Los expertos consultados por el organismo han elevado los riesgos de carácter internacional por encima del resto de cara a los siguientes ejercicios.
Esta caída podría marcar una nueva tendencia a la baja, que llevaría al Banco Central de Brasil a relajar el ritmo de subida de las tasas.
Para la Confederación Nacional de Industria (CNI), mantener el ciclo de alzas no tiene sentido en el contexto económico actual, marcado por la desaceleración de la inflación en noviembre y el paquete efectivo de recortes de gastos presentado por el Gobierno.
Además del cambio de política fiscal, la CNI ha destacado que hay otros elementos que no se pueden ignorar, como la actual desaceleración de la economía brasileña y la tendencia a reducir las tasas de interés en las principales economías globales.
Los flujos de inversión extranjera de cartera son relevantes para el desarrollo y la profundización de los mercados financieros y de valores y representan un componente importante de la balanza de pagos brasileña.
En su Informe de Estabilidad Financiera, el Banco Central brasileño señaló que la rentabilidad sobre el patrimonio neto (ROE) del sistema bancario del país subió al 15,11% hasta el 30 de junio.
Así lo ha advertido la entidad en el acta de su última reunión de política monetaria, celebrada la semana pasada y publicada este martes.
Por su parte, en términos mensuales, el índice se elevó 0,12 puntos porcentuales, hasta el 0,56%. En el acumulado del año se ubica ya en el 3,88%.
Las compras de los brasileños en Paraguay representan el 31% del movimiento comercial de los extranjeros.
Durante la semana pasada el mercado apuntó a que la tasa de política monetaria cerrará este año en el 11,75%, frente al 11,5% que se calculaba hace un mes.
El banco tuvo en cuenta el escenario externo "adverso" --con la incertidumbre sobre la flexibilización de la política monetaria en Estados Unidos como principal factor a tener en cuenta-- y la desaceleración del proceso desinflacionario en Brasil.
Por el "incierto" escenario global e interno, en el que las proyecciones de inflación crecientes y las expectativas desancladas exigen una mayor cautela.
A dos días de que el Banco Central de Brasil tome una nueva decisión de política monetaria, después de optar el pasado mayo por recortar los tipos en 25 puntos básicos, hasta el 10,5%.
En doce meses, el déficit primario del sector público brasileño aumentó al 2,40% del PIB, mientras que las cargas por intereses alcanzaron el 7,00%, las más altas desde junio de 2016, afectadas por el crecimiento del stock de deuda y los costos asociados.
En este contexto, cabe señalar que el Banco Central de Brasil ha decidido esta misma semana recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, llevando la tasa de política monetaria al 10,5%.
A su vez, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la inflación mensual ha sido de casi el doble que en el mes anterior, llegando hasta el 0,83%.
Según ha informado este jueves el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación se mantiene en niveles de marzo, cuando se situaba en el 4,65% interanual y se encontraba en pleno proceso de desaceleración.
Alerta de las expectativas estancadas de inflación y de la situación internacional volátil, ante lo que pide moderación y cautela.
Según informó ayer jueves el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación se mantiene en niveles de marzo, cuando se situaba en el 4,65% interanual y se encontraba en pleno proceso de desaceleración.
Estima que el PIB crecerá un 3% este año, una décima más, y un 1,7% el próximo año.
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