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Richard Gere, el galán que nunca envejece, cumple 65
Domingo, Agosto 31, 2014 - 07:35

Nunca ha ganado un Óscar y su único Globo de Oro lo obtuvo por su trabajo en un musical, pero su encanto y "sex appeal" parecen deshacer todas las barreras, incluida la edad.

A la edad en la que, en muchos países del mundo, los trabajadores toman su retiro, Richard Gere se prepara para asaltar de nuevo las pantallas de medio mundo con al menos tres producciones, si bien el dandy de "An Officer and a Gentleman" prefiere ahora producciones "indie", primeros proyectos y apuestas de riesgo, como "Time Out of Mind" donde interpreta a un mendigo.

Un papel que, durante el rodaje, y para regocijo del "American Gigoló", provocó que una mujer le ofreciera parte de su comida en una calle de Nueva York y otro buen samaritano le lanzara una limosna, que él, por supuesto, aceptó.

Y no menos debió reirse Gere cuando trascendió una imagen suya caracterizado como "Franny" (larga melena blanca, fulard moteado de leopardo y rojo, y traje azul celeste a cuadros sobre polo blanco) bajo la preocupante premisa de si el divorcio recién consumado de la que fuera su mujer los últimos once años había convertido al caballero más elegante y deseado de Hollywood en un hortera.

"Franny", el debut del estadounidense Andrew Renzi, aún no tiene fecha de estreno; sí la tiene "The Second Best Exotic Marigold Hotel", febrero de 2015, donde Gere se convertirá en Guy, un nuevo inquilino del hotel más familiar (y geriátrico) del mundo.

Puede que haya sido su corazón tibetano y su compromiso con el bien lo que haya provocado que el último galán de Hollywood haya decidido trabajar menos, o que sea una decisión personal, impulsada, quizá, porque los US$100 millones en que está calculada su fortuna le permiten hacer exactamente lo que le apetece y cuando le apetece.

Y no parece una decisión descabellada, sobre todo si se tiene en cuenta que prestar su rostro a largometrajes de calidad ayuda sin duda al reconocimiento del público (y de la crítica).

Nadie le quita el trono

Tanto su cabellera totalmente blanca -el cambio más radical en la imagen de este icono sexual de los años 80- como la ceremonia de gestos con la que suele saludar a su llegada a los eventos, con las manos juntas y la cabeza inclinada casi hasta arrodillarse, quedan eclipsadas por su occidental sonrisa de seductor.

Lo cierto es que siempre hay lugar en las listas de los hombres más deseados para el ex esposo de Cindy Crawford; pasan los años, y Richard Gere sigue impactando a generaciones de jovencitas, a sus madres y, sí, ya es el caso, a sus abuelas.

Este mismo año, una de estas revistas femeninas, Glam'mag, situó al espectacular y seductor Gere como "el hombre más sexy del mundo", a decir de los lectores de su edición internacional. Y es el segundo año consecutivo que lo consigue.

Y, a pesar de ello, el neoyorquino sigue siendo más bello por dentro.

"Empecé a trabajar conmigo mismo, a meditar y tratar con varios maestros. Siempre me interesaron las cuestiones morales y metafísicas: ¿cuáles son las bases de la realidad? ¿Qué es la mente? ¿Dónde reside el alma?", explicaba Gere en una entrevista con Efe realizada hace más de diez años.

El budista

Poca gente sabe que, para cuando Gere interpretó al millonario Edward Lewis de "Pretty Woman" (1990), la semilla de las enseñanzas tibetanas ya habían germinado en él; con padres de herencia judía, ascendencia angloirlandesa y creencias metodistas, la curiosidad por el mundo interior ya estaba dentro.

"Mi padre era casi como un cura, siempre cerca de la iglesia, y mi madre era presbiteriana. Yo crecí yendo a la iglesia. Era parte de mi vida. Lo interesante, para mí, aunque no lo notaba en aquel entonces, era ver un mismo grupo de gente que creía en algo superior", explicaba él mismo sobre sus orígenes espirituales.

El actor ha dicho siempre que el Tibet y la adoración a Buda es más interesante y enriquecedor que Hollywood; de hecho, fue un comentario suyo en una entrega de premios Oscar en contra del gobierno de China y dando el apoyo absoluto al Tíbet lo que le valió el veto durante años en esta ceremonia.

"El budismo tibetano nunca me ha defraudado. Te enseña que todas las cosas buenas son posibles. Convierte el odio en amor", subrayó el actor, cofundador de la Casa del Tíbet en Nueva York.

El humanitario

En 1991 creó la Fundación Richard Gere cuyo objeto es recaudar fondos no solo para preservar la cultura tibetana y la religión budista, sino también de acudir en auxilio de todo lugar donde hubiera damnificados -humanos o animales- a raíz de las guerras, hambrunas, enfermedades, catástrofes o violencia de cualquier signo.

Junto a Catherine Deneuve, Christopher Lee y Bob Geldof dio su apoyo a la iniciativa "Cinema for Peace" (Cine por la Paz), para recaudar fondos para Darfur y el Tíbet y en octubre de 2011 recaudó casi US$1 millón al subastar un centenar de guitarras en  Christie's.

"Ser rico antes no era lo mismo que ser rico en la actualidad. Ahora es enfermizo. Con lo que me dieron por mis guitarras pude construir un hospital. Hemos perdido la cabeza", confesaba hace dos años en una entrevista con Efe, concedida en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde presentó "Arbitrage".

Cumpleaños feliz.... y soltero

Gere, quien nunca ha estado nominado al Óscar -aunque todo el mundo pensó que lo conseguiría por "Chicago"- sí ha cosechado grandes éxitos comerciales y también ha sido pieza fundamental de cintas de culto como "Days of Heaven", de Terrence Malick, y "Cotton Club", de Francis Ford Coppola.

Sin olvidar títulos como "Breathless" (1983), donde los desnudos de Gere coronaron su imagen más sexy y provocativa, y más tarde producciones suyas que también protagonizó como "Somersby" y "Mister Jones", ambas en 1993, o la tiernísima "Hachi: A Dog's Tale" (2009), son una buena muestra de la variedad de estilos que el actor ha cultivado en más de medio centenar de cintas.

Escritor, fotógrafo, pianista y guitarrista, compositor, bailarín -como mostró en "Shall We Dance?" (2004) o "Chicago"- y (no muy buen) cantante, Gere se divorció este año de la madre de su hijo, Homer James Jigme, la exchica Bond Carey Lowell, también budista y vegetariana, como él.

Así que Gere vuelve a ser soltero: un partidazo para echar el guante.

* Reportaje EFE

Autores

Alicia G. Arribas