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DESORDEN Y RETROCESO
Viernes, Junio 10, 2016 - 11:33

Casi la mitad de los diputados de Brasil tiene parientes en cargos públicos y políticos.

La crisis de Brasil descubre, cada día, la verdadera crisis de representación que se oculta más allá de la pugna política y las denuncias, justificadas, de corrupción. Se reveló que el 60% de los diputados federales está procesado por algún caso de corrupción, y el 49% del total tiene madres, padres, esposos/as o hijos en cargos políticos. Además, hay diputados que poseen parientes directos en política acusados de corrupción. Es lo que le ocurrió a Raquel Muniz, (PSD) quién, al votar a favor del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff, citó a su marido como ejemplo de que en Brasil había esperanzas gracias a buenos y eficientes funcionarios públicos. Pero al día siguiente, Ruy Muniz, alcalde de Montes Claro, que acompañaba a su mujer en Brasilia, fue detenido por la Policía Federal. El funcionario fue acusado de participar en fraudes en licitaciones del sistema de salud, en la investigación llamada “Operação Mascara da Sanidade II – Sabotadores da Saúde”. ¿La diputada? “Todo es parte de una conspiración”, dijo.

Autores

Redacción AméricaEconomía