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Si tiene gripe, es seis veces más propenso a sufrir un infarto
Lunes, Enero 29, 2018 - 09:00

En un estudio con 19.000 personas, científicos canadienses encontraron una relación entre infecciones respiratorias y hospitalizaciones por infarto.

Todo el organismo padece con una gripa. Las extremidades pesan, los pulmones se congestionan, la nariz se pela de tanto estornudar y la garganta pone problemas para tragar. Pero esos no son los únicos órganos afectados, también el corazón sufre consecuencias agresivas de acuerdo con una investigación recién publicada en la revista The New England Journal of Medicine.

Los autores de este estudio quisieron aclarar las dudas sobre una posible asociación entre las infecciones respiratorias y los infartos agudos de miocardio. La idea era constatar o desmentir teorías clínicas que se remontan a los años 30 del siglo pasado. Y sus datos de laboratorio, por suerte, le dejan por fin a la ciencia una conclusión: que las posibilidades de sufrir un infarto se multiplican por seis en los siete días siguientes a la confirmación de infección. Eso evidencia que hay una relación directa entre ambas enfermedades, más aún para los pacientes que tienen un riesgo de padecer problemas coronarios.  

Hallar tal cosa no fue simple. El equipo de investigación, dirigidos por Jeffrey C. Kwong, de la Universidad de Toronto (Canadá), siguió con cuidado a 19.729 residentes de Ontario que habían contraído gripe entre 2009 y 2014. Estudiando sus historiales médicos se dieron cuenta que 332 de ellos habían sido hospitalizados en 364 oportunidades por un diagnóstico de infarto agudo de miocardio.

Además, la fecha de sus ingresos coincidía con la semana en la que apenas se recuperaban de la infección, después de que sus tests de gripa habían salido positivos. Siete días después, exactamente. La explicación médica es que una gripa puede desencadenar muchos procesos en el organismo. Estos pueden ser inflamatorios y vasoconstrictores, ambos golpean al sistema cardiovascular. Incluso pueden afectar la activación plaquetaria y en el peor panorama, formar trombos que ocasionen un síndrome coronario agudo. Se estima que el asunto representa mayor riesgo para las personas mayores, como los que participaron en el estudio: pacientes de 77 años que no habían sufrido de problemas coronarios.

Autores

El Espectador