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Perú busca soluciones a la arraigada violencia contra los niños
Lunes, Febrero 23, 2015 - 11:33

La última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar de 2013 reveló que el 62,4% de mujeres dijo haber sido golpeada por sus padres en su niñez y que el 23% daba algún tipo de golpe y palmadas a sus hijos como una forma de educarlos.

Lima. Los golpes y maltratos a los niños es una práctica arraigada en Perú, con los padres como los principales agresores, motivo por el cual las entidades que trabajan en el asunto proponen la aprobación de una ley que erradique el uso de la "corrección moderada", que legaliza estos castigos violentos.

Es muy común ver a niños a los que gritan sus padres en los autobuses de transporte público o arrastrados porque no quieren comer en un restaurante, en medio de la indiferencia de los demás que prefieren no intervenir en un asunto considerado familiar.

La última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar de 2013 reveló que el 62,4% de mujeres dijo haber sido golpeada por sus padres en su niñez y que el 23% daba algún tipo de golpe y palmadas a sus hijos como una forma de educarlos.

El 90% de las madres es quien ejerce el papel de corregir a los hijos, entre 1 y 5 años, de acuerdo a la encuesta.

"Somos un país donde la autoridad se impone por la fuerza y no por la razón, y (esas prácticas) se reproducen en las relaciones cotidianas, pero la forma en que los padres usan su poder genera miedo y sumisión", declaró a Efe la directora de programas de la organización Save the Children en Perú, Ana María Márquez.

"Otro factor que influye es el no reconocimiento del niño como una persona con derechos", agregó la experta.

Una encuesta de Ipsos publicada por El Comercio encontró que el 73% de entrevistados dijo haber recibido golpes de sus padres u otro adulto, y el 57% fue testigo de violencia contra niños en su familia.

La intervención de terceros en casos de violencia infantil han permitido en las últimas semanas en Lima la detención e ingreso en la cárcel de un padrastro, que estrelló la nariz de su hijastro de seis años contra los asientos de un auto porque le dio pataleta, y la denuncia contra una madre de familia en Ica que bañaba, a punta de golpes, a su hija de dos años en el patio de su casa.

En el primer caso, hubo una joven que colgó las imágenes del violento padrastro en las redes sociales para denunciarlo y, en el segundo, fue una vecina que se conmovió de las permanentes agresiones contra la niña quien decidió grabarlo con su celular y denunciarla en los medios de comunicación.

"Nos falta sensibilizarnos en el tema, es que hemos sido criados en violencia, es una práctica arraigada que, a nivel social y cultural, es aceptada", declaró a Efe la adjunta de la Defensoría del Pueblo para la Niñez y Adolescencia, Matilde Cobeña.

El maltrato de padres a hijos "no es un asunto privado, es un asunto público, entonces cualquier persona que conozca este caso, tiene que denunciarlo, pero no lo hacemos", señaló.

Cobeña explicó que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas le ha pedido al Perú en el 2000 y en 2006 que prohíba, a través de una norma, "el castigo físico y humillante contra la niñez y la adolescencia en todos los espacios".

La adjunta de la Defensoría precisó que debe derogarse los artículos del Código Civil y del Código de los Niños y Adolescentes en los que se menciona el uso de la "corrección moderada", como una facultad de los padres para educar a sus hijos.

En la actualidad hay cinco proyectos de ley que buscan, entre otros temas, eliminar la violencia contra los menores, uno de los cuales es promovido por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que tiene a su cargo los programas a favor de la niñez.

Existen 44 países que tienen una ley expresa que prohíbe el castigo físico contra los niños, ocho de los cuales son de Latinoamérica, y "ojalá que el Perú lo apruebe en este momento de coyuntura", expresó Cobeña.

Además, de la legislación, la representante de Save the Children dijo que se necesitan recursos económicos para implementar servicios de protección para los niños víctimas de violencia y de orientación psicológica para los padres que necesitan aprender formas de crianza positiva.

Autores

EFE