Cuando escogemos nuestras comidas, por lo general nos preocupamos de las calorías que contienen y de su sabor, pero se nos olvida considerar si son saludables para los dientes. Tampoco pensamos en que los podemos dañar cuando los utilizamos para abrir objetos o morder un lápiz o las uñas.

 

Según el sitio de salud Web Med de Estados Unidos el 25% de los adultos sobre los 65 años ha perdido toda su dentadura. En Chile, la Encuesta Nacional de Salud realizada el 2003 por el Ministerio de Salud reveló que menos del 1% de las personas mayores de 65 años tenía todos sus dientes y que la tercera parte de ellos era desdentada total.

 

Por esta razón, y porque los dientes nos acompañarán toda la vida, es recomendable tomar ciertas precauciones y cuidados para extender su existencia.

 

 

Según la Asociación Dental Americana (ADA por sus siglas en inglés) el hábito de comerse las uñas no sólo afecta la apariencia de las manos, sino que además puede astillar el esmalte de los dientes.

 

 

El sitio de salud Web Med indica que, aunque parezca inofensivo, morder hielo desgastaría y dañaría la superficie del diente. Y si éste ya presenta desgaste, podría incluso trizarlo y afectar su estructura.

 

“El esmalte dental es un cristal y el hielo es un cristal. Cuando empujas un cristal en contra de otro, uno de ellos se romperá. La mayoría de las veces es el hielo, pero otras es el diente o una tapadura”, explicó el doctor Matthew Messina representante de la ADA.

 

 

Los dentistas no recomiendan ocupar este tipo de joyas en la boca, ya que existe el riesgo de que tricen un diente. Por otro lado, si constantemente rozan las encías pueden causar que éstas se retraigan y transformarse en un problema permanente, lo cual produciría sensibilidad y pérdida de dientes.

 

 

Además los aros en la lengua promueven una mayor concentración de bacteria en la boca.

 

 

Cuando ocupas los dientes como herramienta para sostener o abrir cosas corres el riesgo de quebrarlos, dañar tu mandíbula o incluso tragar algo por accidente. La solución recomendada es buscar la herramienta adecuada para lo que necesitas o pedir ayuda a alguien.

 

 

Algunas personas tienen la costumbre de sostener el lápiz o la pata de los anteojos entre los dientes cuando se concentran. Sin embargo, esta acción -que parece inofensiva- ejerce presión en los dientes al morder un objeto que no es comida, con el riesgo de trizar o quebrar un diente. Algo similar sucede al morder un lápiz porque se está nervioso

 

Una alternativa más saludable para reducir la ansiedad es masticar chicle sin azúcar, que estimula la producción de saliva y ayuda a limpiar un poco los dientes.

 

 

Este hábito puede provocar que los dientes se astillen o quiebren y también que duelan los músculos y mandíbula. Un consejo es realizar ejercicios de relajación, ya que esta práctica está asociada directamente con el estrés.

 

Sin embargo, estas acciones pueden ocurrir con mayor frecuencia mientras se duerme lo cual se conoce como bruxismo, en este caso se sugiere usar un plano de relajación en la noche con el objetivo de reducir la presión en los dientes y visitar a un especialista para un tratamiento más efectivo.

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