La marca personal se centra en qué mensaje quiere dar la persona, y ayuda en diferenciarla del resto.

Nunca es fácil bucear en uno mismo en busca de identificar los propios talentos o debilidades. Pero eso es justamente una de las claves para avanzar en el proceso de construir una marca personal. Y esto quedó claro en el taller de Marca Personal y Storytelling que la semana pasada brindaron IBM y la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (Omeu).

Más de 40 empresarias, junto al comité directivo de la organización, se enfrentaron a un exigente trabajo práctico que las llevó durante unas cuatro horas a analizar sus valores, fortalezas y oportunidades de mejora, bajo la orientación de la consultora de IBM, Paola Simonetti.

La marca personal se centra en qué mensaje quiere dar la persona, y ayuda en diferenciarla del resto. Al igual que lo que sucede con productos, servicios u organizaciones, según Simonetti, una marca es lo que el otro experimenta. "¿Cómo hacer para que el otro empiece a verme cómo yo quiero?, disparó la consultora, que tiene como parte de su trabajo el proponer metodologías a ejecutivos y emprendedores para que dediquen tiempo a reflexionar sobre estas temáticas.

Parte del taller fue dedicado a la importancia de conocerse a uno mismo y desde qué lugar uno se describe, además de indagar en la identidad online y el estilo personal.

Las intervenciones de las participantes hicieron énfasis en la dificultad y el "sufrimiento" del proceso, así cómo la necesidad de tener claro el límite entre la arrogancia y el no disminuirse ni subvalorar los propios logros.

Experiencias y barreras

A partir de los casos personales que se iban exponiendo, Simonetti aprovechó para brindar consejos: "tener presente que uno es más allá del lugar en el que trabaja", tratar de encontrar "el hilo conductor" que une las diferentes experiencias profesionales para potenciar el valor; o investigar qué hacen personas que uno admira para sacar ideas (¿generan contenido? ¿cómo se describen?).

Uno de los momentos más removedores fue cuando Simonetti planteó hablar de las barreras limitantes y le preguntó a las participantes qué rótulos (sociales o personales) las limitaban.

La consultora aconsejó practicar lo que denominó la escucha activa. Instó a las empresarias a que le pidieran a personas de su confianza qué pensaban de ellas, qué fortalezas y debilidades veían. Subrayó la necesidad de no interrumpir al interlocutor, y en cambio, con humildad, aprovechar toda esa información para mejorar.

Convertirse en referentes

Simonetti comentó que resulta fundamental hacer consciente el proceso de construcción de mara para llevarlo adelante de forma ordenada y con un objetivo concreto, teniendo en cuenta que lo esencial pasa por ser único, útil y auténtico.

En ese sentido, aconsejó el convertirse en referente de las temáticas en las que uno es experto, pero siempre con un sentido de utilidad (recomendó utilizar LinkedIn com una especie de blog).

Además hizo hincapié en la necesidad de fijarse metas intermedias y comprometerse con plazos e indicadores (por ejemplo, escribir determinados cantidad de post o tuits por mes).