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¿Pueden las terapias genéticas poner fin al parkinson?
Miércoles, Marzo 27, 2019 - 15:00

El avance en un modelo animal ha abierto una nueva vía de acción contra la enfermedad que afecta principalmente a adultos mayores.

La ciencia lo ha vuelto a hacer. Un estudio médico ha desvelado uno de los factores principales del desarrollo de la enfermedad crónica de Parkinson, la acumulación de neuromelanina, lo cual conduce a un posible tratamiento preventivo de la patología. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, detrás del Alzheimer, afectando, mayoritariamente, a la población más envejecida. Este avance podría evitar el deterioro de la calidad vital de los más mayores, además de suponer un ahorro en gastos de cuidados, que muchas veces recaen sobre los familiares de los diagnosticados.

Se ha descubierto, a través de un modelo animal modificado genéticamente, que el origen de esta enfermedad podría estar en la acumulación progresiva de neuromelanina, es decir, que está causada por una sobreproducción de un pigmento oscuro presente en las neuronas que frenan y obstaculizan el correcto funcionamiento de las mismas.

Una de las innovaciones más relevantes del estudio es el mismo experimento que se llevó a cabo para obtener los resultados publicados por El Periódico. Los investigadores del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del Institut de Recerca del Vall d’Hebron (VIHR) desarrollaron el primer modelo animal con fines experimentales que acumula neuromelanina de manera similar a la de los humanos a través de manipulación genética.

Hasta ahora, esto había sido el obstáculo más grande para la investigación en este terreno, ya que los animales experimentales no segregan está sustancia. Se sabía que estaba relacionado directamente con el Parkinson, pero no se sabía cómo ni por qué.

Umbral patológico
Otra conclusión a la que llegaron los investigadores es la existencia de un umbral patológico de la segregación del pigmento que marca la cantidad a partir de la cual empiezan a presentarse los síntomas del deterioro neuronal en el funcionamiento motor de los modelos animales característicos de la enfermedad, ya sean temblores, movimientos lentos o rigidez muscular.

La sustancia intervinene en la salud del cerebro

Posteriormente, se realizó un análisis de la producción de neuromelanina para verificar en el caso de los seres humanos. Se midieron los niveles del pigmento en cerebros envejecidos sanos y cerebros diagnosticados con Parkinson, y se demostró que el nivel de la sustancia estaba por debajo del umbral patológico en los sanos y en los enfermos se encontraba por encima de este parámetro.

La cura está cada vez más cerca
Todos estos descubrimientos indican a que la cura de esta enfermedad está cada vez más cerca. Uno de los posibles tratamientos que surgió a partir del descubrimiento es la modulación de los niveles del pigmento en los cerebros más envejecidos, que presenten alteraciones neuropatológicas que se encuentran en las fases más prematuras de la enfermedad. Han propuesto terapias genéticas, no invasivas, que permiten la eliminación de los excesos del pigmento a través de las funciones de reciclaje de la propia neurona para regular la cantidad de neuromelanina almacenada y mantenerla por debajo del umbral patológico.

La acumulación de neuromelanina es algo que sucede en todos los sistemas neuronales en mayor o menor medida con el envejecimiento del cerebro, con lo cual el seguimiento de los niveles de esta sustancia en las neuronas podría controlar los niveles de la población en general y evitar la aparición de la enfermedad desde la raíz.

Otro avance más en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas gracias a la investigación científica.

Autores

Marta Barba / Think Big