Pasar al contenido principal

ES / EN

Prácticas para lograr la equidad de género en las empresas
Viernes, Marzo 8, 2019 - 15:00

En América Latina la brecha se redujo ligeramente en 2018 y Chile ocupa el lugar 54 destacando la mayor proporción de mujeres en el Parlamento.

Muchas compañías están trabajando en programas de diversidad e inclusión, fomentando entre ellos la igualdad de género, sin embargo, aún tenemos un desafío como sociedad para seguir potenciando el talento femenino en las empresas, tales como seguir potenciando la flexibilidad laboral como el teletrabajo y fomentar un cambio cultural tanto en hombres como en mujeres.

Según el Informe sobre la Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial 2018, en América Latina la brecha se redujo ligeramente en 2018 y Chile ocupa el lugar 54 destacando la mayor proporción de mujeres en el Parlamento.

¿Pero cómo está la brecha en las organizaciones? Según María de Atucha, gerenta de Selección y Headhunting de Mandomedio, “el panorama es favorable tanto para mujeres como para hombres, en la medida de que realicen su trabajo con compromiso. Hoy en día las empresas entienden la importancia de mantener a sus talentos y cada vez se preocupan más de las políticas de desarrollo, impulsadas, además, por la cultura de inclusión. Por ejemplo, la apertura de las empresas en cuanto a flexibilidad de horario, hace que cada vez se vuelva más compatible la vida personal con el trabajo”.

Asimismo, Ignacio González, gerente general de Mandomedio, comenta que “hoy las mujeres se están desarrollando a la par de los hombres e incluso mejor en determinadas industrias como la de servicios”.

Sin embargo, según los especialistas, aún tenemos oportunidades en nuestro país en algunas industrias y a nivel cultural. “En cuanto a la búsqueda de profesionales para un cargo, se ha avanzado mucho y ya casi no hay inclinación por género. Salvo en algunas industrias como por ejemplo la de tecnología, donde aún no hay muchas mujeres con estudios en desarrollo de software o relacionados y es un área que sigue siendo un mundo más de hombres, y existe un desafío en capacitación”, explica Ignacio González.

Además, existen algunos prejuicios de roles. Según María de Atucha, “es aconsejable no dejar de lado habilidades que se han considerado históricamente femeninas como la preocupación, empatía y la sensibilidad, que a veces son vistas como debilidades y no debiese ser así. Creo que los aspectos mencionados, son parte de ser mujer, por lo tanto, deben acompañarnos en nuestro rol como jefas y hay que convertirlos en fortalezas para acercarnos y ayudar a que las personas sean más felices en sus puestos de trabajo”.

También, Marcela Jiménez, jefa de Desarrollo de Carrera de Mandomedio, explica que “si bien hemos avanzado en el nivel de responsabilidad de cargos ejecutivos, si se miden los porcentajes de empresas con dotación en cargos de primera línea, siguen siendo en su mayoría ocupados por hombres. Lo mismo pasa a nivel de bandas salariales, en las que Chile se encuentra aún en deuda con la fuerza laboral de mujeres. No obstante, se valora la figura de la mujer en Chile en roles que permiten compatibilizar la vida profesional y familiar, potenciando el trabajo con jornada flexible y labores remotas”.

¿Y cómo las empresas pueden impulsar el liderazgo femenino? Según el gerente general de Mandomedio, “debe aumentar la flexibilidad laboral. El concepto de trabajar en función de objetivos, sumado al desarrollo de tecnologías, es lo que más beneficia la igualdad de oportunidades en el trabajo”.

Chile se encuentra entre los países que más horas dedica al trabajo según la OCDE, lo que muchas veces puede resultar un impedimento para compatibilizar la vida familiar y laboral. “Es necesario desarrollar políticas enfocadas en la flexibilidad laboral, permitiendo conciliar de mejor manera trabajo y familia, especialmente en el caso de las mujeres, que histórica y socialmente se han hecho cargo de la crianza y la casa, pero también buscan desarrollarse profesionalmente”, comenta Soledad Mosquera, Gerente de Desarrollo de altos ejecutivos de Mandomedio.

Además, según Marcela Jiménez "los programas de desarrollo de talentos pueden ser una herramienta importante para potenciar a las mujeres en cargos de mayor responsabilidad de primera línea y a nivel corporativo". 

Y también hay que desarrollar habilidades de liderazgo. “El liderazgo no tiene género, es situacional y se debe querer efectuarlo. Mi consejo es que hay que querer ser líder y es un trabajo de 24 horas, porque se debe liderar con el ejemplo, siempre preocuparse de saber sobre lo que se lidera, ser competente, desarrollar la comunicación, ser ético y siempre estar dispuesto a aprender”, concluye Ignacio González.

FOTO: UNSPLASH.COM

Autores

AméricaEconomía.com