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Tarjetas de prepago cripto, la respuesta argentina ante la inflación
Miércoles, Junio 15, 2022 - 11:52
critomonedas y cripto activos fotos unsplash

 

El ímpetu libertario de las criptomonedas parece haber abrazado al establishment en el país sudamericano, con el lanzamiento de tarjetas prepago en monedas fiat. Belo y Lemon son dos ejemplos de fintechs locales que se aliaron con los gigantes del mercado de los pagos electrónicos, Mastercard y Visa. Algo que parecía posible solo en Argentina, pero que ya está entrando a otros países del continente

 

En un Buenos Aires cada vez más invernal, cualquier billete menor a 100 pesos parece no tener cabida. Ese café de máquina del quiosco de la esquina vale hoy 180 pesos (US$ 1,4) pero quizás en dos días cueste 200 (US$ 1,6). Y servido en un boliche, con las clásicas medias lunas dulces, no baja de los 400 (US$ 3,2) o 450 pesos (US$ 3,68).

Por ahora.

La inflación en el país sigue subiendo a pasos agigantados, con un 29,3% acumulado en lo que va del año (60,7% en los últimos 12 meses) y algunos consultores apuestan por un 70% en el aumento del costo de la vida para este 2022.

Si bien este fenómeno inflacionario es un mal con el que los argentinos se han habituado a vivir -de ahí que los dólares en el país sean tan apreciados- para algunas fintechs locales no era opción conformarse.

Desde 2021, algunas startups financieras han hecho alianza con los gigantes de los pagos electrónicos, y el resultado es que casi dos millones de clientes en Argentina usan ya esta forma de pago que combina plástico, chips y criptomonedas.

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Una de ellas es Belo, que lanzó en plena pandemia una tarjeta de prepago con el aval de Mastercard, para que los usuarios paguen todo tipo de productos en comercios asociados, eligiendo si desean hacerlo en pesos, dólares o alguna de las criptomonedas con las que operan: bitcoin, ether, o stablecoins como USDT, DAI o USDC. También permite depositar o retirar cualquiera de las criptomonedas que se ofrecen en la app desde y hacia otras billeteras cripto, a través de transacciones instantáneas de bitcoin en Lightning Network, una red entre pares (P2P), concebida como sistema de segunda capa para bitcoin, que permite hacer micropagos de forma casi instantánea.

“Nuestro objetivo es permitir que cada vez más personas puedan acceder a mejores opciones para cuidarse de la inflación, y al mismo tiempo, puedan gastar en lo que quieran”, afirma Manuel Beaudroit, CEO de Belo.

La billetera digital de esta fintech fue la primera compañía en el país en aplicar al Crypto Card Program de Mastercard.

El programa forma parte de la estrategia de esta multinacional de servicios financieros en el espacio de los activos digitales para ayudar a proporcionar a clientes, comercios y empresas más opciones en la forma de mover el valor digital.

"Se trata de trabajar para ofrecerle al consumidor más opciones, brindándole experiencias que sean seguras y convenientes", afirma Agustín Beccar Varela, Presidente de Mastercard para Cono Sur.

“Venimos trabajando junto al ecosistema fintech desde hace tiempo”, complementa Alfonso Torreguitar, Líder de Fintechs & Digital Partnerships para Cono Sur de Mastercard. “[Con eso] hemos logrado convertirnos en el socio de elección de las principales fintech en el mundo”.

Luego de una primera tanda de 1.000 tarjetas emitidas en noviembre del año pasado, y debido a la alta demanda que supuso, la startup optó por habilitar las tarjetas virtuales a todos los usuarios de Belo para que pudiesen empezar a pagar en cripto todos los días y en cualquier comercio que aceptase Mastercard.

Cuando una persona ve el plástico y lo tiene en la mano, dice "OK, con esto puedo hacer realidad que algo tan abstracto como un bitcoin me compre una cena o pague un viaje en taxi", reflexiona Manuel Beaudroit, CEO de Belo. 

tarjeta de Belo

HACIENDO TANGIBLE LO VIRTUAL

La tarjeta de Belo inició con 50.000 usuarios. Hoy la lista de espera supera las 30.000 personas. Tanto la tarjeta como la app están accesibles para cualquier persona mayor de 13 años, y cada transacción tiene un cashback, es decir se devuelve un porcentaje de la transacción al usuario, que va entre 0,1% y 21% del ticket de compra aleatorio.

“La gente en Argentina prefiere comprar muchas cosas en dólares, y el hecho de que el cripto pueda ser usado con algo tan común como es una tarjeta lo acerca mucho más a la gente” dice Beaudroit.

Lemon Cash es otra de las fintechs argentinas que apostó por el plástico prepago en cripto, pero de la mano de Visa.

“La idea de Lemon Card nació hace unos años; queríamos de alguna forma hacer tangible lo intangible porque veíamos que mucha gente no comprendía los beneficios de las criptos y sabíamos que eran el futuro. Ya con Lemon Cash tenías las cripto en tu celular, pero queríamos ir un paso más y lograr que las tuvieran en sus billeteras”, le dice a AméricaEconomía Franco Bianchi, CEO de Lemon Cash.

Desde ahí arrancó la odisea para hacer su tarjeta realidad, desde levantar fondos, armar el proyecto, lanzar las primeras versiones e ir atravesando todos los desafíos que encontraron en el camino.

“Llegamos a Visa y pudimos materializar nuestra idea en una tarjeta contactless e internacional. Con la Lemon Card logramos transformar cualquier comercio del mundo que acepte Visa en un lugar que acepta cripto. Y a diferencia de otras herramientas actuales del mercado, no es necesario enviar los fondos a una cuenta de un tercero para utilizarla. Con solo tener tu dinero en la aplicación ya podés hacer uso de él, lo que le permite al usuario elegir en qué moneda digital debitar en tiempo real”, agrega Bianchi.

Tal como en el caso de Belo con Mastercard, por cada compra que se realiza con Lemon, el usuario recibe un cashback del 2% en bitcoin. No tiene costo de emisión, envío ni mantenimiento y puede ser utilizado en comercios físicos y digitales. Desde su lanzamiento en noviembre de 2021 hasta ahora, la adopción fue masiva, con más de 200 millones de pesos en cashback y más de un millón de usuarios en Argentina.

Las tarjetas de ambas fintechs permiten que la adopción de las criptomonedas crezca a pasos agigantados por la usabilidad que brindan en el comercio tradicional.

“La tarjeta es un canal para consumir que está claramente establecido que es muy concreto, cuando una persona ve el plástico y lo tiene en la mano, dice ‘OK, con esto puedo hacer realidad que algo tan abstracto como un bitcoin me compre una cena o pague un viaje en taxi’”, reflexiona Beaudroit.

“La Lemon Card permite vivir en la Argentina sin esa sensación de que los pesos pierden valor en el bolsillo todo el tiempo, porque brinda la posibilidad de estar parado en criptomonedas estables al dólar y realizar los consumos desde ahí. […] La gran recepción que tuvo la Lemon Card desde su lanzamiento nos demuestra que cada vez más personas están dispuestas a animarse a operar en la nueva economía”, enfatiza Bianchi.

“Hasta hace un tiempo la gente se acercaba a las criptomonedas desde la perspectiva de la inversión”, reflexiona Mariano Biocca, director ejecutivo Cámara Argentina de Fintechs.

“El gran cambio que trae al mercado y a la sociedad esta alianza de estas grandes marcas al mundo cripto es que pasa a ser transaccional para la gente […]. Construyen un puente entre todo lo que está sucediendo en cripto que es fenomenal y que es el futuro de la economía y que tiene un potencial infernal, con el día a día muy tangible de los usuarios, que es pagar todo lo que se puede pagar con una tarjeta, pero con cripto”, asevera.

Al ser algo cotidiano y ubicuo, se vuelve una de las palancas necesarias para la masificación total y adopción de cripto, considera con entusiasmo Biocca.

Nuevamente, el gancho es el contexto inflacionario de Argentina: previendo una inflación promedio del 5%-6% mensual, como ha pasado en los últimos meses, hay muchas personas que tan pronto cobran su sueldo lo transforman a cripto y lo van gastando con estas tarjetas.

De ahí que algunos sostengan que Argentina es uno de los países con mayor adopción de criptomonedas, con en medio local Ámbito, estimando que hasta un 15% de la población tenga unas 10 millones de cuentas cripto para fines del mes de abril de este año, tanto para ahorrar como para gastar.

Según el “Índice Global de Adopción de Criptoactivos 2021”, elaborado por la empresa Chainalysis, Argentina se encuentra décima en la adopción de criptomonedas, y un informe de la Consultora Taquión indica que el 34% de quienes la usan lo hacen porque ellas no son sensibles a la inflación.

Las tarjetas también muestran estudios para sustentar los programas de adopción cripto que promueven.

Visa lanzó en marzo el reporte “El fenómeno Cripto: Actitudes y usos del consumidor" donde encontró un “conocimiento casi universal” sobre las criptomonedas, con un tercio de los encuestados que había utilizado activos digitales “bien como herramienta de inversión o como medio de intercambio”. Además, se observa una mayor participación en los mercados emergentes.

El estudio también reveló que casi el 40% de los propietarios de criptomonedas probablemente se cambiaría de sus bancos principales a uno que ofrezca productos de criptomonedas.

Un informe realizado el primer trimestre de este año por Americas Market Intelligence (AMI) para Mastercard, en tanto, refleja que las criptomonedas tienen una penetración del 19% entre los adultos latinoamericanos y que su uso se expande rápidamente hacia consumidores de menores recursos, tradicionalmente excluidos del sistema financiero.

En esta región, dice el paper, crece precipitadamente la adopción de las criptomonedas como medio de pago. El estudio muestra que 10% de las pequeñas y medianas empresas de la región ya aceptan las criptomonedas como medio de pago, mientras otro 15% está en etapa de experimentación.

Lemon Card en uso

CRECIMIENTO Y EXPANSIÓN

El fenómeno argentino está pasando a otros mercados latinos.

A mediados de mayo, Belo recaudó US$ 3 millones en una ronda de financiación serie Seed, y declaró que los usaría para acelerar el crecimiento de su billetera digital que permite operar entre moneda local y criptomonedas.

Esta ronda de financiación -liderada por los fondos de venture capital CRV, The Venture city, NEWTOPIA, Latitude, Liquid 2, Infinity Ventures Crypto, Magma Partners y Sur VC- también les permitirá fortalecer su estrategia de expansión a otros países de Latam, sumar más talentos y lanzar nuevas soluciones dirigidas a negocios y empresas.

Por otra parte, Lemon, recientemente, anunció su llegada a Brasil, “el primer paso en nuestro plan de expansión para llenar de bitcoin a toda América Latina. Tenemos pensado llegar a otros países de la región como Perú este año”, afirmó a AméricaEconomía Bianchi.

Apenas este lunes, Visa dio a conocer que intensifica sus esfuerzos en cripto en América Latina y el Caribe con nuevos socios y casos de uso de tarjetas vinculados a criptomonedas en la región.

La empresa ha aumentado significativamente la escala y alcance de su trabajo en monedas digitales, logrando concretar asociaciones con más de 70 de las principales plataformas de criptomonedas a nivel mundial, para que sus usuarios puedan gastar fácilmente monedas digitales en 80 millones de locales comerciales en todo el mundo.

“El ecosistema de criptomonedas sigue ganando impulso en la región con mayor inversión, más adopción por parte de los consumidores y más casos de uso habilitados para las criptomonedas, y continuaremos aprovechando nuestra sólida estrategia para construir el futuro de las criptomonedas y los pagos para nuestros clientes, socios y consumidores”. dijo Romina Seltzer, vicepresidenta sénior de Productos e Innovación para Visa América Latina y el Caribe, en un comunicado que emitió la multinacional de pagos y servicios financieros.

Junto a Belo, la fintech Bitfy se suma ahora al grupo global de fintechs que participan de Mastercard Start Path Crypto, junto con bitsCrunch y Fonbnk, Ankr y SPENN.

¿Y QUÉ PASA CON LA ‘CRIPTODECEPCIÓN’?

Lamentablemente, a pesar del entusiasmo de Argentina y su búsqueda de estabilidad fuera del peso local, los últimos acontecimientos nos han refrendado que ‘no todo lo que es criptomoneda brilla’, ni menos asegura estabilidad, como bien lo saben miles de inversionistas en cripto que han visto caer sus activos desde mayo.

Los precios del bitcoin han caído 20% desde este domingo y ya son 18 meses a la baja. Ethereum cayó 31% desde el viernes, la peor cifra desde enero de 2021. Y otros tokens han bajado en 20% su valoración promedio, entre ellos Solana, Dogecoin y Tron, afirmaba el martes un análisis de Fortune.

Los defensores del mundo cripto continúan manifestando que los recientes declives son una parte natural de la evolución del sector, destacando que, así como ha habido caídas, hay temporadas valle y otras con altos peaks.

Sin embargo, esta fase de baja y las noticias que la acompañan no dejan de ser descorazonadoras: van desde el colapso de US$ 60 millones de la stablecoin TerraUSD y su token, Luna, la caída de valor de Coinbase, hasta el congelamiento de activos de la financiera en cripto Celsius, que fue imitada el lunes por Binance.

Para Esteban Polidura, director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, el riesgo de las criptomonedas es claro.

“Bitcoin se correlaciona fuertemente con las acciones durante las caídas de los mercados de valores, poniendo en duda los argumentos de diversificación y de protección de valor del patrimonio. Ha exhibido características de riesgo en forma de caídas en su valor y volatilidad que son más altas que la mayoría de los vehículos de inversión, lo que hace que Bitcoin sea principalmente una inversión especulativa” indica a AméricaEconomía desde Suiza.

Polidura lo explica así: la mayoría de las criptomonedas actualmente enfrentan un desafío técnico masivo, llamado el "trilema de la cadena de bloques". Entonces, para que cualquier tipo de solución financiera descentralizada realmente pueda reemplazar al sistema bancario actual, incluyendo al dólar estadounidense, debe cumplir con tres cosas: ser segura, descentralizada y escalable.

“Sin embargo, el trilema de la cadena de bloques establece que, en la mayoría de los casos, las criptomonedas como bitcoin se verán obligadas a sacrificar uno de estos aspectos por el bien de los otros dos y, por lo tanto, no pueden reemplazar verdaderamente nuestro sistema financiero de manera adecuada”, detalla el analista financiero.

En ese sentido, si bien ambos gigantes de servicios financieros han iniciado una carrera por ampliar su servicio cripto a más países del continente americano, no es seguro que el éxito masivo visto en Argentina se contagie al resto de los países, al menos por ahora, porque no tendrían un entorno económico que lo haga imperioso.

“No hemos visto una adopción generalizada de bitcoin fuera de los países que enfrentan hiperinflación y colapso económico, como Venezuela, o que necesitan vincular su sistema financiero a otro, como El Salvador. No creemos que los países grandes hagan lo mismo y adopten bitcoin como moneda de curso legal. Esto se debe principalmente al hecho de que bitcoin carece de la velocidad y escalabilidad para servir como sistema de pago”, advierte.

Tras el éxito que ha mostrado la adopción, no deja de llamar la atención que las libertarias fintech cripto se hayan aliado con dos firmas transnacionales representantes del establishment.

“Los gigantes están abrazando el cambio porque se dan cuenta de que es el futuro, y a su vez, y el futuro abraza lo actual porque hay una simbiosis ahí, es un puente que se construye. Es interesante”, reflexiona Biocca.

“La banca tradicional ha instaurado las bases de un ecosistema financiero funcional, y en cambio, las fintechs lograron comprender qué es lo que realmente necesita el usuario de hoy y, es por ello, que la convergencia entre ambas es fundamental para el crecimiento del sector”, agrega Bianchi.

“En este sentido, todos buscamos brindar soluciones financieras para las personas, empujamos para el mismo lado desde diferentes caminos. Cada uno aporta su granito de arena”. “Quizás Argentina era terreno fértil para hacer esta alianza. Estaban dadas las condiciones, también”, propone Manuel Beaudroit.

“¿Yo creo que en la vida también hay que evolucionar no? Uno puede tener un pensamiento más libertario y aun así poder integrarse con el mundo del establishment […]. Nosotros tenemos una misión, que es hacer que cripto sea más simple y usado todos los días por más gente y a veces hay que tomar ciertos caminos para llegar a ese objetivo…Somos una paradoja”, ríe el CEO de Belo.

Autores

Gwendolyn Ledger