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Sepa por qué hay tantos ejecutivos golfistas
Viernes, Marzo 4, 2011 - 17:37

Este deporte es casi el arquetipo del mundo ejecutivo, en su versión outdoor. Conozca las razones que lo hacen tan popular.

Al menos dos veces a la semana Adriana Chacón tenía que ir a jugar golf en los sofisticados clubs de Costa Rica. De esa manera, podía conocer a ejecutivos de las más importantes compañías. Una agencia de publicidad reconocida a nivel mundial, cuyo nombre prefiere no revelar, le pagaba las clases de golf.

Chacón, quien actualmente es encargada de márketing de Incae Business School, trabajó durante varios años para diferentes agencias de publicidad, y asegura que los mejores clientes los tuvo jugando al golf.

 “En Estados Unidos se lleva mucho el jugar golf para hacer networking y cerrar negocios, y una agencia de publicidad tuvo la idea de replicar el modelo para conocer mejor a los clientes”, dice.

Cuenta que mientras recorría el campo de 18 hoyos, pasaba toda la mañana conversando con diferentes ejecutivos, en un proceso muy interesante para construir redes e ir conociendo cómo son sus clientes. “De esta manera se va viendo lo que piensa y lo que quiere el cliente, se le conoces mucho mejor. Luego, es más fácil saber cómo hacer negocios con ellos".

Como ejemplo de éxito, asegura que su agencia se vio favorecida varias veces, con un cliente que tenía cuenta en dos agencias competidoras, “pero siempre nos daba más regalías, porque yo jugaba golf con él. Es un tema de confianza”, indica.

Una herramienta para adquirir habilidades directivas

El golf es más que networking, y el estatus que inevitablemente va asociado. Esto, pues una oficina y un campo de golf parecen tener más en común que lo se cree. Corresponden a escenarios distintos, pero que se unen de cierta forma y los ejecutivos lo saben bien. 

No son pocos quienes  lo practican, y lo cierto es que en ambos ambientes se necesita poseer determinación, tolerancia a la frustración y soportar presiones. Es algo así como un entrenamiento para la oficina, tomando en cuenta que se debe que saber lidiar con las complejidades que se producen en éstas.

El poder de tomar decisiones

“Lo fundamental que entrega el golf es el poder para la toma de decisiones. El ejecutivo/golfista debe evaluar las diferentes variables que hay en juego, ver los riesgos que implica, estudiar las alternativas y tomar una decisión, y seguir pegado al plan al ejecutar la situación”, indica Carlos Giesenow, vicepresidente de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina.

Giesenow explica que durante todo el proceso, tanto en el terreno como en la empresa, se debe tener claridad mental y serenidad de no dejarse llevar por un impulso. Eso sí, se debe confiar en la intuición, “que muchas veces es la experiencia que te está hablando, y también ver si conviene tomar más decisiones racionales, o más emocionales", dice Giesenow.

Durante el juego hay que guardar la compostura y saber que la decisión se debe tomar en un momento justo, porque “si estás todavía pensando en lo que sucedió o te adelantas demasiado, también te va a distraer del foco”, dice Giesenow.

Enfrentar los obstáculos

Las condiciones de mercado son como las condiciones climáticas del campo”, asegura Giesenow. Hay cosas que se pueden controlar y cosas que no. “Uno puede controlar su reacción, su estrategia, pero no se puede controlar el viento”, dice.

Entonces, según el psicólogo deportivo, el ejecutivo que juega golf es capaz de enfrentar situaciones adversas en el mercado, porque sabe que lo más importante es su forma de enfrentar esas situaciones. 

“El ejecutivo se va a focalizar en su estrategia propia, la preparación que tiene, la actitud con la que enfrenta el desafío. No se puede concentrar demasiado en las cosas externas y en cómo le está yendo a los demás, porque esos factores terminan poniéndolo más ansioso, más nervioso y genera más presión”.

Un tema ético y valórico

También es importante, asegura Giesenow, conservar ciertos reglamentos de la ética, la etiqueta del juego y los valores

“Si bien un jugador lleva la tarjeta a otro, uno sale solo y algunos le pueden cambiar el score para que su handicap no baje. Entonces también se trata de un juego de caballeros, y tiene que ver con una práctica responsable del liderazgo. “Hay que ver si a la hora de la verdad, cuando las cosas se compliquen, se va a estar dispuesto a mantener los valores”, dice el psicólogo.

El golf enseña humildad, pues "cuando un golfista cree que se las sabe todas y se confía en exceso, la realidad suele enviarle una respuesta que no esperaba, y eso pasa también en la la dirección”, asegura.

Si usted no practica golf y en cambio le gusta el yachting, el andinismo, el rugby, el fútbol o las artes marciales, y ya está evaluando cambiarse, espere a próximas entregas, donde abordaremos también las bondades de esos deportes.

Autores

Mariana Osorio