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Por qué cerrar tu cuenta de Facebook podría ser una saludable idea
Jueves, Noviembre 9, 2017 - 10:12

El nivel de penetración de la red social no puede más que generar dudas acerca de los efectos que produce en el bienestar de sus usuarios.

Facebook se ha convertido en parte esencial de nuestras vidas. Más de 1.600 millones de personas en todo el mundo son usuarios de esta red, lo que la convierte en la más utilizada a nivel mundial. Este nivel de penetración de Facebook entre las personas de todo el planeta no puede más que generar dudas acerca de los efectos que produce en el bienestar de sus usuarios.

La red social ha recibido fuertes críticas debido al papel que tuvo durante las campañas y la elección en Estados Unidos, a la propagación de noticias falsas que afectan la percepción de las personas con respecto a ciertos temas coyunturales y a la censura a la que conlleva el uso de algoritmos para la aprobación y difusión del contenido. Sin embargo, apenas podemos entrever el verdadero efecto que Facebook tiene en la calidad de vida y en las emociones de sus usuarios.

Este fue el objetivo del estudio The Facebook Experiment: Quitting Facebook Leads to Higher Levels of Well-Being , elaborado por el investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Copenhague, Morten Tromholt, quien plantea varias hipótesis sobre las consecuencias que tiene el uso de la red social en el bienestar de las personas.

Tromholt realizó un experimento, a finales del 2015, que incluyó a 1.095 participantes, 86% de los cuales fueron mujeres con una edad promedio de 34 años, con aproximadamente 350 contactos en Facebook y que pasan más o menos una hora conectados a la red social. Se les entregó un cuestionario en línea de 15 minutos y después se les indicó si formarían parte del grupo de estudio (quienes dejarían de usar Facebook por una semana) o si formarían parte del grupo de control (quienes usarían la red social con normalidad). El último día del experimento se les hizo otro cuestionario en línea similar al primero.

Al comparar el grupo de estudio (personas que dejaron de usar Facebook) con un grupo de control (personas que siguieron usando Facebook), se demostró que descansar de Facebook tiene efectos positivos en dos ámbitos de nuestro bienestar: nuestra satisfacción de vida se incrementa y nuestras emociones se vuelven más positivas, refirió Tromholt.

Para el investigador, el concepto de bienestar ha ganado un interés cada vez mayor en los últimos años, lo que se demuestra gracias a la cobertura mediática al respecto, a la aparición de políticas públicas que favorezcan el bienestar social y al desarrollo de protocolos para la medición del nivel de bienestar desarrollados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Tromholt estableció dos variables para medir el nivel de bienestar de los participantes en el experimento: por un lado, la satisfacción de las personas con respecto a su propia vida, y por el otro, el tipo de emociones que experimentan con más frecuencia (entusiasmo, felicidad, soledad, gozo, depresión, tristeza, determinación, ira y preocupación).

En este sentido, los niveles de satisfacción de las personas que formaron parte del grupo de estudio (aquellos que dejaron de utilizar Facebook por una semana) fueron considerablemente mejores que los que presentaron quienes pertenecían al grupo de control (aquellos que siguieron utilizando Facebook con normalidad). Las emociones que experimentaron las personas del grupo de estudio fueron también más positivas en relación con las del grupo de control.

No obstante, según el investigador de la Universidad de Copenhage, estudios previos han demostrado que los efectos del uso de Facebook dependen en su mayoría de cómo se use la red social. En principio, el uso de Facebook conduce a la disminución del bienestar porque provoca sentimientos de envidia. Además, los efectos de Facebook dependen de la intensidad con la que se utiliza la red social y (los efectos descritos con anterioridad) son especialmente válidos para las personas que utilizan Facebook de forma pasiva, explicó.

Estas tendencias también fueron consideradas en el estudio de Tromholt. Según el investigador, los resultados del experimento reflejan que, en primer lugar, el aumento en el nivel de bienestar de quienes dejaron de utilizar Facebook es significativamente mayor en el caso de los participantes del grupo de estudio que utilizaban Facebook con mucha intensidad en comparación con aquellas personas que apenas hacían uso de la red social antes de dejar de utilizarla completamente.

Lo mismo sucedió con aquellas personas que sufrían fuertes sentimientos de envidia a la hora de utilizar la red social, para quienes esta sensación disminuyó cuando la abandonaron. Además, el estudio de Tromholt también llegó a la conclusión de que las personas que solían utilizar Facebook de forma pasiva, es decir, que no publicaban nada y no hacían ningún comentario en la red social, tuvieron una notable mejoría en sus niveles de bienestar en comparación con aquellos usuarios activos que también cerraron su cuenta.

Para el investigador, lo que estos resultados revelan es que tal vez no sea necesario abandonar Facebook para mejorar nuestros niveles de bienestar sino que sólo hace falta modificar los hábitos de uso de la red para que nuestro nivel de satisfacción mejore y nuestras emociones sean más positivas.

En México, según información de Internet World Stats, la red social cuenta con cerca de 69 millones de usuarios, lo que coloca a nuestro país en el quinto lugar entre las naciones con mayor número de miembros en todo el mundo. Esto resulta relevante en el sentido de que la población de nuestro país que tiene una cuenta en Facebook representa más de 10 veces la población total de Dinamarca, lugar en donde se realizó el estudio, por lo que las consecuencias que esta red tiene entre los usuarios mexicanos deberían también ser estudiadas a profundidad.

Autores

Rodrigo Riquelme/ El Economista