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Un cuerpo hidratado, es un cuerpo sano: conozca las cuatro formas más efectivas
Martes, Febrero 2, 2016 - 10:40

Especialista destaca la necesidad de entender un concepto clave: hay que hacerse un hábito para consumir agua constantemente. No sólo cuando se tiene sed.

Dolores de cabeza, cansancio, fatiga y mareos son sólo algunos de los síntomas incómodos que origina en el organismo la deshidratación. Por ello es que los especialistas subrayan la necesidad de consumir líquidos de manera constante. Especialmente durante el verano.

Si bien la primera señal del cuerpo es sentir sed, lo cierto es que no se debe esperar esa necesidad para hidratarse. La medida estandard e acuerdo a la medicina occidental es una taza o vaso de agua cada cuatro horas.

La ecuación es simpĺe: un cuerpo hidratado es un cuerpo sano. Para la nutrióloga chilena Catalina Silva, directora del programa Equilibrio Vital de Clínica Terré, "mantenerse bien hidratado es fundamental durante todo el año, pero más aún en los meses de intenso calor durante el verano".

Lo importante es entender el concepto: hay que hacerse un hábito para consumir agua constantemente. Una persona debería consumir en promedio 25 a 30 centímetros cúbicos por kilo de peso. Es decir, alguien que pesa 70 kilos debiese tomar 1.750 a 2.100 centímetros cúbicos diarios. Si se va a estar expuesto al sol o a realizar algún tipo de actividad física, el consumo debe aumentar.

Pero la pregunta del millón aquí es qué tipo de líquidos son los que realmente sirven. Lo esencial es preferir líquidos no azucarados y evitar bebidas gaseosas, jugos o bebidas deportivas, ya que éstos podrían aportar, entre otras cosas, un par de kilos más.

Lo ideal es elegir siempre el agua, té frío o infusiones hechas en casa. Por ejemplo: dejar en la noche un jarro de agua en el refrigerador con pepino y limón, o berries y menta, y tomar al día siguiente.

También se pueden consumir jugos naturales sin azúcar, especialmente aquellos hechos de frutas y no de pulpas, ya que por lo general tienen azúcar. Sin embargo, los jugos naturales no pueden ser de libre consumo, puesto que aportan azúcares provenientes de las frutas y por ende, en exceso pueden producir aumento de peso o incluso alteración en niveles de azúcar en personas diabéticas.

La doctora Silva subraya que la hidratación efectiva también ayuda a quienes les gusta tomar sol, "ya que permite que la piel luzca mejor. No obstante, para asegurar un buen efecto y lograrlo de forma saludable, no hay que olvidar el uso del bloqueador solar y de cremas hidratantes después de la exposición al sol".

Las frutas y verduras también aportan hidratación al organismo durante todo el año. A eso se suma que aportan cantidad y variedad de vitaminas y minerales, con propiedades protectoras frente a la radiación solar y la oxidación que se puede producir por diversas razones, como es la exposición sol.

En ese sentido, la experta chilena destaca el aporte del betacaroteno -pigmento vegetal-, que es una sustancia precursora de vitamina A, eficaz antioxidante que neutraliza los radicales libres que se generan en el cuerpo al estar expuesto a la radiación solar.

"Los alimentos ricos en betacaroteno ayudan a obtener con mayor facilidad un tono bronceado uniforme y mantenerlo en el tiempo, ya que estimula la producción de melanina. Las verduras que tienen este componente son zanahorias, pimentones rojos, mango, zapallo, durazno, y algunas verduras de hojas verdes, tales como la espinaca y berros", precisa la especialista.

A ello se suman dos aspectos más a tener en cuenta. Uno es el aumento de los niveles de vitamina A, los que ayudan a conservar la elasticidad de la piel y mantener el brillo de pelo que muchas veces se ve afectado por el sol.

Y otro es el consumo de grasas mono y poli-insaturadas, esenciales para mantener una piel sana e hidratada. Estos ácidos grasos se pueden encontrar en productos como el aceite de oliva, las aceitunas, la palta, el pescado, legumbres y ciertas semillas.

La hidratación, entonces, puede obtenerse de maneras variadas, pero precisas:

1) En cuanto a líquidos, lo más efectivo y sano es el agua.

2) A eso debe sumarse el consumo de frutas y verduras ricas en betacaroteno

3) Alimentos con alta presecia de vitamina A

4) y grasas mono y poli-insaturadas (aceite de oliva, las aceitunas y la palta, entre otras).
 

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LifeStyle