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Sismo pone a prueba la voluntad del mundo por cambiar el curso de Haití
Viernes, Enero 15, 2010 - 15:06

La magnitud de las muertes y la destrucción llevó a Obama y a otros a convocar a una conferencia internacional de países donantes para reconstruir a Haití. Los gobiernos, celebridades y compañías han ofrecido miles de millones de dólares.

Miami. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama,dice a los haitianos que no serán olvidados, Francia hace un llamado auna conferencia sobre la reconstrucción del país y los líderesmundiales están prometiendo ayuda.

El fuerte terremoto que devastó este martes la capital de Haití serála mayor prueba para desarrollar a la nación más pobre del hemisferiooccidental, pese a décadas de promesas de la comunidad internacional.

Pero la catástrofe, que causó la muerte de decenas de miles depersonas, podría terminar hundiendo aún más en la pobreza y lainestabilidad a un país que ya ha sido afectado por desastres,turbulencia y corrupción.

"A partir de esta catástrofe, que sigue a muchas otras, deberíamosasegurarnos de cambiar de una vez por todas el curso que Haití parecehaber tomado por tanto tiempo", dijo el presidente francés, NicolasSarkozy.

Antes de que el terremoto derribara edificios y casas de barriospobres en la capital Puerto Príncipe, Haití se dirigía lentamente haciael progreso luego de años de ser asediado por huracanes y caos político.

La magnitud de la muerte y destrucción llevó a Obama y a otros aconvocar a una conferencia internacional de países donantes parareconstruir a Haití. Los gobiernos, celebridades y compañías hanofrecido miles de millones de dólares.

Francia pidió a los acreedores nucleados del Club de París que pongan fin a un acuerdo de deuda con Haití.

"Creo que si rescatamos a los sobrevivientes, enterramos a losmuertos, tratamos a los heridos y limpiamos las calles, podemos empezarde nuevo", dijo a la cadena CNN el ex presidente estadounidense BillClinton, enviado especial de la ONU a Haití.

Pero más allá de los esfuerzos inmediatos de ayuda, los expertosdicen que la historia reciente de Haití está llena de promesas vacíaspara abordar sus dificultades a largo plazo, que han convertido a la excolonia francesa en uno de los países más pobres y turbulentos delmundo.

Desde que terminó la dictadura en 1990, Haití ha luchado conrebeliones y golpes de Estado, además de inundaciones y huracanes, másrecientemente en 2004 y 2008, cuando miles de personas murieron.

"A Haití le han prometido muchas cosas antes", dijo Robert Rotbergde la Universidad de Harvard. "Este terremoto sólo ha magnificado losproblemas que enfrentará Haití, no sólo en los próximos meses, sino enla próxima década", agregó.

¿Custodia internacional? Reconstruir el país requeriría una fuerza multi millonaria ymultinacional que involucre a líderes haitianos y donantes y podríaterminar poniendo al país bajo un tipo de custodia internacional, segúnalgunos analistas.

Estados Unidos ha intentado reforzar la administración de Haití dos veces, más recientemente en 1994.

Alrededor de 9.000 soldados de paz de la ONU fueron desplegados enla nación caribeña para proveer seguridad luego de una revuelta en2004 que derrocó al presidente Jean-Bertrand Aristide, quien huyó delpaís.

Antes del sismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el BancoMundial (BM) cancelaron una deuda haitiana de US$1.200 millones, dejando más fondos disponibles para la construcción decarreteras y programas sociales.

Sin embargo Haití, independiente desde 1804, ha permanecidomayormente como una sociedad rural con una capital sobrepoblada y malainfraestructura, además de un deficiente sistema educativo y de salud.

El 80% de la población vive en la pobreza y Haití ha sidodespojado de sus árboles, que son cortados para hacer carbón natural.Menos del 2% de sus bosques persisten, dejando a los pocosagricultores vulnerables a erosiones, inundaciones y aludes.

"Históricamente ha habido la tentación de usar períodos de crisiscomo oportunidades para construir un mejor país y esto jamás ha tenidoéxito", dijo Dan Erikson, del grupo Inter-American Dialogue con sede enWashington.

"Todos los esfuerzos previos se dejaron de lado con una combinaciónde frustración con Haití y decepción, y la atención momentánea de lacomunidad internacional", señaló.