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¡Se necesitan mentores digitales!
Viernes, Septiembre 5, 2014 - 11:13

Son quienes se especializan en un área específica y ayudan a los emprendedores a aclarar dudas sobre el proyecto, montar estrategias y a que se les abran las puertas. Sin embargo, los especializados en el mundo digital son pocos y en algo puede afectar a las nuevas camadas de emprendedores.

“Cuando arrancamos no habíamos trabajado en el ecommerce, por lo cual tenía sentido tratar de acercarnos a mentores con Know-How en la industria y en emprendimientos, para acelerar la curva de aprendizaje y que nos ayudaran a lograr una estrategia de crecimiento latinoamericano teniendo en cuenta que ya lo habían hecho”, relata Juan Pablo Torras, cofundador de Club Point y quien suma la lista de emprendedores latinoamericanos que se han abierto paso en la región.

Al igual que él, un puñado de otros profesionales que decidieron levantar una empresa propia, ya sea pasando o no por aceleradoras e incubadoras, han necesitado de una persona con más experiencia que los oriente y presente contactos, es decir, una especie de conector entre emprendedores. Es ahí donde la figura de un mentor es clave. Tadashi Takaoka, de Magical Startups, refiere sobre estas personas: “deben tener mucho tiempo en el 'campo de batalla', entender el desafío más allá de lo que dicen los libros y poder contar en primera persona cómo pasar los desafíos serios del campo donde es mentor”.

Este conocimiento es muy importante, porque “los mentores te permiten validar decisiones estratégicas para minimizar errores y el acceso a métricas e información relevante del mercado”, agrega Torras. Como ejemplo, la directora de Smartlab UDD, Nicole Forttes, dice que la idea es enseñarles a los emprendedores sobre su rol en esto, porque “un proveedor o una persona con la que se están asociando puede decir algo, pero si el equipo emprendedor tiene la idea clara o mayor conocimiento, puede que se den cuenta que el proveedor está entendiendo mal o complicando un problema que podía ser simple”.

Para Carlos Aravena, director general de Poliglota, la relación con un mentor se basa en crear buenos canales de comunicación, sin embargo, su búsqueda, aclara el emprendedor, no se realiza a través de Google, "tienes que salir a buscarlo y cuando lo encuentras, tienes que lograr emocionarlo con tu proyecto, que entienda el alma de tu empresa y la motivación del emprendedor. Cuando el mentor palpa que es un buena idea y así mismo un buen emprendedor, de seguro le puedes pedir ayuda".

Y como consejo, Aravena dice que lo ideal es trabajar con dos mentores, "uno que tenga mucha experiencia en ventas y manejo de equipos y otro que posea una visión de empresas globales, todo dependerá de las necesidades que tenga el emprendedor". 

Sin embargo, el ecosistema emprendedor en América Latina es limitado, con algunas que otras ayudas públicas y privadas, los proyectos han ido tomando forma. En informes como el Doing Business del Banco Mundial o el GEM Global Entrepreneurship Monitor, se destaca el avancen que han presentado Chile, Perú, Ecuador y Colombia, aunque todavía se sabe que queda mucho por trabajar. 

A este joven ecosistema se suma la carencia de profesionales con éxito a los cuales consultar. “Hay una escasez de gente que realmente haya recorrido el camino completo, que haya llegado a una gran compañía o vendido su empresa. Hay muchas personas con buenas prácticas, con quienes vale la pena conversar, pero no hay muchos que te puedan contar la historia en primera persona. Nada supera a la experiencia propia, y de eso hay poco”, explica Takaoka.

A esta dificultad para hallar mentores que hayan tenido una exitosa experiencia se agrega que varios países de la región tienen una pequeña industria, como sucede en Chile. Finalmente se escuchan los mismos nombres. Nicole Forttes, dice que esto se debe a que el modelo no tiene más de cinco años. Lo que comparten el fundador y CEO de ServiceRocket, Rob Castaneda, y Juan Pablo Torras de Club Point, quien dice que “el área digital comparada con otras es muy nueva, por cual es lógico que no haya demasiados mentores”. Y Castaneda opina: “todos queremos leer historias exitosas que surgieron de la noche a la mañana, pero la mayoría de los éxitos toman entre cinco y 10 años”.

Además, para Forttes muchos expertos vienen del mundo digital que se fueron acomodando al nivel móvil.

Gran oportunidad

Aunque la realidad muestre escasez de mentores, lo cierto es que las ideas están y no son pocas, y además el mercado es prometedor. Forttes explica que "el mercado es digital, hay más de 10 millones de teléfonos móviles y los chilenos gastan en promedio 94 minutos al día en una conexión o conectados a una app del celular. Entonces, el teléfono es una extensión más de las personas". A raíz de esta realidad, es que los emprendedores tienen campo para inventar un nuevo negocio o mejorar las aplicaciones o incluso complejizarlas aún más. 

Sin embargo, no todo es negativo. Torras agrega que “hay mucha gente que está apostando al sector con mucha capacidad y visión de hacer empresas con mercados globales”.

Ahora bien, tampoco está todo dicho en la carencia de mentores, pues la también mentora Forttes cree que no faltan talentos a quienes puedan acudir los emprendedores, sino que “en el fondo ahora ellos se dedican a hacer crecer su negocio”.

¿Qué falta por hacer?

Y si bien, la necesidad por mentores especialistas en el área digital es clave para generar empresas de éxito en América Latina, también es cierto que existe todo un camino detrás de un emprendimiento al que le ha ido bien. Y la escasez de emprendedores especializados o empresarios consolidados en esta área, da para analizar qué falta por hacer. Castaneda cree que la idea no es enfocarse únicamente en tener éxito, porque “la expectación en torno a las empresas tecnológicas y casos de éxito conduce a los fundadores de construir empresas que pueden no tener bases sólidas”. Pero este error no sólo recae en los emprendedores, sino también en los inversores, quienes “esperan un rápido retorno y dejan la cultura empresarial en un segundo plano, y a largo plazo daña la capacidad de una empresa prometedora para alcanzar el siguiente nivel”.

A esto se suma la falta de dominio del inglés y la falta de espacios más colaborativos, sobre todo cuando se hace la comparación con países que llevan años en este tema, como es Estados Unidos, Nueva Zelanda o Canadá. Para Castaneda es clave el inglés para “crecer y tener un asiento en la mesa principal”, mientras que Torras dice que en Estados Unidos, donde cuentan con numerosos casos de éxito, “invierten y acompañan a los nuevos emprendedores en los primeros pasos con Know-How y capital”, pero también el ambiente es más colaborativo y abierto, por lo cual es posible contactar sin problemas, por ejemplo, a un emprendedor que haya facturado 1.000 dólares. 

Sobre este ambiente colaborativo, que se supone crucial para que los emprendedores se ayuden y compartan, Aravena de Poliglota, explica que "es importante el trabajo de la Asech, Asociación de Emprendedores de Chile, y Corfo, y que es igualmente importante que el mentor valore al emprendedor por la confianza puesta en él".  

Torras explica también que en EE.UU. “hay inversores profesionales en todas las etapas de financiación de una empresa, cuando en América Latina faltan inversores para una etapa avanzada. En EE.UU tambiénse ve una interacción mayor entre los emprendedores y universidades y hay aspectos culturales como el de aceptar el fracaso”. 

Algo similar opina Takaoka, quien explica que “el mismo mentor tiene en EE.UU. a un contexto con actores más maduros, con quienes puede contrastar ideas o reflexionar en torno al futuro. De estas conversaciones es de donde nacen las visiones más disruptivas. También ocurre en América Latina, pero a mucho menor grado”.

Para Forttes el tema va incluso más allá, pues ella cree que los mentores tienen un rol más bien social, como el del profesor. Por eso es vital que se estimule a los que ejercen como mentores. “Todo el mundo debe aprender, ¿pero cuántos son los que están dispuestos a enseñar? Porque es un tiempo que no tiene retribución económica muchas veces, es un tema que los vas haciendo luego del trabajo, entonces te absorbe la máquina. Llegas cansado a juntarte con los emprendedores, y por eso depende de la capacidad de insistencia del emprendedor. También conozco mentores que se han convertido en socios de los emprendedores". 

Finalmente, Forttes dice que "me gustaría que en cinco años más hubiesen más expertos dispuestos a enseñar o a trabajar experiencias con los emprendedores desde el punto de vista digital, porque todos los emprendimientos son digitales".

Autores

Daniela Arce