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Proponen que Wall Street pague un impuesto a las transacciones para atender las necesidades sociales de Estados Unidos
Sábado, Julio 21, 2012 - 11:55

A la propuesta se han sumado rostros como el empresario tecnológico Bill Gates, el financista George Soros, los premios Nobel de economía Joseph Stiglitz y Paul Krugman, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

A cuatro años del inicio de la devastadora crisis económica que afectó a Estados Unidos, la organización Robin Hood Tax (Impuesto Robin Hood), lleva adelante una fuerte campaña para que Wall Street pague impuestos por sus transacciones y de esta manera colabore a cubrir las necesidades sociales de la población.

El llamado “impuesto Robin Hood” implicaría una carga impositiva a Wall Street dirigida a las transacciones que realice el sector financiero estadounidense, con el objetivo de cubrir las necesidades sociales de la gran mayoría de la población que fue afectada por sus acciones especulativas que contribuyeron a generar la crisis económica.

“Una de las razones por la que colapsó la economía en 2008 fue que los grandes bancos y los especuladores en Wall Street aplastaron la economía, recibieron un rescate por parte de los contribuyentes y no hubo recuperación alguna para la mayoría de la gente”, explicó a Télam Ken Zinn, director de Política del mayor sindicato de enfermeras de Estados Unidos, National Nurses United.

“Es hora de que Wall Street pague. Que pague impuestos en sus transacciones como lo hace el resto de la gente”, insistió Zinn asegurando que eso “es lo justo”.

La “gran idea detrás es generar cientos de billones de dólares”, ya que ese dinero “podría proveer fondos para empleos con el fin de impulsar la reactivación de la economía”, así como “ayudar a salvar la red de seguridad social en Estados Unidos y en todo el mundo”, explican desde su sitio Web oficial.

Así, con el slogan de “no se trata de un impuesto sobre las personas sino para las personas”, ya son más de 75 las organizaciones que dan su apoyo y se movilizan para que el congreso en Washington analice y apruebe la propuesta.

Junto a ellos se suman también las voces de reconocidas personalidades, como el empresario tecnológico Bill Gates, el financista George Soros, los premios Nobel de economía Joseph Stiglitz y Paul Krugman o el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Esta no sería, sin embargo, una reglamentación nueva para el país norteamericano, que ya la aplicó desde 1914 y hasta 1966 con el objetivo de aumentar los ingresos por cada venta o transferencia de acciones.

A nivel internacional, actualmente más de 40 países cuentan con el "impuesto Robin Hood" o alguna variante a las transacciones financieras, mientras que en Europa dieron un paso adelante hace un mes cuando un grupo de países de la Eurozona (Alemania, España, Francia e Italia) expresaron su apoyo a la aplicación de un impuesto común.

Además, para mantener la exposición global, los impulsores del Robin Hood Tax llevan adelante campañas en foros de todo el mundo.

Así, en noviembre del año pasado la National Nurses United, trasladó a enfermeras provenientes de cuatro continentes hacia la reunión del G-20 en Cannes, Francia.

En esa ocasión, lograron que el entonces mandatario Nicolas Sarkozy incluyera el tema en la agenda de la cumbre y que un grupo de presidentes apoyara la iniciativa.

Si bien en la última reunión del Grupo realizada en Los Cabos, México, no consiguieron que la propuesta fuera debatida, sí contaron con el apoyo del actual líder francés, Francois Hollande, para reflotar el tema, como así también lo hicieron en la reunión de Río+20 sobre desarrollo sustentable.

Autores

Télam