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La inmigración en España ha entrado en un nuevo ciclo
Martes, Febrero 22, 2011 - 09:14

Debido a la recesión España puso en marcha programas de retorno voluntario para los inmigrantes que deseen volver a sus países de origen, cuyas economías están en fase de crecimiento como Perú o Brasil, pero no han tenido el éxito esperado porque muchos de ellos temen perder lo conseguido en España.

Madrid. La inmigración en España ha entrado en un nuevo ciclo donde el fenómeno de flujos intensos de entradas ya no se da a causa de la grave crisis económica que ha llevado a la cesantía a más de cuatro millones de personas, entre ellos más de 600.000 inmigrantes, dijo la responsable de la política migratoria española.

Lo prioritario ahora es solucionar la crisis y consolidar la inmigración de larga duración, siguiendo un modelo propio español que no tiene nada que ver con el multiculturalismo del que recientemente han renegado algunos países europeos.

"Queremos consolidar esa inmigración regular que paga impuestos", dijo Anna Terrón, secretaria de Estado para la Inmigración y Emigración, en una entrevista con Reuters, con motivo del nuevo Reglamento que desarrolla la ley de Extranjería aprobada en diciembre de 2009.

La secretaria dijo que era importante destacar que actualmente en España hay más de 1,7 millones de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social, 36% del total de los 4,7 millones de ciudadanos extranjeros con residencia legal.

Pero el fin de un modelo económico basado en un larga década del boom inmobiliario y de la construcción ha dejado a 619.000 inmigrantes en el paro (un 15% del total de desempleados) y muchos de ellos se encuentran con situaciones sociolaborales muy complicadas.

"El problema es que ha habido una inmigración que ha venido a cubrir puestos de trabajo muy poco cualificados y muchos de ellos han desaparecido y no volverán", dijo Terrón, aunque señaló que pese a la crisis hay empleos especialmente duros, como la gestión de residuos o tratamiento de basura, que siguen siendo difíciles de cubrir.

España quiere ahora facilitar los trámites para la captación de profesionales cualificados y competir en el mercado internacional de talento y ha introducido en el reglamento excepciones a la concesión de la tarjeta azul europea destinada a este tipo de trabajadores más formados.

A raíz de la crisis, España puso en marcha programas de retorno voluntario para los inmigrantes que deseen volver a sus países de origen, cuyas economías están en fase de crecimiento como Perú o Brasil, pero no han tenido el éxito esperado porque muchos de ellos temen perder lo conseguido en España.

Se calcula que desde que comenzó la crisis en 2008 habrían regresado a sus lugares de origen unos 30.000 extranjeros.

Retorno y reagrupación. El nuevo reglamento de Extranjería ha introducido como principal novedad respetar la antigüedad y los derechos de los inmigrantes que vuelvan a sus países y quieran regresar a España después de tres años.

"Hemos previsto en el reglamento que estas personas puedan marcharse y si, después de tres años, vuelven a tener las condiciones para venir (un contrato de trabajo, principalmente) no tienen que ponerse los últimos de la fila sino que se les va a respetar lo que ya tenían, como por ejemplo una residencia de larga duración", dijo la secretaria de Estado.

Para los que ya están aquí y quieren traer a su familia, el reglamento introduce lo que denomina la "objetivación de medios económicos", que fija la cuantía mínima de ingresos que debe acreditar el solicitante de un permiso de residencia por reagrupación familiar, que además debe demostrar que dispone de una vivienda adecuada para alojarla.

"Hemos hecho una propuesta que puede estar en torno a los 800-900 euros para el primer familiar, y luego esa cantidad aumentaría más o menos 200 euros por cada familiar adicional", dijo Terrón sobre la nueva normativa que regula el día a día de la inmigración y que ya cuenta con el respaldo de sindicatos y patronal, dentro del proceso de diálogo abierto antes de la entrada en vigor, previsiblemente en los próximos dos meses.

En España hay 2,3 millones de inmigrantes extracomunitarios, que son a los que se aplican las leyes de extranjería, muy vinculadas al mercado laboral, siendo los marroquíes, con más de 700.000 residentes, la nacionalidad más numerosa.

No obstante, el mayor grupo de extranjeros residentes en España es el rumano, con más de 800.000 residentes en España, pero al ser su país miembro de la Unión Europea se rigen por las leyes comunitarias de libre circulación y no por la ley de Extranjería.

Modelo multicultural. Respecto al modelo de integración de los inmigrantes en la sociedad, la secretaria de Estado dijo que España jamás había optado por el multiculturalismo que ahora países como Alemania, Reino Unido y Francia consideran fracasado.

"Nosotros no hemos apostado nunca por la multiculturalidad, nunca hemos desarrollado un modelo de interlocución con colectivos, culturas, religiones más allá de la persona", dijo en la entrevista.

"Siempre nos hemos centrado en el individuo, en la persona, en establecer un marco de obligaciones y derechos para la persona. Hemos apostado por un modelo intercultural de integración individual en nuestra sociedad", añadió.

La canciller alemana, Angela Merke, dijo hace meses que el intento de Alemania de crear una sociedad multicultural "ha fracasado por completo", lo que avivó el debate sobre inmigración e integración particularmente de la población islámica. Reino Unido y Francia se sumaron posteriormente al mismo mensaje y se mostraron partidarios de pedir más a los inmigrantes para que se integren en las sociedades de acogida y fomentar los valores occidentales.

Anna Terrón admitió que la inmigración no está normalizada en España, que hay muchos problemas, unos derivados de la situación sociolaboral de las personas y otros de la fricción de maneras de ver la vida diferente.

"No hay son recetas mágicas, ni atajos para resolver todo esto", dijo, refiriéndose a la propuesta de normas para, por ejemplo, prohibir los burkas o el velo islámico en espacio municipales.

"En España no hay burkas, hay velos integrales poquísimos... Lo importante es que (cuando proceda) se le pueda exigir a la gente la identificación y que eso lo hagamos con las normas que tenemos y las leyes generales", dijo en general sobre la mejor manera de resolver los problemas de convivencia que puedan surgir entre distintas culturas.

Mundo árabe. Desde el inicio de los levantamientos populares en países árabes de Oriente Próximo y norte de Africa en enero, España no ha visto ningún signo de aumento de la presión migratoria procedente de esa región.

"En España en este momento no ha llegado ningún flujo migratorio por este motivo, pero el control de nuestras fronteras sigue siendo una prioridad para nosotros", dijo Terrón respecto a las preocupaciones de Italia tras la llegada a sus costas de más de 4.000 inmigrantes de Túnez. Italia pedirá el miércoles en una reunión de urgencia de la UE endurecer la entrada de inmigrantes ilegales al bloque de 27 países.

Las revueltas en Túnez y Egipto en las últimas semanas han derrocado a sus veteranos líderes tras décadas en el poder, y han inspirado protestas en demanda de cambios democráticos en todo el mundo árabe, incluida Libia, Bahréin, Yemen, Argelia y Marruecos.

Terrón pidió que la Unión para el Mediterráneo, con sede en Barcelona, apoye y promueva los movimientos democráticos y ayude a los gobiernos en transición, coincidiendo con las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Zapatero aplaudió el lunes en términos generales los procesos de democratización a los que se están viendo forzados algunos países de la región y destacó que Europa debería apoyar los procesos política y económicamente.

"La Unión Europea debe estar dispuesta, preparada para facilitar ante todo ayuda económica", dijo Zapatero en una entrevista exclusiva con Reuters.

Autores

Reuters