"Tenemos que cambiar, no solamente Chile, el mundo tiene que cambiar. tenemos una situación de cambio climático que ya no es una cuestión que se podría generar; esto pone de manifiesto que va a afectar a todo el mundo", señaló el subsecretario de agricultura chileno.
Chile debe tener un nuevo desarrollo territorial y urbanístico frente al cambio climático, en medio de los incendios que han afectado 414.723 hectáreas, dejado 5.576 damnificados y 24 muertos en un poco más de una semana, consideró el subsecretario de Agricultura de Chile, José Guajardo Reyes.
"Tenemos que cambiar, no solamente Chile, el mundo tiene que cambiar. tenemos una situación de cambio climático que ya no es una cuestión que se podría generar; esto pone de manifiesto que va a afectar a todo el mundo", señaló en entrevista con Xinhua el viceministro del país sudamericano.
Por esta razón, para el subsecretario del Gobierno chileno, unos de los principales factores de los voraces incendios forestales que han azotado la zona centro-sur del país es el cambio climático.
"El cambio climático nos ha enfrentado a esta situación bastante compleja, no tanto en Chile sino a nivel mundial. Hay que pensar que esto también ocurre en Australia, en California (Estados Unidos), en España, en distintos lugares del mundo y Chile no está ajena a aquello", comentó.
Para Guajardo, la sensación de inseguridad frente a los incendios fuerza al país a tener un nuevo trato con el desarrollo territorial y urbanístico, cuestión que se ha discutido mucho "donde hacemos ciudades".
"Colocar casas en los sectores rurales no puede ser de la forma en que lo estábamos haciendo con la parcelación de 5.000 metros cuadrados, de parcelas de agrado en cualquier lugar porque después no hay como atender las necesidades de los incendios. También se genera basura, pérdida de suelo agrícola", explicó.
"Yo tengo mucha esperanza de que los jóvenes, los niños vengan con una mirada distinta de cuidado del medio ambiente, de reducción de los gases de efecto invernadero, de la disminución del consumo de energía para que podamos tener una mayor seguridad", agregó.
Guajardo, que es médico veterinario de profesión y posee un máster en Territorio Rural, explicó que los incendios forestales chilenos de esta temporada fueron antecedidos por un invierno más lluvioso, pero que generó más pasto, lo que con el devenir de la primavera y el verano empezó a secarse y se transformó en un combustible fino.
"Ese combustible fino que llamamos tiene una alta posibilidad de inflamarse y transformarse en la primera línea de los incendios forestales", detalló.
"Se suma la ola de calor que tuvimos la semana pasada y que se repite esta semana con 3, 4 días de temperatura que muchas veces llegan a los 42 grados de temperatura. Ambos casos son muy difíciles de manejar. Nosotros tuvimos días con humedades que iban a 10 al 15 por ciento con temperaturas que estaban sobre los 35, 40 grados y más encima sumado eso a vientos cálidos que también secó mucho y ayudó a la propagación de los incendios", agregó.
El subsecretario reflexionó que esto es una situación "lamentablemente" que se ha generado producto del cambio climático porque las temperaturas del planeta han subido y las condiciones climáticas se han hecho "muy extremas".
El subsecretario chileno puntualizó que es "muy difícil" estar 100 por ciento preparados, pero subrayó que sí estaban "mucho mejor" preparados que para el año 2017, cuando los incendios en la nación austral afectaron a más de medio millón de hectáreas.
En 2017, continuó, el país partió la emergencia forestal con 19 aviones y en la presente con 63 aviones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de Chile, sin considerar a otras instituciones.
"Ha habido un trabajo permanente de aprendizaje de entender lo que ocurrió en 2017 para ponerlo hoy en día en servicio. Con la gravedad que tiene este incendio, con la lamentable cifra de fallecidos que hoy día tenemos, si no hubiéramos estado preparado como estamos esto hubiera sido mucho peor", dijo.
"Tenemos que lamentar 24 fallecidos y eso es lo que más duele porque se pueden evitar. Si hacemos las cosas bien como sociedad no tendríamos estos incendios y no tendríamos 24 fallecidos", remató.
Según los últimos datos de la Conaf, en torno a 200 brigadas de esta institución, más de 4.000 bomberos y unas 100 aeronaves combaten los 312 incendios forestales en la actualidad en el país, de los cuales 174 se encuentran controlados y 98 están en combate.
Chile cumplió este jueves una semana de incendios forestales, que han dejados 1.301 casas destruidas, además de más de 2.674 atenciones de salud para personas lesionadas.
Las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, las más afectadas, se mantienen en estado de excepción constitucional de catástrofe en las que rige un toque de queda en 28 comunas.
Foto: DW
