Nuevo estudio concluye que elegir la montaña o la playa para descansar entrega mucha información sobre la personalidad de quien toma la decisión.
Como la dinámica del sístole y el diástole de un corazón, la psicología le ha dado varias vueltas a la relación que extravertidos e introvertidos establecen con su entorno, como una manera de entender sus comportamientos y también descubrirlos a través de sus opciones.
De hecho, un reciente estudio de psicólogos de la Universidad de Virginia señala que las personas optan en sus vacaciones mayormente por lugares adecuados a sus personalidades. Sostienen que, incluso, unos y otros tienen distintos lugares preferidos en sus propios hogares.
Si se opta por la playa, por ejemplo, se está entre la mayoría. Ello porque la investigación señala que más personas eligen la playa que las montañas y la elección depende en gran parte al tipo de personalidad. Es decir, habría una tendencia a que las personas sean mayormente extrovertidas que lo contrario.
La psicología ya sabe que los primeros tienden a disfrutar de situaciones estimulantes, mientras que los segundos tratan de buscar zonas más tranquilas. Y es que los extrovertidos requieren más de dos elementos indispensables en su desarrollo: "afiliación", es decir, "estar con y conversar con los demás"– y "exposición", o sea, "llamar la atención de otras personas y divertirlas".
Los introvertidos, en tanto, no requieren de esas dinámicas.
Si bien se había avanzado en conocer cómo se relacionaban ambos perfiles psicológicos en diversos ambientes, ya sea de trabajo o estudio, no se conocía de análisis situados en entornos físicos.
Los investigadores de la Universidad de Virginia señalan que "ningún estudio ha examinado la extroversión y la introversión en relación a entornos naturales". Por ello, a traves de la puesta en marcha de una serie de cinco experimentos, determinaron que las personas que son más extrovertidas prefieren espacios abiertos, incluyendo la playa, mientras que los introvertidos se sienten atraídos hacia entornos con bosques y montañas.
Y es que mientras estos últimos ofrecen espacios de soledad y reflexión, las primeras entregan el entorno sonoro y el potencial preciso para desarrollar más contacto social. Lo justo para unos y otros.
De acuerdo a las investigaciones de los expertos estodounidenses, los introvertidos reconocieron sentirse menos satisfechos o felices que los extrovertidos. Su opción por lugares solitarios los ayuda a sentirse -en rigor- "menos tristes".
Otra fase del estudio tomó el testimonio de más de 600.000 personas de todo Estados Unidos con el fin de establecer si la introversión y la extroversión se asociaban con la geografía en que se desarrollaban las personas. El estudio determinó que residentes de sectores montañosos del país eran más introvertidos que aquellos habitantes de espacios más llanos.
Profundizando más en la causalidad, el estudio cruzó datos y experiencias para ver si -efectivamente- vivir en las montañas hace a las personas introvertidas o son las personas introvertidas las que tienden a ubicarse en este tipo de zonas.
Si bien un experimento les permitió observar que las personas introvertidas están más estresadas en un espacio abierto que entre los árboles, por ejemplo, los investigadores señalan que no fue posible establecer que la geografía sea la que cambie la personalidad de un individuo. El análisis tiende a optar más por lo contrario.
Por ello, la elección de las vacaciones -efectivamente- dice mucho en torno al perfil de las personas. Lo cierto es que los entornos naturales ayudar a cumplir con ciertas necesidades psicológicas que todos tienen.
