se han cobrado en Colombia más de 10.000 víctimas, según recordó Hochschild.

Igualmente destacan el afrodescendiente Esaú Lemos y Gabriel Bisbicuis, indígena del pueblo Awá, que sufrieron desplazamiento forzado, entre otros crímenes.

Según Hochschild, con este grupo se buscó "dar visibilidad a los dos grandes crímenes que se cometieron en este conflicto, el del secuestro y también el de la desaparición forzada".

El representante de la ONU hizo un llamamiento a los colombianos para que eviten criticar a quienes van a La Habana, como ocurrió con la primera delegación de víctimas.

"Pedimos tolerancia y respeto por las víctimas, realmente necesitan mucho carácter para enfrentar a su victimario con la palabra, con el sufrimiento", agregó el representante de la ONU, quien sugirió "que cualquier crítica se dirija a nosotros, los organizadores" de la delegación.

Autores

EFE