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Repensando el Liderazgo
Lunes, Mayo 4, 2015 - 14:48

Por Virginia Lasio, Decana de ESPAE Graduate School of Management de la ESPOL.

"Los ordenadores no sirven: Solo dan respuestas”. Esta frase atribuida a Pablo Picasso no podría ser más precisa para destacar el valor de las buenas preguntas. Hace poco en una entrevista me preguntaron ¿Qué es liderazgo para Usted? Respondí: “Iniciativa, ejecución. Aprender”.

Discutiendo sobre la respuesta, me di cuenta de que eso es lo que espero de los demás, pero también de que para que esto ocurra debo proveer oportunidades: oportunidades para que surjan iniciativas, oportunidades para la acción, y espacios para aprender y desaprender también. Y aquí está la clave, en el líder como creador de oportunidades. ¿Por qué seguir hablando de liderazgo y líderes? Porque aun parece ser una de las “necesidades no satisfechas” por las escuelas de administración o negocios, en términos de las habilidades o competencias de sus graduados. De acuerdo con el estudio Repensando la Educación en Gestión en América Latina,  realizado por el profesor de Harvard Business School Srikant Datar en colaboración con 28 escuelas latinoamericanas, alrededor del liderazgo no se cumplirían las expectativas de la empresa.

Desde 2012 se viene discutiendo en foros académicos los resultados del este estudio, uno de cuyos valores radica en haber dejado cabos sueltos para continuar repensando y aprendiendo. Se mantiene el interés en encontrar la solución para que las escuelas de negocios respondan a las demandas del mercado, para cerrar las brechas entre lo que se enseña y lo que se necesita, y en general resolver el desencuentro entre academia y empresa; lo curioso es que no se discuta esto en foros empresariales también. Sin embargo, considero que más que una brecha por cerrar entre academia y empresa, estamos ante el caso de un eslabón perdido. El eslabón que permita dar continuidad al aprendizaje que inicia dentro de las escuelas de negocios, para que continúe dentro de las empresas, constituyéndose estas últimas en los laboratorios de las escuelas.

El final de un año y el inicio del nuevo son usualmente momentos de reflexión, de propósitos de cambio y mejora, de formulación de nuevos planes y propuestas, así que el momento es propicio también para repensar el liderazgo en busca del eslabón perdido.

Acostumbramos a pensar en el líder como un ser sobrenatural, todopoderoso, inalcanzable, el Superman o Wonderwoman de la empresa. Es que el liderazgo personal es aquel con el que estamos más familiarizados a través de la literatura de negocios, la política, los medios, algunas experiencias personales, y erróneamente atribuimos a una persona todo el crédito por el logro de la organización. En contraposición, más que un personaje destacado, requerimos de un sistema de liderazgo, en el que coexisten diferentes tipos de líderes que ejercen diversas formas de liderazgo.

Así, el liderazgo personal se integra con el liderazgo institucional, aquel que establece los procesos para definir la estrategia organizacional atendiendo los intereses de diversos stakeholders. Estas formas no son la una sustituta de la otra, el equilibrio permitirá la implementación de la estrategia empresarial. Repensando así el liderazgo, nos alejamos de la clásica dicotomía líder o gerente y también de si el líder nace o se hace.

En la empresa se requiere que, en una suerte de cascada, alguien cree oportunidades para que otros a su vez creen oportunidades, otros las exploten y así sucesivamente, volviéndose cada vez más difuso el límite entre un líder y un emprendedor.

Se preguntarán, ¿Qué estamos repensando: liderazgo o emprendimiento? Hasta hace poco asociábamos el emprendimiento casi exclusivamente con la creación de empresas, pero desde la perspectiva de solución de problemas podrían ser sinónimos. Mirándolo así, muchos podemos convertirnos en líderes y emprendedores, en fuente de oportunidades y soluciones.

¿Hemos encontrado el eslabón que buscábamos? Con la concepción de liderazgo propuesta, creería que la “necesidad insatisfecha” antes mencionada desaparece o se reduce sustancialmente. Pero, ¿Estamos preparados en las organizaciones para este liderazgo compartido? ¿Para crear oportunidades para que otros lideren?

¿Han visto alguna vez un anuncio de reclutamiento ejecutivo que diga “se busca emprendedor”? ¡Ojalá lo veamos seguido! Para el liderazgo que queremos, la empresa los necesita.

 

Autores

Virginia Lasio