La presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, Olga Mesa, defendió la importancia de poner en vigor lo más pronto posible un nuevo Código de Familia en la isla.
La familia cubana ha modificado sensiblemente su estructura, como consecuencia de los cambios demográficos que vive hoy la isla, dijeron esta semana algunos especialistas.
La doctora María Elena Benítez, directora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, dijo a la prensa local que la población cubana ha experimentado profundos cambios que tienen reflejo en la estructura familiar predominante en la isla.
Uno de los cambios más notables, señaló la demógrafa, es la reducción del tamaño promedio de los hogares cubanos, que pasaron de 4,8 miembros en el censo de 1953, a los 3,2 reportados en el realizado en 2002, pues aún no están disponibles los datos del ejecutado a finales de 2010.
También se aprecia un aumento del porcentaje de mujeres que es reconocido como jefa de hogar, pasando de 14,4 en el 1953, a 40,5 en 2002.
"En ese sentido, Cuba comparte las tendencias del mundo, donde, por ejemplo, predomina la consensualidad, es decir la unión de parejas sin matrimonio", afirmó Benítez.
Por su parte, la sicóloga Patricia Ares señaló que "la unidad es un valor muy importante para la familia cubana, que no solo está integrada por quienes viven bajo el mismo techo, sino por otros parientes, los vecinos y hasta la comunidad, en una verdadera red social".
Ares dijo que en la isla la familia vive a contracorriente de lo que sucede en el resto del planeta, donde valores como la solidaridad o la unión quedan relegados a un segundo plano.
"En otras naciones, la vida es muy agitada, hay una urbanización acelerada, jornadas de trabajo extensivas e intensivas y hay poco espacio para compartir con la familia", subrayó.
De acuerdo con la especialista, también hay una amenaza para la función formadora de la familia por el actual consumo cultural masivo "que promueve valores lejanos de nuestros ideales sociales".
Hace unos días, la presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, Olga Mesa, defendió la importancia de poner en vigor lo más pronto posible un nuevo Código de Familia en la isla.
"Es muy difícil legislar sobre familia, todos exponen criterios diversos sin lograr un acuerdo, y por ser un tema vital y vinculado de manera estrecha a la realidad del país, debe ser priorizado", dijo Mesa, citada por la agencia Prensa Latina.
La jurista recodó que Cuba tiene Código de la familia desde 2003, aunque luego fue elaborada la actual versión en 2010, que es la vigente, "pero ya quedó atrás, y es hora de volver a legislar ante los cambios que se vienen sucediendo en la nación".
"La demora en aprobar un nuevo Código de Familia nos perjudica en lo concerniente al Proceso Familiar, y esto ya llevó al Tribunal Supremo Popular a emitir instrucciones, y casi a hacer leyes de familia", dijo Mesa en la VII Conferencia Internacional de Derecho de Familia, recién concluida en La Habana.
Para la jurista, "el Derecho de Familia es el más humano de los derechos, y tiene relación con la vida de las personas, que nacen de una madre y un padre, contraen matrimonio, tienen hijos, se divorcian y, todo eso, guarda relación con esta rama de la jurisprudencia, y al mismo tiempo, es humanidad".
"Es el menos jurídico pero al mismo tiempo es acompañado por importantes disciplinas como la Psicología, la Pedagogía, la Demografía, la Medicina y la Sociología, entre otras", explicó la también profesora consultante de la Universidad de La Habana.
Mesa, quien fue recién ratificada como presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, subrayó que el Derecho de Familia regula la célula fundamental de la sociedad, de ahí su carácter netamente social