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Andrés Mendiburo, psicólogo: "El humor no va a causar ninguna hecatombe social; que aparezcan más feministas contando chistes, no causa nada"
Viernes, Junio 15, 2018 - 12:17

El cambio llegó para quedarse. Atrás quedaron los chistes sobre judíos, mujeres, gays o cualquier minoría que en el pasado servían de punta de lanza en las rutinas de cómicos de la industria del entretenimiento. Así lo afirma el Phd, académico e investigador a cargo del Laboratorio y Observatorio de lo Cómico de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y miembro de la Red de Investigación y Estudios del Humor (RIEH), Andrés Mendiburo, en esta conversación con AmericaEconomía.

-¿Cuál es su comediante favorito?

-Yo veo los Monty Python y creo que es la quinta esencia del humor; o Andrés Rillón y el programa "Medio Mundo", eran de un humor precioso.

-¿Un humor sin sentido?

-Más que sin sentido, es absurdo. Ya que en el absurdo tu tomas la realidad y la dibujas de forma tal que la coherencia entre las cosas es extraña, pero aun así existe un sentido. Ese tipo de humor no le parece gracioso a personalidades de índole más conservadoras, mientras que a personas abiertas a nuevas experiencias, ese tipo de discurso le llama más la atención. Por eso Monty Phyton tuvo gran impacto en la juventud inglesa de los años 70, justo en un momento de rebelión de los jóvenes, acompañados del punk y otros fenómenos.

-¿Qué opinión le merece, entonces, el caso de Patch Adams y su técnica de la risoterapia en los hospitales?

-Tengo una discusión con la risoterapia. Existen muchos ejemplos de grupos que van a los hospitales o realizan el "yoga de la risa". Esas personas defienden mucho lo que hacen, y está bien, es una buena acción, pero ese acto tiene poca base científica. ¿Para qué sirve?, me pregunto, y me responden: "para hacer más felices a las personas". Pero ¿por cuánto rato? No veo la diferencia a inyectarle benzodiazepina.

-¿No hay una investigación que diga que "la risa sana"?

-No hay ninguna investigación que avale a la risoterapia. Por ejemplo, dicen "cuando tú te ríes, liberas endorfinas", pero no necesariamente. Porque si te produzco cosquillas, no te vas reír a carcajadas; al contrario, te vas a terminar estresando.

-Se confunde al humor con la risa.

-Así es, claramente el fenómeno del humor es comprendido de forma muy limitada, a reírse, pero eso no es experimentar humor. Ya que en el humor quiere decir que estás contento, lo que incluye otras emociones. Pero aun así, completando este estado emocional prototípico que es la "alegría", hoy se sabe que los efectos de ese estado (la risa) sobre la salud son mínimos. Ese dicho de la risoterapia que dice que "reír es la mejor medicina", es mentira; el paracetamol es mejor medicina.

MÁS POBRE QUE EL SENAME

-El humor en la política se usa como herramienta estratégica en muchas ocasiones.

-Sin duda, y sigue siendo una maniobra comunicacional poco estudiada en cierto grupos. Por ejemplo, la mayoría de los cientistas políticos hacen alusión a lo que se dice del político, pero tienden poco a fijarse en otras formas de expresión menos controladas, como por ejemplo "la talla" (chiste o broma corta), un acto muy poco controlado en términos sociales. Muy poca gente puede controlar la talla.

-Es una acción casi inmediata, automática.

-Exacto. Es más, debes tener la capacidad de genio para decir una talla, contarla. Luego viene el análisis de si me estoy desubicando. Por eso la gente que dice tallas puede caer muy bien o pésimo, porque el filtro social tiene que ser muy rápido y mucha gente no tiene esa característica.

-¿Cuál sería un ejemplo de eso?

-El humor es una muy buena forma para determinar cómo una persona piensa, o sobre cuáles son sus actitudes u opiniones. Por ejemplo, el presidente Sebastián Piñera, cuando era candidato presidencial, durante una entrevista radial dijo: "este desayuno está más pobre que el de los niños del Sename (Servicio Nacional de Menores)", entonces tú lo escuchas y dices ¿qué le pasa?

-Un talla sin filtro.

-Si lo analizamos, fue un chiste, una talla rápida. Claro, es inteligente como chiste y el de seguro pensó: "es una buena comparación". Esto es un claro ejemplo de cuando el humor está describiendo mucho a la persona que lo ocupa.

HUMOR FEMINISTA

-Diez años atrás, el humor basado en la burla hacia las mujeres y homosexuales era socialmente aceptado y movía a la industria del entretenimiento, donde existían personajes como Tony Esbelt, del comediante Mauricio Flores.

-Totalmente detestable, por cierto.

-¿Qué cambió hoy?

-Es sabido que culturas que son más femeninas, en general, tienden a cuidar de mejor forma las relaciones sociales y a buscar menos la agresión o la burla en el otro. ¿A qué se asocia una cultura más femenina? A mayor acceso a educación formal, o sea, más tiempo estudiando.

-La tasa de acceso a la educación en Chile, en los últimos años, ha aumentado de forma exponencial.

-Claro, en lo concreto, si aumentas las tasas de escolarización, la jornada completa en los colegios, y el acceso a estudios superiores, se está fomentando que las personas “activas” en la sociedad, sean proclives a ideas más progresistas, como la defensa de los derechos humanos, la ley de aborto, etc., y con ello la relación directa de dejar las burlas a ciertos grupos. Y con ello, claro, la aparición de un humor más feminista.

-¿Qué análisis humorístico hace del "humor feminista" de hoy?

-A mí me parece que, por un lado, existe hoy el gusto de que aparezca este humor femenino o feminista -a mí Natalia Valdebenito me parece graciosa- y hay colectivos de comediantes de mujeres que son muy buenas, pero en paralelo estos grupos y este humor feminista está estableciendo cuáles son los límites del humor. 

-¿Una especies de "jueces del humor"?

-Yo creo que el problema es que, por lo menos a mí, me está dando miedo hacer ciertos chistes. Por ejemplo, hacer chistes sobre el abuso de poder o la violencia contra las mujeres, temas gravísimos, pero como sociedad sería genial que pudiéramos reírnos del tema. No reírnos de la gente que ha sido víctima de algún mal, sino al contrario, usar el humor como "afrontamiento", porque está demostrado que usar humor comunalmente, es decir, cuando estas en grupo -pasando por una situación estresante o terrible-, como un funeral, ayuda. 

-¿Cómo ayuda?

-Primero a generar mayor comunión, adhesión social; las personas se comienzan a juntar y se genera la sensación de ser parte de un todo, lo que facilita el afrontamiento de situaciones muy difíciles.

-El humor feminista de denuncia hoy, ¿puede cambiar las desigualdades que se tiene con las mujeres?

-El año pasado (2017), en el Congreso Internacional del Humor, había un doctor, un speaker, el más respetado de todos. El doctor daba su experiencia sobre el análisis de los fenómenos humorísticos en sociedades como la ex Unión Soviética, Europa del Este y le preguntan: ¿cuál ha sido el rol del humor en los cambios sociales? Y el tipo contesta: "El rol del humor es ninguno; por favor, no crean que el humor tiene injerencia alguna en los cambios sociales". Yo, personalmente, creo en lo mismo.

-¿El humor de denuncia no cambia la sociedad?

-El humor no va a causar ninguna hecatombe social; que aparezcan más feministas contando chistes, no causa nada. El humor sí es una manifestación cultural, y sí está mostrando algo, pero el humor en sí mismo no causa nada. Si llegará a instalar temas a nivel de políticas públicas, ahí están los cambios. El rol del humor será manifestar el descontento, pero no va generar grandes cambios sociales.

-Entonces, el humor sí es una herramientas poderosa para influir, pero no para transformar.

-Exacto, por ejemplo, si yo cuento chistes machistas a personas machistas, les voy a hacer creer que está bien ser machista. Eso es un estudio clásico. Cuando cuento chistes sobre un grupo social determinado que tiene actitudes negativas hacia ese grupo, no solamente entienden el chiste, sino también potencia en esas personas que está bien reírse de ciertos grupos sociales, y eso es lo grave. Hay que tener cuidado dónde cuentas el chiste y a quién se lo cuentas, pero decir que eso es la reproducción de un sistema patriarcal y no sé qué más, es un montón de ideas que no van hacia ningún lado.

CHISTOSO PERO OFENSIVO

-Sobre lo mismo, ¿cómo sobrevive hoy Yerko Copuchento (personaje de Daniel Alcaino, del Canal 13 en Chile)?

-A mí en lo personal no me parece un personaje gracioso. En el humor, cuando yo te cuento un chiste, estoy evaluando dos cosas: estructura y contenido. La estructura es que preparo la historia y doy el remate; donde el remate te libera incongruencias, te "resuelve el problema" teniendo en cuenta que la mayoría pensamos en formato lógico o lineal. Por eso, en término de estructura, Yerko Copuchento es fome (aburrido), y si hablamos de contenido, su propuesta ya es peligrosa. Por ejemplo, cuando se burla de la inmigración haitiana o cuando compara a una ministra con un mono.

-Lo llamativo es que mucha gente se ríe con sus bromas, como las que hizo hacia la actriz transexual Daniela Vega.

-El chiste (o los chistes) de Alcaíno, en su estructura, claro, son graciosos. Cumple con la estructura de un buen chiste, pero en su contenido es ofensivo. Otra vez nos topamos con la teoría de la disposición, es decir, la broma te va a parecer graciosa cuando se ofenda a un grupo que para ti sea un grupo desvalorizado. Entonces, tenemos un cambio cierto de disposición frente a grupos que antes estaban totalmente desvalorizados, y a la par, está existiendo cada vez menos espacios en los medios para mostrar ese estilo de humor.

-¿El futuro de Yerko?

-Con el tiempo y la evolución de mayor valorización de estos grupos "minoritarios", Yerko Copuchento terminará por desaparecer. Cada vez será más anacrónico.

Autores

Cristian Aránguiz