Investigador experto en ambiente laboral dice que "control, autonomía, desafío, variedad y autorrealización son fundamentales para un ambiente saludable".
El mercado de trabajo se ha vuelto cada vez más un lugar difícil de ingresar. Con el desempleo en aumento, es normal que las personas quieran mantener sus empleados que no les gusta, sólo para no estar desempleado. Pero esa práctica crear una víctima: su salud.
Para Stephen Bevan, investigador especializado en resultados en el ambiente laboral, no siempre tener un mal empleo es mejor que estar desempleado. "Control, autonomía, desafío, variedad y autorrealización son fundamentales para un ambiente saludable", dice él.
"Hay un vínculo claro entre estar en un buen trabajo y la salud mental", escribió Stephen a Mashable. "La idea popular es que estar desempleado es malo. Claro que lo es, como sabemos, para el bolsillo. También es malo para la autoestima, la dignidad, la inclusión social, las relaciones y la salud. Así que en base a eso, se dio la bienvenida a la idea que 'cualquier trabajo es un buen trabajo'", explica.
A pesar de la impresión de que esto es una manera de permanecer conectado al mercado laboral, un estudio (en Inglés) de la Universidad Nacional de Australia muestra que no. "Los datos evidencian claramente que la salud mental de las personas que trabajan en los malos empleos es peor que la de los desempleados", explica el experto.
"Esos números no nos deben impedir una rápida búsqueda de puestos de trabajo, pero deberían hacernos pensar más acerca de cómo la calidad del trabajo afecta nuestra salud mental y productividad. Incluso durante una crisis, la verdad incómoda puede ser que "cualquier trabajo es buen trabajo", lo que en realidad es una mentira", añade Bevan.
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