Por Manuel Espinoza, director de eGlobal ONE.
De seguro has escuchado sobre el uso y aterrizaje de la monetización de datos en las empresas. Lo primero que debemos tener en cuenta es que no importa si eres B2C o B2B, tampoco si vendes productos, servicios, maquinaria o equipamiento. Todas las compañías son una empresa de datos, ¿pero por qué no despega la monetización de toda esa información? Esto se debe a que las organizaciones no tienen una nueva perspectiva, y se aferran a viejos paradigmas que no les permiten rentabilizar los datos.
Hay formas en las que una empresa puede rentabilizar su información. Una de ellas es aprovechar los datos para optimizar las operaciones, productividad, productos y servicios de una empresa estando, incluso, más cerca del cliente; y otra es la creación de nuevas fuentes de datos que estén disponibles para clientes o socios.
Para determinar cual será el objetivo, es preciso enfocarse en las oportunidades de mayor valor para la compañía. Toda empresa de equipamiento o maquinaria con productos de última generación puede tener sin mayor esfuerzo la trazabilidad del funcionamiento de los equipos, tanto de las horas de desgaste como del monitoreo de temperaturas, tasas de uso y más. Por otro lado, estos datos le interesarán a empresas de ingeniería que venden proyectos e implementaciones, los que pueden tener acceso al monitoreo de los equipos y a través de una alianza darle valor a un nuevo servicio e, incluso, encontrar nuevos nichos de mercado para los datos.
Siempre hay que considerar aumentar el valor de los datos, dimensionar el mercado y maximizar el potencial de valor.
En el caso del valor de los datos, no toda la información que se genera será valiosa, y es por ello que en la mayoría de los casos se deben complementar con datos externos. Es aquí donde nacen las alianzas para crear sinergias.
Otro punto importante es identificar los alcances del mercado con ello es posible explorar la rentabilización de datos, para esto debes preguntarte ¿quiénes pueden interesarse por la información y cómo las utilizarían?. No solo se debe mirar hacia fuera de la empresa, también tiene que verse el interior de la compañía, por ejemplo, cómo otras áreas se benefician con los datos que generan algunas unidades.
Y cuando hablamos de maximizar el potencial de valor, la primera pregunta debe ser ¿cuánto valen mis datos? La respuesta dependerá de la demanda que tengan, su vida útil, competitividad y la forma en que los potenciales clientes los utilizarán.
Con esta nueva perspectiva es conveniente reflexionar y seguir los siguientes pasos: identificar los datos, posibles mercados y su uso, junto con entender cómo añadirles valor y quién estaría dispuesto a comprar ese valor agregado que han generado tus datos.
