Pasar al contenido principal

ES / EN

Perú busca frenar acoso sexual con penas de cárcel y medidas en el transporte
Jueves, Junio 12, 2014 - 17:54

La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, subrayó a Efe que "el acoso sexual es una forma de violencia" y anunció que se le dará prioridad en el Ejecutivo para que figure como delito en el código penal.

Lima. Las denuncias de acoso sexual han llevado a las autoridades peruanas a plantear la imposición de penas de cárcel y el establecimiento de medidas de prevención en el transporte público, después de que la conocida actriz y cantante Magaly Solier fuera una de las víctimas.

La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, subrayó a Efe que "el acoso sexual es una forma de violencia" y anunció que se le dará prioridad en el Ejecutivo para que figure como delito en el código penal.

"Ahora tenemos la oportunidad de unir esfuerzos. Tenemos que enfrentarlo multisectorialmente a nivel del Ejecutivo e involucrar a los gobiernos locales, a los municipios, a la población, a las unidades de transporte, al poder público, el poder judicial y a los colegios", manifestó Omonte.

El acoso sexual cobró gran atención mediática tras la denuncia pública que hizo a finales de mayo pasado Magaly Solier, protagonista de la película "La teta asustada", quien se querelló porque un hombre se masturbó detrás suyo cuando viajaba en un autobús público del sistema Metropolitano.

En un vídeo de seguridad del Metropolitano se observó como Solier increpaba a un hombre y le propinaba una bofetada, sin que ninguna persona acudiera en su ayuda.

Protransporte, la empresa administradora del Metropolitano, informó que desde la entrada en vigencia del sistema de autobuses, en 2010, se han denunciado ante la Policía 34 casos de acoso sexual.

Tras el gran revuelo causado por la denuncia de Solier, el 2 de junio pasado la congresista Rosa Mavila presentó un proyecto de ley en el Parlamento para sancionar el acoso sexual hasta con 12 años de cárcel en su modalidad agravada.

"El proyecto criminaliza como pena agravada el acoso a menores de edad. En ese caso no solo se viola la libertad sexual de la persona sino la indemnidad, porque una criatura no está en condiciones de oponerse al acosador y le ocasiona una circunstancia de miedo e indefensión mucho más profunda", señaló Mavila a Efe.

La legisladora indicó que se espera que en los próximos meses este proyecto sea discutido en las comisiones de Justicia y de la Mujer del Congreso, de donde, en caso de ser aprobado, será enviado al pleno para su discusión.

"El proyecto plantea que el acoso no es un delito contra el pudor ni las buenas costumbres, sino contra la libertad sexual si la persona es mayor de edad y contra la indemnidad sexual si el acosado o acosada es menor de edad", manifestó.

La denuncia de Solier también llevó a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, a proponer que se pongan autobuses exclusivos en el Metropolitano para niñas y adolescentes.

El gerente general de Protransporte, Ítalo Fernández, señaló que se está evaluando esta propuesta y también la segregación de pasajeros según su género dentro de un mismo vehículo.

Omonte consideró, sin embargo, que esta medida no es una solución definitiva para alcanzar una sociedad peruana con un nivel de "convivencia sana para todos sus miembros".

"La segregación, desde mi punto de vista personal, nos hace retroceder. Yo confío en que la autoridad metropolitana evalúe bien su propuesta. Al no ser una medida que se aplique a todos los medios de transporte masivo en general, dudo que pueda tener una eficiencia en su aplicación y sus resultados", opinó.

La directora del observatorio "Paremos el acoso callejero", Elizabeth Vallejo, también consideró que separar a hombres y mujeres en los autobuses del Metropolitano era absurdo.

"Sentimos que es una especie de resignación, es como decir 'los hombres son unas bestias, mala suerte'. Queremos que los hombres se acostumbren a que hay mujeres en las calles y que no pueden estar tocándolas", manifestó Vallejo a Efe.

Según la especialista, desde 2012 las peruanas están denunciando en mayor medida los casos de acoso sexual y manifestó que la mala experiencia de Solier también ha servido para que las víctimas no se queden calladas.

Autores

EFE