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Suites Class: el lujoso viaje en avión entre Singapur a Nueva York
Jueves, Octubre 2, 2014 - 15:58

Durante veinte horas, el periodista Derek Low vive la experiencia de vuelo que cuenta con el más alto estilo en el mercado de la aviación comercial de hoy.

De Singapur a Nueva York en unas veinte horas, a bordo de un Airbus A380 y con un lujo de seis estrellas. Esta fue la experiencia de Derek Low que publicó en su sitio personal y en Medium la crónica en la que relata desde la atención hasta los regalos y delicias que recibió durante el viaje.

El vuelo lo hizo en Singapore Airlines, la aerolínea que en 2008 lanzó su Suites Class, un verdadero pequeño hotel boutique sobre el aire y la clase aérea comercial más lujosa a la que se puede acceder.

El pago de este ticket (que cuesta unos US$23.000) le da derecho al pasajero a disponer de una cabina privada y completamente cerrada, diseñada por Jean-Hacques Coste, el famoso diseñador de yates de lujo. El viajero puede allí hacer uso de su asiento de cuero cosido a mano de la marca italiana Poltrona Frau.

Esa misma butaca se transforma luego -con la ayuda gentil de la azafata- en una cama doble, la única a la que se puede acceder en el aire porque no hay otra aerolínea que la ofrezca.

Pero el viaje comienza antes, en el aeropuerto de Changi (Singapur), porque el pasajero que accede a la Suites Class también tiene derecho a una sala “super” VIP en la que existe una zona exclusiva llamada The Private Room (la sala privada). Allí es posible descansar pero también degustar un menú gourmet de delicias de primer nivel.

Ya en el avión y dentro de la cabina, el viajero puede degustar un Dom Pérignon mientras espera el momento de despegar, pedir una copia impresa de cada uno de los periódicos internacionales que tiene la aerolínea y conocer personalmente a cada uno de los asistentes de a bordo que lo atenderán durante el viaje.

Entre los lujos que incluye la experiencia Suites Class se cuentan auriculares Bose para uso del pasajero, un kit de Salvatore Ferragamo que incluye perfume, cremas y demás productos de confort. También frazadas, almohada, pijama y zapatillas de Givency.

Una vez en el aire la experiencia gourmet se amplía con una gran variedad de recetas –se puede elegir una cena de cinco platos- y hasta café gourmet hecho con la marca Blue Mountans de Jamaica (medio kilo de este café cuesta 120 dólares). Low eligió como entrada el caviar Malossol con ensalada de langosta e hinojo. Y siguió con el foie grass de pato con ensalada de naranja, hinojo y remolachas. Luego dos platos principales y un postre.

El largo viaje tuvo una interrupción en Frankfurt, donde los pasajeros VIP fueron acompañados al salón de los Senadores de Lufthansa, que incluye un spa y duchas calientes.

Al llegar a Nueva York el viajero recuerda que no tenía ninguna intención de abandonar el hotel aéreo más lujoso. Aunque finalmente debió hacerlo.

 

Autores

El Observador