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Tras el huerto urbano llega el corral doméstico
Miércoles, Diciembre 24, 2014 - 06:56

Disponiendo de una pequeña terraza o patio en casa podíamos obtener productos de la huerta y ahora también de la granja, gracias a un ponedero ecológico para gallinas, especial para espacios reducidos.

Cuando uno piensa en un gallinero suele venirle a la mente un lugar desordenado, sucio y alborotado, situado en el campo o una granja, donde es frecuente encontrar todos tipo restos, pero la tecnología también ha llegado a los corrales de aves permitiendo una explotación urbana, ecológica e higiénica a escala doméstica.

Tras el auge de los huertos urbanos, que permiten cultivar verduras, frutas y hortalizas para el consumo propio, en un patio, azotea o jardín doméstico, llega una nueva tendencia consistente en obtener huevos frescos y ecológicos en un huerto, jardín o parcela de terreno, situados también en casa.

Esto es posible gracias a un sistema innovador y compacto dirigido a particulares, que permite montar en casa un ponedero para gallinas ‘a medida’ en pocos minutos y que está dotado con un dispositivo de caída de los huevos que evita que estos se rompan, facilitando su recogida  y garantizando la  limpieza.  

Cada “granja nido” se puede montar solicitando la cantidad de módulos adecuados al tamaño del ponedero que se desee y ensamblándolo en unos minutos, gracias a un conjunto de anclajes que permiten encajar las piezas con un martillo y unos alicates, según aseguran desde New Farms, la empresa que fabrica y comercializa este ponedero a través de su división Nest Farms (www.nestfarms.com).

Según Nest Farms (“granjas nido”, en inglés) este ponedero doméstico fabricado en material plástico se puede limpiar con facilidad y mantener un altísimo nivel higiénico en la instalación, y su diseño garantiza una rápida adaptación de las gallinas,  agilizando y mejorando su productividad y, al mismo tiempo, facilita la ventilación y el acceso de las aves.

Cada unidad de ponedero tiene capacidad para dos gallinas, pero su diseño permite acoplar varios módulos según las necesidades de los clientes; tanto en sentido vertical como horizontal, permitiendo una total adaptabilidad a cualquier instalación.

Espacio mínimo y con luz natural

"Para conseguir unos buenos resultados con el ponedero hacen falta, sobre todo, unas condiciones óptimas en cuanto al espacio y la iluminación", señala a Efe, Carles Seire, director comercial de Avicultura, de Nest Farms.

Según Seire, lo ideal para instalar este sistema, "sería a disponer de una parcela mínima que permita a las gallinas moverse con libertad”.

“Unos 4 o 5 metros cuadrados son suficientes, teniendo en cuenta que el bienestar del animal influye positivamente en la calidad final del producto”, señala Seire añadiendo que “para inducir la producción del huevo las gallinas necesitan una iluminación natural que se ajuste al ciclo lumínico solar del día y la noche”.

Según este experto avícola, el ratio (relación numérica) usual es de un hueco de nidal para cada 5-7 gallinas, y “con este dato, el consumidor decide si quiere tener más o menos huecos para sus gallinas, así como el número de aves, teniendo en cuenta que el nidal de dos huecos es el más pequeño que se puede instalar”.

“El hueco del ponedero es de muy fácil acceso y tiene una superficie muy cómoda que proporciona a las gallinas la ‘intimidad’ necesaria para que sean ellas mismas las que vayan allí en el momento de la puesta”, apunta.

“Una vez puesto el huevo, éste se escamotea bajo la repisa que da acceso a la gallina al nidal, quedando fuera de su alcance. Este sistema evita que los huevos se rompan y que las aves los picoteen”, de acuerdo a Carles Seire, quien explica que la recolección se efectúa a través de unas bandejas extraíbles.

Para Seire, “este ponedero es aconsejable para todos aquellos consumidores sensibilizados con los productos de proximidad y/o autoconsumo, que quieran tener la satisfacción de producir los huevos que consumen a nivel particular y que se preocupan por la calidad del producto”.

"Independientemente del ahorro que puede suponer el disponer de un ponedero en la propia casa, uno de los beneficios para su usuario es la satisfacción de la autoproducir y tener disponible un producto natural con aves alimentadas con materias primas de calidad y que provienen de un hábitat natural y agradable para el animal", según Seire.

Según este experto, las gallinas que se emplean en el ponedero son las mismas que se comercializan para la producción de huevos a nivel industrial, unos animales de gran calidad genética, aunque también se puede ampliar la gama con alguna extirpe asociada a la zona geográfica donde se instala el ponedero.

“La base de la alimentación de las gallinas es el pienso, aunque se les puede suministrar algún otro alimento, al gusto del usuario. Estas aves consumen unos 120 gramos de pienso al día y, con este ponedero, pueden producir un huevo al día de unos 60 gramos aproximadamente”, destalla Seire.

Con la filosofía del "Kilómetro Cero".

"El corral doméstico tiene todas las ventajas para el medio ambiente relacionadas con la compra de proximidad y el autoconsumo", explica a Efe a Carles Seire, agregando que "difícilmente dispondremos de productos tan frescos y naturales en los puntos de venta próximos".

Para Seire, este ponedero se inscribe dentro de la tendencia de "productos de kilómetro 0 o km0", destinada a promocionar el consumo de bienes agrícolas y ganaderos producidos cerca de nuestros hogares, favoreciendo  el medio ambiente y a los productores locales, así como los hábitos y calidad de nuestra alimentación.

“Con los productos de 'km0' mejoramos la naturaleza gracias a una reducción del consumo de combustible y de la contaminación derivada del transporte, y también de los residuos provenientes de la logística”, según Seire.

"Otro aspecto de este sistema de autoproducción para consumo propio, que favorece el medio ambiente, es su diseño ergonómico (adaptado al animal y al ser humano), gracias al cual los usuarios obtienen huevos frescos y con garantías de calidad", añade.

De acuerdo a Seire, esta "granja nido" también garantiza el bienestar del animal, que influye muy positivamente en su productividad, y está planteada como "un gallinero con animales en libertad", que ofrece a sus ocupantes un lugar para la puesta con unas características lo más confortable posibles.

"Además de producir cada semana  huevos frescos, nutritivos y saludables, las gallinas pueden ayudarnos de forma natural si ya disponemos de un huerto, dado que les gusta comer la hierba y los insectos eliminándolos de los cultivos", dice Seire.

* Reportaje EFE

Autores

Daniel Galilea