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"Rincón del Recuerdo": El bar que esconde un inmenso tesoro musical en La Paz
Miércoles, Septiembre 23, 2015 - 09:44

"Enfermo de música" se confiesa René Flores, quien hereda de su familia no sólo un lugar en el que se puede tomar un trago en la capital. También es un punto en el que se viven intesos momentos gracias a poderosos 400 discos en vinilo.

Mientras René Flores pone canciones en soportes casete y vinilo, un joven le pide que reproduzca temas de Cuco Sánchez, José Alfredo Jiménez y música latina. “¿Tiene la canción 'Mi hermano', de Raphael?”, pregunta un cliente joven. René le responde de manera afirmativa con la cabeza. Cuando la escucha, el cliente empieza a sollozar.

“Usted no me reconoce, pero yo venía con mi abuelo y usted me echaba del local. Escuchaba todos esos temas desde afuera. También venía con mi papá. Ambos han muerto, pero ahora he adquirido este gusto y estoy coleccionando música de aquellos tiempos”, le dice el joven.

Esta historia es una de las tantas que guarda el "Rincón del Recuerdo", un bar que tiene 33 años de vigencia y que hereda más de 75 años de tradición con la música nuevaolera (es decir aquella que gustaba a los jóvenes de los años 60), además de boleros, valses, cumbia y folklore boliviano de mediados del siglo pasado, con una colección de discos de vinilo y casetes.

Ubicado en la calle Océano Pacífico, entre la avenida Tokio y la Mariscal de Zepita, es un local “fácil de llegar”, sostiene su dueño, René Flores, “porque estamos a la espalda de la casa de la cholita Remedios (Loza)”, en la zona El Tejar de La Paz.

La verdad, sin embargo, es que resulta un poco complicado encontrar el boliche, pues está ubicado en medio de dos avenidas, la Kollasuyo y la Entre Ríos. Al lado de unas gradas que conducen al mercado de frutas y al campo deportivo de El Tejar, de una casa de un piso  con franjas verdes pende un letrero de madera donde está escrito el nombre del local.

Entrar al local es como visitar un museo. Retratos de Roberto Carlos, John Lennon, Marilyn Monroe, Raquel Welch y Sandro, con dos guitarras y un charango pegados en la parte delantera del ingreso, invitan a transportarse en el tiempo.

En las paredes hay cuadros de cantantes y grupos nacionales, de Europa y Estados Unidos de los años 50, 60, 70 y 80. Lo primero que al cliente se le ocurre es reconocer a los cantantes: José Alfredo Jiménez,  Vicente Fernández y Miguel Aceves Mejía, acompañados por tapas de discos de Demis Roussos, Leo Marini, el grupo Safari, Django y Los Jairas, entre tantos otros.

Al otro lado se encuentran tapas de discos y fotografías de Julio Iglesias, Juan Luis, Los Signos, Mandrill, Los Grillos, Aldo Monjes, Roberto Carlos y Luis Aguilar. La enumeración no acaba. Es como si fuera un álbum de música con figuras de las más variadas, desde los artistas más conocidos hasta los que pareciera que nunca existieron en el escenario musical.

Flores cuenta que la historia del "Rincón del Recuerdo" está ligada a su familia y que empieza en la década de los años 60.

Cuando llegaba del colegio, generalmente ayudaba a limpiar las mesas y atender a los clientes del restaurante. “En ese instante me enfermé con la música”, recalca, al rememorar que en aquellos años le empezaron a gustar canciones de los mexicanos Cuco Sánchez y Flor Silvestre, los tangos de Carlos Gardel y Argentino Ledezma, además de música folklórica con Los Ch’askas, Los Payas, Intis del Folklore, Ruphay...

Flores no para de enumerar los grupos de aquel tiempo. Busca entre los discos para demostrar que tiene los temas. Los ojos le brillan como si reviviera el pasado, como si escuchara esas melodías, mientras que de fondo se oye Noches de Caracas, del argentino Johny Tedesco.

Después de un tiempo, los padres de René decidieron establecerse en "Tiwanaku", donde abrieron el restaurante "Kalasasaya" —igual al que funcionaba en "El Tejar"—, destinado a turistas extranjeros y con música folklórica boliviana.

Al no poder llevar todo el material a su nueva morada, Lorenzo le dejó a su hijo más de 400 discos de vinilo, entre los que resaltan Los Brillantes, el dúo Larrea Uriarte y las orquestas Swingbaly y Huambaly de Chile.

Además, su padre le dio la libertad de hacer lo que quisiera con la radiogramola y los parlantes, “pero como ya estaba enfermo con la música he aumentado la colección de discos de a poco”, dice Flores.

Detrás de la estructura de madera atiborrada de fotografías y tapas de discos está guardada una parte de la compilación de música del recuerdo, alrededor de 600 casetes con música variada, aunque hay otros 600 que están guardados.

Música con Huambaly y boleros, Rabito y Jaivas, Tormenta y Janette, Julio Iglesias y Rumba 3, Los Signos y Silverstones, Los Grillos, Sandro, Four Star, Luz de América, Renán Michel... Nuevamente aparece una larga lista de artistas en varios cajones. “Mi colección de discos debe estar pasando los 6.000”, asegura René al momento de dirigirse a su habitación privada. Después de cruzar su patio, unas gradas angostas conducen a “su lugar secreto”.

Escondido en la vorágine de la modernidad, el Rincón del Recuerdo se yergue como un museo donde se puede disfrutar de la música de los años 60, 70 y 80, y también rememorar los buenos tiempos, como el joven que quería evocar a su padre y a su abuelo. Con música todo es mejor.

Autores

La Razon/ LifeStyle