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Profesionales sobresalientes, ¿qué los distingue de sus pares?
Jueves, Febrero 9, 2017 - 10:12

Existen personas que, ya sea por su personalidad, habilidades o competencias, consiguen rápidamente sobresalir y ser descubiertos por el jefe, quien ve en ellos a una persona en la que puede apoyarse y delegar algunas tareas.

En la película Pasante de Moda, Robert De Niro personificaba a un jubilado que para evitar pasar tiempo en casa se inscribía como pasante senior en una joven empresa de comercio electrónico. Más allá de la sorpresa de sus jóvenes colegas en una primera instancia, este personaje pasó a sobresalir del resto para la joven jefa, quien vio en él a alguien en quien podía confiar importantes decisiones laborales e, incluso, algunas cuestiones de su vida privada. 

Existen personas que, ya sea por su personalidad, habilidades o competencias, consiguen rápidamente sobresalir y ser descubiertos por el jefe, quien ve en ellos a una persona en la que puede apoyarse y delegar algunas tareas. 

Este tipo de personas tiene ciertas características, como el expertise técnico en el área en la que trabaja, tener un perfil escaso en el mercado y poseer varias competencias: buena comunicación, resiliencia, visión holística y capacidad de aprender muy rápido, entre otras.

Pero, ¿qué hace a estos profesionales tan relevantes? De acuerdo con Daniel Iriarte, director asociado en GLUE Executive Search, “en general, la persona que es autoexigente y quiere crecer, busca distinguirse del resto, muestra sus habilidades y capacidades porque su objetivo es continuar desarrollándose profesionalmente y que lo vean”.

Pero, además de esto, son personas con espíritu colaborativo, responsables, creativas, asertivas y empáticas, entre otras varias características. Para suerte de los jefes y del equipo en general, se trata de una combinación exitosa.

Pero no es tan fácil reconocer a este tipo de profesionales, existen ciertos indicadores para reconocerlos: “Hay gente que quiere más y se destaca del resto. Personas, por ejemplo, que en la facultad tuvieron un comportamiento más destacado o un interés particular en algo que lo diferencia del resto, una experiencia de vida interesante y diferente, o un expertise puntual no tan común, etc”, dice Iriarte, quien además agrega que “para las compañías, en algunas ocasiones, es bueno recibir en posiciones senior a personas que tienen otras formas de pensar, otra formación en cuanto a la cultura de la compañía, que venga de la competencia o que muestre otras realidades diferentes. A su vez, es bueno tener profesionales desde los inicios de su carrera e ir formándolos de a poco”.

El jefe es clave

Para el equipo, los jefes, por tener una posición de autoridad y ser más experimentados, no deberían tener dudas ni problemas en la toma de decisiones, tampoco inseguridades o inconvenientes para delegar u organizarse. Sin embargo, los jefes no son superhéroes y también se equivocan, a veces más de los que les gustaría reconocer. Hemos visto que cada persona tiene diferentes maneras de liderar, lo que también influye en el clima laboral. 

Para los jefes es fundamental tener algún profesional al que pueda delegar tareas. Y este tipo de personas, con las características antes mencionadas, son perfectos para apoyarlos. Esta relación se basa en el ganar-ganar, ya que tanto el sobresaliente como el jefe se ven beneficiados de esta asociación: varios de estos profesionales destacan en el equipo una vez que su jefe deposita en ellos su confianza.

Pero la relación sólo puede funciona, y de paso darle visibilidad al profesional destacado, cuando el jefe lo reconoce y confía en él. Para Iriarte, los jefes de estos profesionales tienen que acompañar, enseñar, motivar y desafiarlos. Para esto, “tiene que ser un jefe que no tape al empleado, que no compita y que no tome el trabajo que el empleado hace como propio. Un jefe seguro de sí mismo, que enseñe y acompañe desde un lugar de motivación. Que brinde encouragement, es decir, que le dé al empleado un desafío empoderando a la persona para que haga el proyecto o el trabajo asignado”.

De acuerdo con Iriarte, estas serían algunas de las características de los profesionales sobresalientes:

  • Alto nivel de expertise o conocimiento en el área para la cual trabaja, personas que técnicamente son sólidas para el área que ocupan.
  • Nivel de proactividad, refiere a que el empleado proactivamente propone mejoras, soluciones y cambios, orientados a que el negocio funcione mejor. Es decir, que no funciona de manera reactiva, sino proactiva, anticipándose a posibles cambios.
  • Capacidad de trabajar a nivel intercultural, es decir, que están acostumbrados, sobre todo si son posiciones regionales, a trabajar con otros países o mercados. Tienen facilidad para generar entendimiento y empatía con el otro.
  • Perfiles con una visión holística y no solamente específica para el área para la cual trabajan, es decir, que tienen una visión 360° y ven a la empresa como un todo, y en este sentido trabajan en equipo con otras áreas de la compañía.
  • Perfiles con un alto grado de aprendizaje rápido. Muchas veces el expertise que se puede tener en el corto plazo puede resultar obsoleto porque cambia la tecnología, el negocio o la forma de comercializar un producto. Por eso, actualmente la capacidad de adaptarse al cambio y aprender rápido algo nuevo se valora mucho.
  • El potencial también resulta fundamental, es decir, que la persona pueda seguir creciendo en la compañía. Por un lado, tiene que ser bueno para la posición, pero por otro, se tiene que poder ver que ese empleado puede seguir desarrollándose y ascendiendo en distintas posiciones dentro de la empresa.
  • Resilencia, entendida como la capacidad de sobreponerse a la frustración. Se distingue en aquellas personas que ven al obstáculo como una oportunidad para seguir adelante y no como un impedimento.
  • ​Tener muy buena comunicación 360°, o sea, buena relación y comunicación con sus pares y buena relación y comunicación hacia su equipo y también hacia sus jefes.

Si eres un profesional sobresaliente, probablemente a veces te sientas presionado a seguir actuando con la motivación y profesionalismo que te caracteriza. Iriarte dice que para esto, “es fundamental que el empleado confíe en sí mismo, que sepa establecer objetivos que sean realizables y alcanzables, y que intente ir siempre por más;  que sepa también regular su nivel de energía, porque en ocasiones puede tener ambiciones que no sean tan alcanzables y se frustre”.

Junto con los anterior, “es aconsejable que el profesional mantenga muy presente la dualidad entre individualismo y la capacidad de destacar versus trabajar en equipo, porque a veces este tipo de perfil tiende a llevarse todo por delante en pos del logro, y no hay que perder nunca de vista a la empresa como un todo y a los otros equipos”, agrega Iriarte. 

Foto: Pexels.com

 

Autores

Daniela Arce