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Senadora colombiana Piedad Córdoba: "asumo que me quieren lapidar"
Sábado, Octubre 2, 2010 - 20:09

La senadora, recientemente destituida de su cargo en Colombia, no acepta la autoría de ninguno de los correos en los que se basa el fallo, y dice que esos mensajes contienen datos que ella le entregó a la Casa de Nariño.

Bogotá. A días de perder su condición de senadora de Colombia por destitución del Procurador, Piedad Córdoba asegura en entrevista con el diario El Espectador, que Alejandro Ordóñez había prometidoacabarla”.

No acepta la autoría de ninguno de los correos en los que se basa elfallo y dice que esos mensajes contienen datos que ella le entregó a laCasa de Nariño. Afirma que por ningún motivo pediría asilo político y revela detalles asombrosos de la mediación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

CeciliaOrozco Tascón (C.O.T.).- Usted ha rechazado tajantemente ser la “Teodora” o“Teodora Bolívar” que se cruza unos correos electrónicos, muyamistosos, con Raúl Reyes. ¿Cuáles y cuántos de los mensajes que estándentro del proceso de la Procuraduría reconoce como suyos?

PiedadCórdoba Ruiz (P.C.R.).- Ninguno. Para ser mediadora frente a la guerrilla, yo notenía que mandarle correos a nadie. Fui, y el país lo supopúblicamente, a una reunión con Reyes. Tenía tanta autorización delGobierno y estaban tan enterados en la Casa de Nariño, que José Obdulio Gaviria, Bernardo Morenoy el funcionario que reemplazaba por esos días al comisionado Restrepome ofrecieron un helicóptero para ir al encuentro con Reyes. Como no loconsideré conveniente, no solicité ese servicio. Pero hay algoclarísimo: traje un video de esa reunión para entregárselo a LuisCarlos Restrepo.

C.O.T.- ¿Cuál es la fecha de inicio y de terminación de su trabajo como mediadora, con autorización del presidente Uribe?

P.C.R.-Se inició en julio o agosto de 2007 y terminó el 21 de noviembre de eseaño, cuando veníamos de París de la reunión con el presidente Sarkozy.

C.O.T.- ¿Después de esa cancelación usted tampoco escribió correos?

P.C.R.- No, nunca.

C.O.T.-Los correos que aparecen en el fallo contienen información verdaderasobre ciertos momentos de la mediación. ¿Quién podía conocer tantosdetalles para escribir con esa precisión?

P.C.R.-Varias personas, entre ellas, funcionarios del gobierno Uribe, porqueyo misma los enteraba. Al principio de la investigación de laProcuraduría, no le puse atención a la historia de los correos porqueestaba totalmente tranquila, pero después empecé a hacer memoria. Laverdad es que siempre fue muy difícil mi interlocución con Luis CarlosRestrepo y con los otros funcionarios de palacio, porque habíadesconfianza. Yo sentía que las conversaciones con ellos no tenían comoobjetivo lograr las liberaciones, sino recoger información a través demí. Empecé a sentirme muy incómoda.

C.O.T.- Si era así, ¿por qué continuó mediando?

P.C.R.-Por no abandonar la tarea de las liberaciones. Le voy a contar unaanécdota: cuando fui a ver al presidente Chávez para decirle que elpresidente Uribe había autorizado la mediación, Chávez me preguntó:¿Usted tiene alguna autorización por escrito? Le contesté que sí peroque no la había llevado, aunque se podía leer en la página web de laPresidencia de Colombia. Él le pidió al canciller Maduro, que estabacon nosotros, que la consiguiera. Cuando Maduro la trajo impresa,Chávez se quedó mirando la hoja y dijo: “Esto puede ser una trampa”.Pero para volver al punto, yo le daba a Luis Carlos Restrepo reportescon bastante precisión sobre lo que se estaba haciendo. El contenido deesas conversaciones se refleja en los correos que aparecen en elcomputador de Reyes.

C.O.T.- ¿Quiere decir queRestrepo o los otros funcionarios de palacio inventaron los correos ylos plantaron en el computador de ‘Reyes’?

P.C.R.-No puedo asegurarlo de esa manera pero, por lo menos, lo que yo lescontaba a ellos sí aparece en los correos con pelos y señales. Porejemplo, un día le conté a Restrepo que habíamos hablado de unaconstituyente en una reunión y lo puse al tanto de mi conversación enEstados Unidos con Simón Trinidad. Días después, me encontré con elComisionado y me indicó, alterado, que Uribe estaba absolutamenteenergúmeno conmigo porque yo quería poner a Colombia al nivel deVenezuela, proponiendo una constituyente. Entonces le contesté que siacaso no era el propio Presidente el que me había puesto a hablar deesa opción con la guerrilla.

C.O.T.- ¿El presidente Uribe le dijo a usted que les propusiera a las FARC una constituyente?

P.C.R.- Uribe me lo dijo con toda claridad en su despacho de la Presidencia. Cuando quiera, se lo sostengo frente a él.

C.O.T.- ¿Cuál fue la frase exacta del Presidente?

P.C.R.- Me dijo: “Piedad, estoy dispuesto a llegar a una constituyente. Dígaselos”.

C.O.T.- ¿Alguien lo oyó, además de usted?

P.C.R.-Sí. Luis Carlos Restrepo y Bernardo Moreno. Lo mismo ocurrió con misvisitas a Simón Trinidad y a Sonia en Estados Unidos: esas reuniones nofueron clandestinas, porque yo no podía verlos sin permiso delDepartamento de Estado. Pues bien, salió el Presidente a decir,públicamente, que Trinidad y yo dizque íbamos a dar un golpe de Estadomediante la constituyente. Las visitas en la cárcel siempre ocurrieronfrente a los abogados de oficio de Trinidad, pagados por elDepartamento de Justicia; frente a gente de la DEA, de la CIA y con doscónsules de Colombia, uno de ellos la cónsul en Texas, enviada a lacárcel por el presidente Uribe.

C.O.T.-Recuerdo que la idea de visitar a Trinidad y a Sonia consistía enexplorar un intercambio de ellos por los secuestrados en la selva. ¿Esotambién estaba autorizado?

P.C.R.- Deintercambio también se habló delante de todo el mundo. Tanto es así,que el Departamento de Estado autorizó a los abogados de oficio deTrinidad a que vinieran a un campamento a encontrarse con las FARC.

C.O.T.- Perdone: ¿Los abogados norteamericanos de Trinidad estuvieron en un campamento de las FARC?

P.C.R.-Sí. Vinieron y contaron, unos tres días antes de que se supiera, cómoiba a ser la condena de Trinidad. En ese momento se discutía un procesode negociación según el cual Francia recibiría a los dos guerrillerosque se encontraban en Estados Unidos a cambio de que las FARCentregaran a los tres gringos y a Íngrid.

C.O.T.- ¿Cuántos abogados norteamericanos estuvieron con las FARC?

P.C.R.- Dos: un hombre y una mujer. Y también había otros asesores.

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ELESPECTADOR.COM