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Por qué ser profesor de MBA es un buen negocio
Jueves, Diciembre 22, 2011 - 16:45

El mercado de la educación de negocios no para de crecer, y con esto la demanda de académicos (y sus sueldos), en especial de aquellos con PhD y amplia experiencia. Tal vez un buen camino de desarrollo profesional para usted.

Las escuelas de negocios se expanden por el globo.  Recientemente, la AACSB acreditó seis nuevas escuelas, cuatro de ellas en países asiáticos. Escuelas de negocios occidentales, bien colocadas en los ránkings, han creado o apoyado la creación de extensiones o sucursales en África. El aumento en la oferta de programas MBA se percibe en todas partes, cada vez más enfocados a áreas específicas como la salud, la energía o manejo del riesgo. Incluso la universidad estadounidense George Washington diseñó un programa que apunta justo a deportistas de alto nivel y por extensión celebridades de todo tipo. 

Mientras, la cantidad de profesionales que egresan de programas de doctorado relacionados con la administración y los negocios se mantiene relativamente estable, según indica The Wall Street Journal en un artículo dedicado al tema. La consecuencia es lógica: la demanda de profesores crece en tanto la oferta se mantiene estable, por eso existe la carencia de estos en el mercado global

Dado el impacto en la calidad de la formación de los estudiantes no solo de programas MBA sino incluso a los de educación ejecutiva, AméricaEconomía decidió sondear cómo se percibe esta situación en América Latina y para ello consultó representantes de escuelas de diversos países de la región.

América Latina: estado del claustro

En términos generales, América Latina da cuenta de una falta de profesores, sobre todo de aquellos que son contratados para tiempo completo. Cuando se entra a analizar los detalles y particularidades propias de cada país, resulta que estas son consecuencia directa de las disímiles estructuras legales, culturas educativas y por supuesto contextos económicos y sociales vigentes en cada uno de los estados. 

Jairo Lugo, profesor venezolano de estudios de Periodismo en la universidad británica de Sheffield, advirtió que “el gran drama de la educación en América Latina es la limitación de los recursos humanos. ¿Quién tiene un PhD, publicaciones, y experiencia práctica y además está dispuesto a enseñar en la universidad a pesar de los salarios que no suelen ser altos?”

Así, “en Brasil se padece de una falta de profesionales con doctorados, incluida la enseñanza de negocios”, confiesa María José Tonelli, decana académica de la escuela de negocios de la Fundación Getulio Vargas (EAESP-FGV). Sin embargo, la decana aclara que en la FGV “corren con éxito, pues el 89% de nuestra membresía central tiene PhD, aunque también reconocemos que hay áreas que presentan más dificultad, por ejemplo, la sustentabilidad. La de márketing también es problemática, pero quizás esta sea una peculiaridad brasileña”.

La percepción cambia cuando el referente es una de las más importantes y mejor ranqueadas escuelas venezolanas -tanto por AméricaEconomía como por otros ránkings internacionales. Carlos Alberto Molina, profesor en la IESA, dice que existe una diferencia en la disponibilidad de los profesores a tiempo completo y los asociados o a tiempo parcial, siendo los primeros más difíciles de conseguir, “conseguir profesores full time, de perfil académico con PhD en alguna de las áreas de negocios, de alguna universidad top 25 o top 50, es mucho más complicado”.

¿Pero cómo se conforman los claustros de profesores en las escuelas de negocios? Dado que estos programas persiguen ofrecer un conocimiento práctico más que puramente teórico, el profesorado suele estar integrado al menos por tres tipos de enseñantes. Por una parte, el grueso lo integran los catedráticos dedicados a la institución a tiempo completo, a quienes se suele exigir créditos universitarios de alto calibre, muy frecuentemente un título de doctorado obtenido en una universidad de pedigree. Una representación más reducida la componen aquellos que, sin un título académico de gran resonancia, cuentan con tal larga experiencia y gama de éxitos dentro del mundo de los negocios, que son un caudal de conocimientos prácticos en sí mismos. Entre ellos los hay consultores, ejecutivos, banqueros, emprendedores, suministradores o vendedores, y son invalorables como mentores. Por último, una tercera fracción está integrada por profesores invitados, lo mismo académicos de alto reconocimiento que del tipo profesional de gran experiencia. Estos llegan para no quedarse, es común que ofrezcan charlas y conferencias por un período sobre una materia, o lleguen a guiar un taller práctico. 

De hecho, el márketing se revela como un área donde los profesores escasean no sólo en Brasil sino en Ecuador. Sonia Zurita, directora académica de la ecuatoriana ESPAE-ESPOL coincide con Tonelli en notar una dificultad para encontrar profesores de esta disciplina, por lo cual “usualmente requerimos la colaboración de profesores extranjeros, tanto por el enfoque estratégico como internacional”. Por lo demás, concuerda con sus colegas que en América Latina cuesta atraer profesores full time, y agrega que se vuelve más difícil retenerlos. “Este compromiso a tiempo completo requiere la exclusividad no sólo de su tiempo sino de su participación como profesor en otras universidades o escuelas de negocios. Por eso la figura del profesor part time es preferida, porque las redes de contacto entre las Escuelas posibilita la visita de profesores que aceptan colaborar con otros programas de MBA en un país distinto al de origen”.

Efectivamente, la percepción de EAFIT en Colombia se alinea con la de IESA en Venezuela. “Se vuelve cada vez más complejo conseguir profesores para los programas y proyectos de expansión que tenemos con nuestras maestrías”, indica Óscar Medina, el coordinador del programa MBA. Con todo, Medina señala que "esta falta de disponibilidad del profesorado no se relaciona con los programas más antiguos, ya que los docentes pueden estar con nosotros varios lustros, sino con las cátedras extra. Esto nos ha frenado un poco el crecimiento que proyectábamos para los próximos años”. 

Entre las causas que Medina resalta como generadoras de esta carencia, está “la proliferación de los programas de maestría dentro de Colombia como en el exterior, pero tampoco se actuó con anticipación para entrenar a los profesionales que debían estar ocupando estas plazas como docentes. Ahora estamos compitiendo por el mismo recurso capacitado”. 

Por su parte, el otro lado del Atlántico, la IE Business School no confronta problemas para contratar a un profesorado internacional de alto calibre. Salvador Carmona, decano de IE Universty y vicedecano de Claustro, refiere que “precisamente porque la institución es muy flexible y emprendedora, un profesorado de visión más innovadora valora la IE como un buen sitio para ellos”. Carmona añade que “no es sólo por consideraciones de carácter académico, sino que una vez que se dispone de una masa crítica de profesores, los otros se sienten incentivados a venir también para poder compartir y trabajar con las personalidades que ya están acá y con quien ellos quisieran compartir proyectos e investigaciones”.

Zidanes y Pavones

El prestigio de la institución, los salarios competitivos y otras facilidades son reconocidos incentivos para que las escuelas de negocios, como cualquier otra empresa, puedan atraer y retener talento. Sin embargo, algunos de ellas dan cuenta de estrategias que han venido aplicando y a estas alturas las mantienen más al margen de los problemas que comparten las otras. 

Una de estas es la propia IE Business School. Carmona dice que la escuela busca principalmente dos tipos de profesores, “los zidanes y los pavones”. La referencia proviene del universo futbolístico español, explica el decano, “los zidanes de ahora pueden ser grandes nombres como Julio de Castro, profesor de Entrepreneurship, o Mahmoud Ezzamel, del área de control. dos 'fichajes' recientes, y en general figuras de alto vuelo con reconocidas credenciales a nivel mundial. Los pavones son profesionales de potencial, pero todavía no tan reconocidos, los que en el futuro pueden convertirse en zidanes. Gente joven que quiere crecer con la escuela y hacer crecer a la escuela”. 

En Argentina, la IAE no percibe esta falta de profesores. “No estamos notando esa falta en la medida que no estamos en el mercado para comprar profesores”, comenta Alejandro Carrera, su vicedecano, “desde hace muchos años que llevamos a cabo un proceso 'in house' muy particular, alrededor del 80% de nuestro profesorado lo producimos nosotros. Esto no significa que los educamos acá para que enseñen acá, sino que contratamos gente joven, con vocación académica, y luego de pasar en nuestra escuela unos dos años que nos permiten conocerlos, pues les proponemos el compromiso de ir a hacer un doctorado al exterior y regresar con nosotros una vez terminan. Los mandamos a las más variadas escuelas de negocios del mundo en función de la especialidad, Stanford, IE, Harvard, Columbia. Y así el proceso de rotación de profesores es mínimo. La idea cuando contratamos a alguien es que se jubile con nosotros”.

¿Se necesitan doctores? Graduaremos doctores

Al tanto de esta necesidad declarada de profesores acreditados que enseñen en las escuelas de negocio, la IAE ha diseñado un programa de PhD que apunta no a satisfacer sus necesidades, sino aprovechar el mercado que se revela en la región. 

También surgen iniciativas en otros continentes, una de estas es el programa de estreno que nace de una colaboración entre la española IESE y la CEIBS china, el primero de su tipo en el que contribuyen Europa y China.

Autores

Jennifer P. Roig