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¡A embarrarse!
Jueves, Febrero 27, 2014 - 15:29

Colombianos y colombianas pueden ahora bañarse en lodo como el rey David y la reina de Saba. Se trata de un tratamiento de belleza con lodo… del Mar Muerto.

La sensación fascinante de untarse de lodo, que atrae a la mayoría de los seres humanos en la infancia, está nuevamente al alcance de los colombianos. Ahora también para los adultos. Y sin sentir nada de vergüenza porque hay una excusa: hacerlo es fundamental para quitarse las arrugas, el acné y limpiar la piel. Todo esto gracias a la empresa Shalom Consulting Group, que hace tres años apostó al improbable negocio de importar lodo desde el Mar Muerto, en Israel, y hoy tiene a miles de colombianos felices de ser embarrados.

“Se trata de masificar el producto. De que todos puedan beneficiarse de sus cualidades reparadoras”, asegura Giovanny Prada, director general de la distribuidora que asegura “pone en manos del ciudadano común los baños cosméticos que en tiempos milenarios embellecieron al rey David, el rey Salomón, la reina de Saba y a Cleopatra”.

Este barro no es sólo agua y tierra, como el de un jardín normal u otros que existen en laderas de volcanes o lagunas de Colombia. Prada explica que tiene una concentración en sales 33 veces mayor que cualquier mar normal y es irreproducible en laboratorio. Es esta misma propiedad la que le permite ser envasado sin usar preservantes y que no tenga fecha de vencimiento.

Pero no ha sido fácil: las 10 primeras toneladas tardaron tres años en poder importarse. “Como es un producto único se tuvo que crear una partida arancelaria y determinar los gravámenes”, dice Prada. El traer el barro sin envasar aumentó la dificultad, pero el emprendedor asegura que “debíamos traerlo así para disminuir costos y crear puestos de trabajo en el envasado”.

Superadas las primeras barreras el producto ya se encuentra en tiendas y supermercados, en dos presentaciones, a un costo de US$29 y US$42. El Shalom Consulting Group ya está en conversaciones para exportar el producto y llegar con su alud de barro cosmético a Panamá, Venezuela y República Dominicana.

Autores

Redacción AméricaEconomía