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¿La solidaridad sobrevivirá al Covid-19? ¿O desaparecerá cuando se minimice la epidemia?
Jueves, Abril 9, 2020 - 10:51

La socióloga, experta en neurolingüística y autora del libro 'Las palabras que nos habita', Alicia Aradilla sostiene que el Covid 19 "no ha eliminado la división de los trabajos, pero la ignora, nos afecta a todos por igual, aunque nuestros recursos sean distintos para superarlo, nos ha confinado en casa a casi todo un planeta, lo que crea una percepción de igualdad inaudita hasta hoy".

Existen numerosos fenómenos sociológicos a raíz de la crisis sanitaria que se vive actualmente y la solidaridad es uno de ellos. ¿Qué sucederá con nuestra solidaridad cuando el confinamiento haya concluido? ¿Mantendremos este nivel de solidaridad? O repentinamente ¿seremos más egoístas e individualista?

Para tratar de ello, hemos querido hablar con la socióloga, experta en neurolingüística y autora del libro 'Las palabras que nos habita' (Ed. Uno. Barcelona 2016), además de conferenciante TEDx 'Identidad Narrativa', Alicia Aradilla.

Como indica la socióloga Alicia Aradilla "Estas preguntas que responderlas parece una visión de futuro, están respondidas, en parte, desde la sociología hace años, a través de los postulados del sociólogo francés, Emile Durkheim, que diferencia solidaridad mecánica de solidaridad orgánica. En esa diferenciación están algunas respuestas a nuestras preguntas".

Las sociedades siempre presentan solidaridad, en distintos grados, y en algunos sectores, más que en otros. Es por ello que a pesar de estar presente en todas las culturas, es una auténtica desconocida en algunos ámbitos.

La solidaridad mecánica, podemos definirla de manera resumida como aquella que se produce en sociedades con poca o ninguna división en el trabajo, en las cuales las funciones suelen ser las mismas para todas las personas, independientemente de su estado o condición social.

"El Covid19 no ha eliminado la división de los trabajos, pero la ignora, nos afecta a todos por igual, aunque nuestros recursos sean distintos para superarlo, nos ha confinado en casa a casi todo un planeta, lo que crea una percepción de igualdad inaudita hasta hoy. La solidaridad mecánica se basa en un sentimiento de unión, producto del sentido de igualdad entre los individuos. La motivación a ser solidario es marcadamente intrínseca. Es desde ahí que hemos despertado fuertemente nuestra predisposición de ayudar al prójimo. Sea quien sea, sin distinción", comenta Arandilla.

La solidaridad orgánica es aquella que se produce en sociedades que presentan una marcada división del trabajo. Característica de las sociedades capitalistas, donde los individuos generan una red de interdependencias donde todas las personas necesitan de los servicios o conocimientos de las otras.

Las situaciones extremas e inusuales, nos despiertan la solidaridad mecánica y se dan más acciones loables. Dicen que sacan lo mejor de nosotros. Desde la visión psicológica, la respuesta es sí. Desde una mirada sociológica es la respuesta grupal a un estímulo social. "Cuando acabe la situación, en gran parte de la población, el comportamiento cambiará, y esta actitud solidaria desaparecerá o mermará considerablemente, para ajustarse de nuevo a los mecanismos de la solidaridad orgánica. Saldremos de casa, quedarán explicitas las diferencias (culturales, económicas, sociales...) y sólo serán solidarias, aquellas personas que la tengan bien definida en su identidad narrativa y entre sus valores", apunta Aradilla.

Y por último, también tenemos la solidaridad social, concepto moral referido a la capacidad o actitud de los individuos de una sociedad para ayudarse y apoyarse unos a otros en aspectos puntuales de la vida cotidiana.

La solidaridad social es horizontal, es decir, se ejerce entre iguales, de modo que implica un espíritu de colaboración desinteresado que dinamiza las relaciones entre los individuos de una comunidad. Su motor son los intereses comunes, la pertenencia o la empatía hacia un grupo determinado, el interés por el bienestar de los otros individuos de la sociedad que sentimos como nuestros iguales. La solidaridad social es la que nos piden los estados en la situación del COVID19. A diferencia de algunos personajes públicos o clase política que a veces utilizan estas situaciones para tener más enfrentamientos, la ciudadanía, formada por personas tan distintas y variadas, hace muestra día a día de la capacidad de adaptar su solidaridad a la situación.

Desde esta distinción sociológica de solidaridad podemos explicar fenómenos y comportamientos como:

- La cita de las 20.00h para agradecer aplaudiendo a personas que desconocemos y que probablemente no conoceremos.

- Empresas repartiendo menús a ancianos.

- Empresas que reorientan su producción y fabrican mascarillas, batas o geles desinfectantes.

- Periodistas haciendo programas de tv. desde casa y otros tanto, tomando el riesgo de salir a la calle para que desde nuestras casas podamos ver la calle y la situación.

- Plataformas que dan entrada libre, cine, museos, teatro.

- Taxistas voluntarios.

- Ciudadanos expandiendo su creatividad en bromas y chistes.

- Miembros del estado haciendo tareas presenciales, a pesar de tener familiares cercanos diagnosticados positivos.

- Las conversaciones del congreso.

- Las palabras de las comparecencias oficiales.

- A lo que se suma, todo un país, salvo excepciones, confinados en casa. Pidiendo al resto que también lo haga.

- Puntos claves para analizar la solidaridad en la sociedad tras COVID19.

- Saber diferenciar solidaridad de altruismo o generosidad.

- Ante la inadaptación a la solidaridad de grupos o personas, evitar, la crítica no constructiva.

- Mantener una solidaridad mecánica post Covid19, podría ser uno de los mayores fenómenos sociológicos recientes.

- Mantener una motivación bien definida personalmente sobre la tipología de nuestros actos solidarios, crearía una sociedad más humana, por ser más solidaria.

Países

Autores

Europa Press