Durante su viaje, Antony Blinken también asistirá a una cumbre ministerial y sostendrá conversaciones sobre desafíos regionales que incluyen la migración, el narcotráfico, la recuperación pospandemia, el cambio climático y la crisis venezolana.

Washington. El secretario de Estado, Antony Blinken, viajará el lunes a América Latina para reafirmar el compromiso de Washington con la región y reunirse con tres nuevos líderes de izquierda, en medio de preocupaciones de que el descuido del hemisferio ha permitido que China haga avances económicos.

Durante su viaje de una semana a Colombia, Chile y Perú, el máximo diplomático estadounidense también asistirá a una cumbre ministerial y sostendrá conversaciones sobre desafíos regionales que incluyen la migración, el narcotráfico, la recuperación pospandemia, el cambio climático y la crisis venezolana.

Los funcionarios estadounidenses reconocen en privado la necesidad de mostrar a los vecinos del sur de Estados Unidos que siguen siendo una prioridad política a pesar del enfoque en grandes cuestiones geopolíticas como la guerra de Rusia en Ucrania y la amenaza de China a Taiwán.

Los funcionarios mantienen la esperanza de que los nuevos líderes izquierdistas de América Latina no gobiernen como agitadores ideológicos y, en cambio, continúen manteniendo un enfoque favorable a la libre empresa y fomentando los lazos con Estados Unidos.

"No estamos juzgando a los países en función de su posición en el espectro político, sino de su compromiso con la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos", dijo en un comunicado el subsecretario Brian Nichols, el principal diplomático del Departamento de Estado en el hemisferio occidental. llamada informativa.

"Y me gustaría señalar que también estamos visitando tres países que han sido socios comerciales vitales de Estados Unidos durante mucho tiempo, países con acuerdos de libre comercio con Estados Unidos... Estamos enfocados en fortalecer nuestras relaciones con esos gobiernos", dijo Nichols.

Blinken tendrá como objetivo consolidar las asociaciones de Estados Unidos frente a una China cada vez más ambiciosa que ha estado expandiendo su huella económica en la región rica en recursos, que alguna vez fue el patio trasero geopolítico de Washington.

“Este (el viaje) refleja el interés de Estados Unidos de prestar más atención a América Latina, y específicamente a Sudamérica en este caso, en cuanto a la profundización de la relación que hay con China”, dijo Guillermo Holzmann, académico y político chileno. analista.

DROGAS Y DIPLOMACIA

El viaje, el primero de Blinken en casi un año a la región andina, comenzará un día después de que los brasileños acudan a las urnas para unas elecciones altamente polarizadas, en las que el candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva lidera las encuestas de opinión contra el presidente populista de ultraderecha, Jair Bolsonaro.

La primera escala de Blinken, en Colombia, podría ser una prueba de los estrechos lazos de larga data con Estados Unidos. Su nuevo presidente izquierdista, el exrebelde Gustavo Petro, se ha burlado de la guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos como un fracaso y ha pedido un nuevo enfoque internacional.

El país sudamericano es uno de los principales productores de cocaína e históricamente ha enfrentado presiones de Washington para erradicar los cultivos de drogas. Petro también ha tomado medidas para volver a comprometerse diplomática y económicamente con el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por aislar al país de la OPEP.

El viaje de Blinken se produce después de un raro intercambio de prisioneros el sábado en el que Venezuela liberó a siete ciudadanos estadounidenses, incluidos cinco ejecutivos petroleros, y la administración Biden liberó a dos familiares de Maduro detenidos en una prisión federal en Florida por condenas por drogas.

Los funcionarios de la administración de Biden han adoptado un tono mayoritariamente conciliador hacia Petro, enfatizando áreas de acuerdo en temas como el cambio climático y citando sus llamados a Maduro para que regrese a las conversaciones con la oposición venezolana.

Con respecto a los llamados de Petro para poner fin a la guerra contra las drogas, Nichols dijo que Washington apoya firmemente "un enfoque basado en la salud y la ciencia" para combatir los narcóticos.

"Esto se refleja en nuestra política de apoyo al desarrollo rural y la seguridad rural en Colombia. Y creemos que el presidente Petro comparte firmemente ese objetivo", dijo Nichols.

Pero un funcionario estadounidense dijo que Washington estaba observando de cerca si el contacto de Colombia con las autoridades de la vecina Venezuela socava las sanciones estadounidenses contra el gobierno de Maduro

RESOLUCIÓN SOBRE UCRANIA

La segunda parada de Blinken será Chile, donde Gabriel Boric, un exlíder de protestas, fue elegido como el presidente más joven del país a principios de este año y prometió reformas sociales ambiciosas en medio de una ola de inestabilidad política.

Pero sus índices de aprobación cayeron rápidamente y en septiembre los votantes rechazaron abrumadoramente una nueva constitución propuesta, lo que obligó a una revisión de su gabinete.

Aunque Boric ha criticado abiertamente a los líderes autocráticos de izquierda como Maduro y el presidente nicaragüense Daniel Ortega, irritó a los funcionarios estadounidenses al hablar en contra de la decisión del presidente Joe Biden de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas en junio.

En Lima, Blinken asistirá a una reunión ministerial de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde Washington presionará para que se apruebe una nueva resolución contra la invasión rusa de Ucrania después de que el grupo emitiera una en marzo condenando a Moscú.

Pero hay dudas sobre cuántos países apoyarán la medida después de que Petro dijera que armar a Ucrania intensificaría el conflicto. "Esperamos un fuerte apoyo de todos los estados miembros en la resolución sobre Ucrania", dijo Nichols.

La visita de Blinken llegará en un momento delicado para el presidente peruano Pedro Castillo, un izquierdista que asumió el cargo el año pasado. La política en el segundo productor de cobre del mundo está muy polarizada en medio de crecientes acusaciones de corrupción contra Castillo y aliados cercanos. Él niega haber actuado mal.

El canciller de Perú, César Landa, dijo a Reuters que los temas de la agenda para discutir con Blinken incluían la gobernabilidad democrática, la lucha contra el narcotráfico y la inmigración.