Pasar al contenido principal

ES / EN

Sandra Guazzotti, de Google Cloud: “Necesitamos velocidad en la acción porque la brecha de género sigue creciendo”
Miércoles, Marzo 9, 2022 - 13:40

Con una larga experiencia en las industrias financiera y tecnológica, la ejecutiva argentina se ha convertido en un role model para las mujeres que quieren abrirse paso en industrias tradicionalmente masculinas. Guazzotti, quien a pesar de la brecha se muestra optimista respecto al futuro, prefiere hablar de equidad en lugar de igualdad y recalca la necesidad de impulsar la diversidad en las empresas.

La tecnología, como creación humana basada en ceros y unos, en sí misma no discrimina. La industria tecnológica, sin embargo, desde sus inicios se convirtió en uno de los sectores de mayor discriminación, con un sesgo claramente masculino. Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, y la organización sin fines de lucro Laboratoria, de hecho, reveló que a nivel global solo el 25% de quienes trabajan en el sector de tecnologías de información y comunicación son mujeres; y en Sudamérica, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en esta área puede alcanzar 40%.

En los últimos años, sin embargo, la ‘masculinidad tecnológica’ se está reduciendo. Y es que, por un lado, las empresas, conscientes de que la diversidad es un valor importante para el éxito, están buscando talento femenino, y las mujeres están interesándose y abriéndose espacio en esta industria.

“Las mujeres tenemos que hacernos cargos de ser más protagonistas en un mundo prediseñado y que era, por las razones que fueran, más diseñado para el género masculino. Esto tiene que ocurrir porque cada vez necesitamos de talento para todo lo que está ocurriendo en esta economía que avanza a pasos gigantes hacia una economía digital. Necesitamos a todos los jugadores en la cancha”, dice Sandra Guazzotti, head of Multi-Country de Google Cloud.

Guazzotti entró en la “cancha tecnológica” desde otra industria predominantemente masculina –la financiera–, rompiendo el paradigma de que hay que estudiar una carrera en el área de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (lo que se conoce como STEM) para acceder a ella. Estudió Derecho en su natal Argentina y Relaciones Internacionales con mención en Economía en Japón. La ejecutiva empezó trabajando en la banca en Japón, estuvo 10 años trabajando en ese mismo sector en el país asiático y Argentina. En 1999 decidió tomar la oportunidad de apalancar su experiencia –sobre todo financiera– y traspasarse a la industria de tecnología. “Con el paso del tiempo, lo que me fue pasando es que comencé a descubrir el mundo de la transformación digital, de reimaginar negocios y me enamoré de eso […]. 20 años después, sigo aquí porque me gusta y me encanta”, dice Guazzotti.

Desde que estudiaba y durante su experiencia laboral, Sandra Guazzotti ha ido rompiendo múltiples barreras, pero lo cuenta como si nada. “Siempre fui minoría”, comenta. En la universidad en Japón, por ser extranjera y mujer, en el Banco de Tokio, donde solo había cuatro mujeres, o en Argentina, donde trabajó en un banco estadounidense y fue la única mujer de su comité ejecutivo.

Eso sí, reconoce que en un inicio el ser minoría le hizo autoincorporar la presión social y los sesgos inconscientes por lo que se concentró en probar lo buena que era y se desconectó de su “emocionalidad, porque en ese momento y contexto “no era compatible con ser profesional”. “Cuando partí mi visión era este role model de mayor autoridad, más de controlar, muy poco empático, tener las respuestas para todo. Sentía que, además, tenía que saberlo todo, y tenía mucha autopresión respecto a ser mejor que el resto. Eso me hizo ser muy competitiva”, explica.

Su experiencia en el Banco de Tokio, sin embargo, le supuso una destacada llamada de atención y cambio de mentalidad. Imaginó que iba a llegar a una oficina y al sillón de ejecutiva pero su primera labor fue ensobrar cheques. Y es que el estilo de entrenamiento en el país asiático significa empezar desde abajo la carrera, también implica tiempo –como evidencian cinematográficamente las semanas de ‘formación’ de Daniel con el Sr. Miyagi en “Kárate Kid”–. “En un momento veía que todos mis compañeros rotaban menos yo y me preguntaba cuándo sería mi turno. En ese momento una señora con más experiencia me dio una gran lección y me dijo: ‘tienes que valorar este trabajo, nosotros estamos formando líderes para mañana. Y hasta que tú no valores lo que haces no vas a estar lista para pasar a la siguiente sección y mucho menos para liderar un banco’. Ahí realmente me preocupé y dije bueno acá tiene que ser todo genuino, mi curiosidad, aprender el trabajo. Eso fue un gran punto de inflexión”.

[rebelmouse-image 29509387 is_animated_gif=false crop_info="%7B%22image%22%3A%20%22https%3A//assets.rbl.ms/29509387/origin.jpg%22%2C%20%22thumbnails%22%3A%20%7B%22origin%22%3A%20%22https%3A//assets.rbl.ms/29509387/origin.jpg%22%2C%20%222000x1500%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D2000%26coordinates%3D916%252C0%252C917%252C0%26height%3D1500%22%2C%20%22600x200%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D600%26coordinates%3D0%252C367%252C0%252C367%26height%3D200%22%2C%20%2235x35%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D35%26height%3D35%22%2C%20%22600x600%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D600%26coordinates%3D1320%252C0%252C1320%252C0%26height%3D600%22%2C%20%22980x%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D980%22%2C%20%22700x1245%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D700%26coordinates%3D1849%252C0%252C1850%252C0%26height%3D1245%22%2C%20%22400x225%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D400%26coordinates%3D378%252C0%252C379%252C0%26height%3D225%22%2C%20%221000x750%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1000%26coordinates%3D916%252C0%252C917%252C0%26height%3D750%22%2C%20%221500x2000%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1500%26coordinates%3D1622%252C0%252C1623%252C0%26height%3D2000%22%2C%20%22600x%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D600%22%2C%20%221200x400%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1200%26coordinates%3D0%252C367%252C0%252C367%26height%3D400%22%2C%20%22600x400%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D600%26coordinates%3D714%252C0%252C715%252C0%26height%3D400%22%2C%20%221200x800%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1200%26coordinates%3D714%252C0%252C715%252C0%26height%3D800%22%2C%20%22600x300%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D600%26coordinates%3D109%252C0%252C110%252C0%26height%3D300%22%2C%20%22210x%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D210%22%2C%20%22300x300%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D300%26coordinates%3D1320%252C0%252C1320%252C0%26height%3D300%22%2C%20%221245x700%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1245%26coordinates%3D378%252C0%252C379%252C0%26height%3D700%22%2C%20%22750x1000%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D750%26coordinates%3D1622%252C0%252C1623%252C0%26height%3D1000%22%2C%20%22300x%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D300%22%2C%20%221200x600%22%3A%20%22https%3A//www.americaeconomia.com/media-library/eyJhbGciOiJIUzI1NiIsInR5cCI6IkpXVCJ9.eyJpbWFnZSI6Imh0dHBzOi8vYXNzZXRzLnJibC5tcy8yOTUwOTM4Ny9vcmlnaW4uanBnIiwiZXhwaXJlc19hdCI6MTY3NzI5NjAxNn0.UZDidDW5nWGbYgUTA4mRJvVnBsPzt5ePmqjGn3s7gHw/image.jpg%3Fwidth%3D1200%26coordinates%3D109%252C0%252C110%252C0%26height%3D600%22%7D%2C%20%22manual_image_crops%22%3A%20%7B%223x1%22%3A%20%7B%22width%22%3A%205061%2C%20%22top%22%3A%20367%2C%20%22height%22%3A%201687%2C%20%22left%22%3A%200%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%221200x400%22%2C%20%22600x200%22%5D%7D%2C%20%223x2%22%3A%20%7B%22width%22%3A%203632%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%20714%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%221200x800%22%2C%20%22600x400%22%5D%7D%2C%20%221x1%22%3A%20%7B%22width%22%3A%202421%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%201320%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%22600x600%22%2C%20%22300x300%22%5D%7D%2C%20%223x4%22%3A%20%7B%22width%22%3A%201816%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%201622%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%221500x2000%22%2C%20%22750x1000%22%5D%7D%2C%20%2216x9%22%3A%20%7B%22width%22%3A%204304%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%20378%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%221245x700%22%2C%20%22400x225%22%5D%7D%2C%20%229x16%22%3A%20%7B%22width%22%3A%201362%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%201849%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%22700x1245%22%5D%7D%2C%20%224x3%22%3A%20%7B%22width%22%3A%203228%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%20916%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%222000x1500%22%2C%20%221000x750%22%5D%7D%2C%20%22600x300%22%3A%20%7B%22width%22%3A%204842%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%20109%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%22600x300%22%5D%7D%2C%20%222x1%22%3A%20%7B%22width%22%3A%204842%2C%20%22top%22%3A%200%2C%20%22height%22%3A%202421%2C%20%22left%22%3A%20109%2C%20%22sizes%22%3A%20%5B%221200x600%22%2C%20%22600x300%22%5D%7D%7D%7D" pin_description="" dam="1" site_id=20917490 caption="" original_size="5061x2421" photo_credit="Freepik/Rawpixel.com" alt="Pu\u00f1os de hombres y mujeres se unen en el centro" expand=1] Freepik/Rawpixel.com

GENDER WASHING Y EQUIDAD

A pesar de que cuenta con naturalidad su experiencia hasta convertirse en una alta ejecutiva del gigante tecnológico Google, reconoce que ha tenido que enfrentar desafíos. Y el mayor shock de su carrera como ejecutiva fue sentir, 20 años después de su primera experiencia en el banco japonés, que tenía que de nuevo mostrar nuevamente “que estaba ahí, que no era por ser mujer, sino por lo que sabía, conocía y era capaz de hacer”.

Y es que las mujeres en altos puestos directivos, a diferencia de los hombres, en numerosas ocasiones deben “demostrar” que están en sus puestos por su propio mérito y no por cuestión de cuotas o presión social. Sobre todo en tiempos en los que todavía cuesta diferenciar las verdaderas políticas para promover la diversidad en gerencias y directorios de lo que se conoce como gender washing, es decir, promover la presencia de mujeres por “aparentar diversidad” no por creer realmente en ella.

“Hay bastante gender washing, eso de mostrar que estoy haciendo solo por mostrar. Sin embargo, también creo que cada vez se están haciendo cosas más profundas en colaboración público-privado y academia. Creo que se está avanzando”, dice la head of Multi-Country de Google Cloud.

Sandra Guazzotti prefiere hablar de equidad en lugar de igualdad, pues –para ella– la igualdad no nivela mientras que la equidad remueve barreras para que todos tengamos oportunidades de ser nuestra mejor versión y desarrollarnos.

Y la equidad está todavía lejos de lograrse. El reciente estudio de Mujeres en Altas Gerencias y C-Level, de AméricaEconomía, evidencia que entre las grandes empresas de la región la mujer todavía no alcanza una participación del 50% y al ritmo actual cuesta vislumbrar cuándo se alcanzará la meta.

Sin embargo, la ejecutiva de Google Cloud se muestra optimista sobre el futuro. “El cambio generacional va a ayudar muchísimo. Veo a las nuevas generaciones priorizando marcas donde sienten que tanto la diversidad como la inclusión no son una moda [..]. En ese sentido creo que vamos hacia un mundo mejor y el mismo mercado va a ir gatillando que este gender washing –que sostengo, todavía existe– no vaya teniendo mucho lugar si los cambios no son genuinos.

En la industria tecnológica, particularmente, los códigos que lograrán ejecutar una mayor equidad, para Guazzotti, pasan por pensar en cómo lograr que más niñas tengan referentes y se interesen estudiar carreras que les abren paso en la industria tecnológica –no solo STEM–, por trabajar más las redes entre mujeres, hacerse más visible y dar más flexibilidad, manteniendo a las mujeres que entran en periodo de maternidad más conectadas a la compañía. “Hay algo, además, muy importante, incluir en todo esto a los hombres, que son stakeholders. No podemos olvidarnos que todo esto tenemos que lograrlo juntos, pues es la diversidad lo que enriquece, no solamente la participación de las mujeres”, comenta.

De hecho, en las mentorías a mujeres para ayudarlas en su proceso de ascenso dentro de las empresas los hombres juegan un importante rol, según la ejecutiva. Y es que en las “mentorías cruzadas” todos aprenden a trabajar distinto. “Hay programas en Chile que hacen esto entre hombres y mujeres para romper mitos y aprender que venimos de un mundo, sobre todo en ciertas industrias con muy baja participación femenina y eso hay que revertirlo”, dice.

Para la ejecutiva, que asegura que se necesita velocidad de acción para que la brecha de género no siga creciendo, la diversidad es un factor fundamental, pues sin ella no hay creatividad, ni innovación y no se podrán abordar los cambios constantes y la complejidad a los que se enfrentan las empresas. “Es algo que va más allá de las cuotas de género. Debemos hablar de la diversidad desde el punto de vista de abrazarla junto con la inclusión, que no se limiten solo a la representatividad, sino que cada persona pueda ser su mejor versión desde lo que le hace único, aportando a esa cultura o a esa organización”.

Autores

Laura Villahermosa