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Tecnología ambiental rusa llega a Argentina
Lunes, Junio 5, 2017 - 11:36

Proyecto costaría US$40 millones y tardaría dos años en realizarse.

La tecnología rusa para proteger las costas marítimas obteniendo energía de las olas, llegará a la ciudad de Necochea, en la provincia de Buenos Aires, para impulsar el desarrollo de este balneario argentino.

El innovador proyecto para obtener energía de las olas podrá llegar a Argentina, confirma Facundo López, intendente del partido de Necochea, provincia de Buenos Aires, quien acaba de volver de Rusia, donde visitó las ciudades de Moscú, San Petersburgo y Gelendzhik, para acordar los detalles de la puesta en marcha de un ambicioso proyecto que podría cambiar la cara de Necochea.

Como parte del acuerdo con el Grupo HESC de San Petersburgo, López visitó el centro tecnológico Skólkovo, en Moscú, el Centro de Investigaciones Krilov y las instalaciones de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, para luego dirigirse a la ciudad de Gelendzhik, en el mar Negro, donde se desarrolla esta innovadora tecnología.

"Estoy sorprendido por el desarrollo tecnológico de Rusia", admitió López.

"Vi las instalaciones de investigación (…) los campus universitarios y las distintas carreras técnicas, y la parte de generación de energías alternativas, en este caso con las olas del mar", señaló.

El ambicioso proyecto consiste en construir unas estructuras protectoras en el océano, a unos dos kilómetros de la costa, que servirán para utilizar la energía de las olas y proteger la costa de la erosión a la que la somete la fuerza del agua.

Esto permitirá producir energía limpia y crear una bahía tranquila, donde en el futuro puedan llegar yates de distintas partes del mundo.

"Se habla de una generación de energía que está probada en muy pocos lugares del mundo. Hay un proyecto para la isla de Malta, el prototipo está funcionando en Gelendzhik, y ahora se llevaría a cabo en Necochea. Con ello, seríamos una de las ciudades de vanguardia de Argentina, porque tendríamos la generación de energía térmica, eólica, y undimotriz. Sería el único lugar de Argentina donde se produciría energía a partir de tres formas diferentes", profundizó.

En una primera etapa se instalará una planta piloto sobre el mar del lado de Necochea.

"Más adelante, en función de los estudios que debe realizar el Estado nacional, se pasaría a una segunda etapa, sobre las costas del puerto de Quequén, que involucra la generación de cerca de 45 megavatios de energía y la protección de las costas de la erosión marítima a partir del sistema de esta empresa, que utiliza la fuerza de la ola y la transforma en energía eléctrica", señaló López.

Esto cambiaría completamente la cara del puerto de Quequén. "Recuperaríamos la costa como sector turístico importante, lo cual permitiría un desarrollo al generar una bahía y evitar la erosión costera", agrega López.

"Se podrá construir un puerto para embarcaciones deportivas, aunque esto sería el final del proyecto", agregó.

Necochea y Quequén tienen 95.000 habitantes. Quequén es el segundo puerto de la provincia de Buenos Aires, exporta cerca de 7,5 millones de toneladas anuales de cereales y concentra la producción de 12 distritos vecinos.

"El puerto tiene una profundidad de casi 42 pies de aguas profundas, siendo el puerto más rápido en entrada y salida de buques en Argentina", agrega López.

Del viaje también participó Marcelo Aba, vicerrector de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), con sedes en Olavarría, Tandil, Azul y Necochea, que firmó un convenio con la Universidad Politécnica Pedro el Grande de San Petersburgo, para intercambio de conocimiento y capacitación de posgraduados, especialmente en las áreas de energías renovables.

A partir de esta experiencia, López considera que existen grandes perspectivas de ampliar la colaboración en materia de inversiones de Argentina con Rusia. "Estamos muy contentos y esperanzados de que esto se concrete en el mediano plazo", concluyó.

De recibir la luz verde, el proyecto tardaría unos dos años en realizarse. Las inversiones iniciales amontan a unos US$40 millones.

Autores

Agencia de noticias Sputnik