Pasar al contenido principal

ES / EN

Strauss-Kahn vuelve a casa ante el silencio de sus aliados de partido
Domingo, Septiembre 4, 2011 - 09:54

Su esperado retorno a Francia marca el fin de una larga lucha en el sistema penal de Nueva York, casi cuatro meses después de que fue sacado de un avión por la policía acusado de intentar violar a una camarera de Guinea en una habitación de un hotel de lujo.

París. Dominique Strauss-Kahn, que fuera en el pasado favorito para convertirse en el próximo presidente de Francia, regresó este domingo a su país y recibió una fría bienvenida de sus aliados de partido después de una odisea legal en Nueva York que cambió el panorama político francés.

Su esperado retorno marca el fin de una larga lucha en el sistema penal de Nueva York, casi cuatro meses después de que fue sacado de un avión por la policía acusado de intentar violar a una camarera de Guinea en una habitación de un hotel de lujo.

Días después de que los fiscales descartaran el caso, el ex jefe del Fondo Monetario Internacional era despedido con aplausos en la oficina del Fondo Monetario Internacional en Washington D.C., donde se disculpó ante su equipo.

Pero es poco probable que Strauss-Kahn reciba una bienvenida de héroe en París, donde su reputación se ha visto seriamente afectada, a pesar de las celebraciones iniciales cuando se supo que el director gerente del FMI evitaría ser procesado en un sistema que los franceses consideran demasiado duro y apresurado.

La incomodidad se siente más en el Partido Socialista, que se está preparando para unas primarias en octubre, tras una reorganización que ha dejado a dos grandes candidatos a las elecciones presidenciales de Francia de abril del 2012.

Un día antes de su llegada al país, los socialistas mantuvieron un incómodo silencio sobre su futuro papel, y la atención de la opinión pública está más concentrada en el próximo juicio al ex presidente Jacques Chirac.

Muchos socialistas ya se han distanciado del alguna vez favorito en la carrera presidencial, reflejando un generalizado rechazo a su reputación de mujeriego, incluso en un país conocido por tolerar el adulterio entre los políticos.

François Hollande, el candidato socialista favorito, ha hablado vagamente sobre el papel de Strauss-Kahn de cara a las elecciones, sin mencionar un puesto ministerial.

Su rival, la socialista Martine Aubry, fue igual de imparcial cuando dijo a la cadena de televisión Canal+ que estaba de acuerdo con otras mujeres en lo que se refiere a la actitud de Strauss-Kahn frente al sexo opuesto.

De sus aliados más cercanos, Pierre Moscovici, un ex ministro socialista, le ha dejado de lado al convertirse en coordinador de campaña de Hollande. El veterano de izquierda Jean-Christope Cambadelis apoya a Aubry.

El ex primer ministro socialista Michel Rocard dijo el lunes que Strauss-Kahn "tiene una enfermedad mental (...) él fuera del juego". Posteriormente se disculpó por sus palabras.

Strauss-Kahn afronta aún un caso civil en Nueva York y una acusación de intento de violación presentada por otra mujer que fue su ayudante en Francia.

Autores

Reuters