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Robert Reid: "los estándares evaluativos son mucho más integrales"
Lunes, Mayo 27, 2013 - 14:17

El vicepresidente ejecutivo de la AACSB y jefe de Acreditaciones, comenta cómo fue el proceso que condujo a los cambios en los estándares evaluativos de la asociación y reflexiona sobre el desarrollo de las escuelas de negocios en regiones de crecimiento económico.

Recientemente fue anunciado un cambio en los estándares de la AACSB –Association to Advance Collegiate School of Business- organización que concede acreditaciones a escuelas de negocios y programas MBA alrededor del mundo, y cuyo sello acreditativo se considera un factor de calidad, diferenciación y prestigio para quienes lo poseen. Con los estándares de 2013, se busca poner foco en el fomento de la innovación, las mejores prácticas de management, y la relación con los stakeholders y las compañías que sostienen las escuelas. Los cambios responden al dinamismo y proceso globalizador actual. 

Robert Reid, vicepresidente ejecutivo de la AACSB y jefe de Acreditaciones, comentó a AméricaEconomía sobre la naturaleza de estos cambios, sus implicaciones, el proceso que los precede y quiénes fueron los actores involucrados en el mismo. 

¿Cuál es el origen del cambio de los estándares de AACSB? ¿Quiénes iniciaron y tomaron parte en el proceso de revisión?

El proceso comenzó hace aproximadamente dos años y medio, como parte de una revisión que normalmente se realiza a cada nueve o diez años. Lo que ha hecho el Blue Ribbon Committee –Comité de Revisión de los Estándares– tiene que ver con lo establecido por esa misma agenda. Los miembros del comité terminaron en diciembre de 2012, y en abril de 2013 los nuevos estándares se sometieron a votación dentro de un grupo llamado Accreditation Council –Consejo de Acreditación- que está compuesto por todas nuestras escuelas acreditadas.

El grupo que trabajó durante ese período de más de dos años estaba integrado por 25 miembros. La mayor parte de ellos son decanos y además se sumaron algunas personalidades corporativas, representando prácticamente todas las regiones del mundo donde tenemos escuelas acreditadas, o escuelas en busca de acreditarse. 

¿Pero no existió un pedido específico de parte de alguna de las escuelas para renovar los estándares?

No. Como mencioné, se trata más bien de una revisión detallada y a profundidad que se lleva a cabo a cada nueve o diez años, la cual se suma a las revisiones anuales de nuestros estándares y directivas que también se realizan, pero de carácter menor.

Estas revisiones mayores tienen que ver con dar un paso atrás, para tomar perspectiva, y preguntarnos: ¿estamos funcionando por los mejores estándares posibles, son estos los apropiados? ¿Qué cambios podríamos hacer para mejorarlos? En esta revisión más reciente, nos enfocamos hacia tres elementos, la noción de tratar de mejorar e incentivar más innovación, observar el impacto que las escuelas tienen sobre su particular grupo de stakeholders, y al mismo tiempo evaluar cómo promueven un compromiso mayor entre sus stakeholders y los grupos corporativos, y las compañías con las cuales trabajan. 

Aunque los nuevos estándares se redujeron en número, se nota que su exigencia aumentó, son más integrales. ¿Podría ilustrar en qué sentido los estándares elevan los requerimientos?

Lo que ha resultado de la gestión del Comité es el ajuste de los estándares, en términos de que cada uno forma parte de un grupo que se enfoca sobre un área específica. Así se eliminaron algunas redundancias, o repeticiones de criterios. Al bajar de 21 a 15 estándares, lo que realmente se trata de lograr es enfocarse muy específicamente sobre cuatro categorías: la primera es el management estratégico y la innovación. La segunda corresponde a los participantes en la escuela, dígase estudiantes, profesores, y personal administrativo. La tercera tiene que ver con la enseñanza y el aprendizaje. Y la cuarta se relaciona con el compromiso académico y profesional. 

Al agrupar los lineamientos en esas cuatro categorías creemos que se logra enfocar la atención hacia el desarrollo de esos puntos en particular. Todo esto sirve de guía y documentación no sólo para nuestro propio trabajo de juicio y evaluación, sino para el desempeño de las propias escuelas. 

¿De momento alguna escuela corre el riesgo de perder la acreditación luego de estos cambios? 

Siempre existe algún nivel de riesgo, o chance, de que una escuela pierda su acreditación. A la vez que una escuela presenta su petición para acreditarse, se inicia un proceso que va desde la consideración inicial sobre la escuela hasta el momento en que la escuela recibe, o no, su acreditación. Usualmente toma unos tres o cuatro años. Durante ese período, las escuelas se someten a una serie de revisiones por parte del comité acreditador, intervienen en el proceso también profesionales que sirven como mentores para la escuela, hasta que finalmente un chequeo es realizado por un colectivo de pares que visita la escuela con el propósito de hacer o no una recomendación para la escuela. Una vez que la escuela se acredita, entonces se somete a revisión a cada cinco años, para estimar si continúa cumpliendo con los estándares. Por eso es que siempre existe la posibilidad latente de perder la acreditación, en caso de que se observen aspectos que puedan costar un retiro de la acreditación, o una postergación de su confirmación. 

¿Las escuelas deben pagar alguna tarifa de membresía?
Cuando una escuela se une a la AACSB como miembro, debe contribuir con una cantidad anual. También existen tarifas asociadas al proceso de acreditación, que se destina a cubrir los gastos de estas revisiones. 

¿Qué sucederá de ahora en lo adelante? ¿Cómo serán aplicados los nuevos estándares, como se cuidará de que se cumplan y cuánto se espera que tome el proceso?

Estamos entrando en la fase de implementación que debe tomar otros dos años y medio. Comenzaremos en julio de 2016 a evaluar a todas las escuelas según los nuevos estándares, sea que busquen acreditarse por primera vez, o en la conducción de las revisiones periódicas de las que ya la tienen. 

Previo a esto, vamos a estar trabajando con cada escuela para comunicar los nuevos estándares, en diálogos para explicarlos y ayudar a adaptarse, en caso de necesidad. Ya hemos estado dialogando con gente en un número de conferencias y eventos internacionales, durante los últimos meses, acerca de los cambios y sus implicaciones. Ahora que los nuevos estándares ya pasaron la votación, estamos implementando un nivel de entrenamiento y esfuerzos educativos para ayudar a que se entienda la naturaleza de los estándares de 2013, para que todos estén preparados a la hora de las evaluaciones. 

No será un giro inmediato, sino una transición. 

La asociación ha acreditado a un considerable número de escuelas fuera del contexto tradicional de Norteamérica y Europa, y localizadas en países de América Latina y Asia sobre todo. ¿A qué responde esta tendencia?

Teniendo en cuenta que la acreditación es un proceso voluntario, la tendencia tiene que ver con que ha sido más recientemente que las mejores escuelas de América Latina y Asia han reclamado evaluarse para ser acreditadas. Ha sido en un período más reciente cuando estas escuelas se presentan a consideración nuestra. 

Entonces, si consideramos que hasta hace unas décadas no había muchas escuelas de negocio acreditadas en estas zonas, es normal que el número de estas se haya incrementado en los últimos tiempos. Son dos factores fundamentales detrás de la tendencia.

En esencia, también tiene que ver con que varias de esas escuelas localizadas en estas regiones en crecimiento económico, en muchas ocasiones están perfeccionándose, siendo comparables a algunas de las escuelas de negocio líderes a nivel mundial.

Autores

Jennifer P.Roig